La mujer que ocasionó la persecución policial en Agüimes el pasado 21 de enero ha admitido los hechos y se ha conformado con la pena solicitada por el fiscal de un año y un mes de prisión, tras llegar a un acuerdo entre las partes.

El juicio a puerta cerrada contra la conductora temeraria Lioba Cazorla se celebró ayer en el Juzgado de lo Penal número 1 de Las Palmas de Gran Canaria tras ser investigada por dos delitos contra la seguridad vial, uno en la modalidad de conducción temeraria y otro por conducir sin el respectivo permiso, en la vista oral la procesada admitió los hechos relatados por la Fiscalía y llegó a un acuerdo que supuso la reducción de la condena privativa de libertad que le pedían en un principio de dos años y seis meses a nueve meses de cárcel por los dos delitos y cuatro meses más por quebrantamiento de condena. 

El ministerio público narró en su escrito de conclusiones provisionales que sobre las 13,00 horas del pasado 21 de enero de 2021 la condenada, tras cometer una infracción de tráfico -ya que utilizó su móvil mientras conducía-, “y a la que le constaba una requisitoria”, le fue solicitado por agentes de la Guardia Civil que detuviese el auto propiedad de una empresa de alquiler que conducía a la altura del kilometro 18 de la GC-1 con sentido Sur. 

Sin embargo, y, a pesar de llevar con ella a su hijo menor de edad y otros dos acompañantes más, lejos de hacer caso al alto que le daban los funcionarios y “con absoluto desprecio a las normas elementales de la seguridad vial” emprendió la huida a una velocidad “excesiva para las circunstancias de la vía y sin respetar las normas de tráfico” poniendo en riesgo la vida de peatones y conductores que circulaban en las calles por donde esta transitó. Los agentes de la Guardia Civil quienes hacían uso de las señales luminosas y acústicas comenzaron la persecución de la acusada que tomó la entrada 23 hacia la carretera GC-191 con sentido a Carrizal. 

En su huida la condenada realizó diversos adelantamientos a otros vehículos por la derecha invadiendo incluso el arcén, además, se cambiaba de carril de “forma brusca” en vías de un solo sentido de circulación, así como tomando varias calles y rotondas en dirección contraria por lo que llegó a colisionar de forma frontal con otro vehículo en el kilómetro 3,5 de la GC-191 cuyo dueño no reclama indemnización. Tras esto, la mujer efectuó un cambio de sentido a la altura de Viveros El Rosal para regresar al cruce de Arinaga y se introdujo en el casco urbano de la localidad y condujo hasta el barrio La Goleta y donde saltó del vehículo en marcha para emprender la huida por la calle Lope de Vega hasta que fue finalmente interceptada.

Arrepentida

El abogado de la procesada Yeray Álamo explicó que su defendida se encuentra “muy arrepentida” por los hechos. “Al ver las imágenes ha mostrado su arrepentimiento”, matizó el letrado que también explicó que la acusada huía porque tenía un “requerimiento de otro procedimiento” y actuó bajo el “nerviosismo” del momento y porque “estaba en orden de búsqueda y captura”. De igual forma, apuntó que van a pedir la suspensión de la condena en prisión una vez que esté emitida la sentencia que se dictará bajo los términos pactados ayer. 

Lioba Cazorla, que según el fiscal, no ha sacado nunca el carné de conducir cumple una condena de dos años de cárcel por un delito de lesiones cuya sentencia firme fue dictada el 24 de enero de 2019 por el Juzgado de Instrucción número 4 de Las Palmas de Gran Canaria y posee diversos antecedentes penales de los cuales uno es por maltrato en el ámbito familiar y dos por conducción sin carné por lo que le aplicaron la agravante de reincidencia. La procesada deberá indemnizar en la cantidad de 399,01 euros a la empresa de alquiler Autoreisen SL por los daños causados y solidariamente a la Mutua Tinerfeña.