Ni los incendios, ni la peor calima del siglo, ni la pandemia han podido doblegar al pueblo de Tejeda, un municipio que cada fin de semana visitan cientos de isleños por sus parajes, su repostería y su oferta gastronómica. Eso bien lo sabe Francisco Perera (Agrupación Electores por Tejeda) que sigue con el objetivo bien enfocado: lograr que la población se quede en Tejeda, para lo que busca impulsar la construcción de viviendas que fijen a la gente joven.
¿Cómo está la situación sanitaria ahora mismo en el municipio, con esta tercera ola?
Afortunadamente, hasta este momento vamos bastante bien, pero esta es una situación circunstancial. Que yo tenga conocimiento oficial, no hay ningún caso activo. También es cierto que hay gente de Tejeda que reside en otros lugares que, lamentablemente, lo ha cogido, incluso alguno de ellos ha fallecido. Al final, todos los vecinos vamos a tener que pasar por este trance, tarde o temprano.
Justo un poco antes de Navidad, hubo varios brotes en el municipio que les dejó con el susto en el cuerpo, e incluso tuvo que tomar medidas extraordinarias en ese periodo.
Tuvimos cuatro brotes en diferentes puntos del municipio. Nuestro enfado fue porque se advirtió a la población de las medidas que tenían que tomar para hacerle frente al Covid en ese momento para evitar que siguiera propagándose, pero hubo ciertos vecinos que hacían caso omiso a esas indicaciones, personas que tenían familiares dentro de sus casas con el virus y ellos no seguían las indicaciones. Tuvimos que dar un golpe sobre la mesa para que esas personas cumpliesen las medidas de seguridad y el virus no se propagara.
“Todos estamos contentos con estas lluvias porque nos han beneficiado, directa o indirectamente”.
Primero fueron los incendios, luego la calima y ahora esta pandemia que nos está afectando ahora mismo. Han sido años muy duros para el municipio, ¿cómo se han sobrepuesto a estas situaciones?
El tejedense ha sacado aquí ese do de pecho que nos caracteriza ante esas adversidades tan grandes que hemos tenido. Primero con los incendios, que nos dejaron a todos bastante conmocionados y nos afectaron psicológicamente. Poquito a poco nos fuimos recuperando, y cuando parecía que eso lo teníamos casi superado, pues hizo acto de presencia la pandemia, que fue otro mazazo enorme. Inicialmente no fue tan impactante porque no se pensó que fuera a tener las consecuencias que ahora estamos viendo que ha tenido. También nos hundió un poco, nos hizo bajar la moral, pero le hemos hecho frente.
Los brotes verdes no solo los trae la lluvia, ya se empieza a ver ese resurgir como usted dice.
Todos hemos colaborado y puesto nuestro granito de arena para salir. El brote verde que nos ha llegado con los fenómenos meteorológicos en este invierno nos ha venido muy bien. El agua ha reverdecido nuestros campos, ha cambiado ese tapiz negro que teníamos por el color verde de la esperanza, los embalses que tenemos en el municipio están llenos, nuestro nivel freático se ha recuperado algo y puede repercutir en este próximo verano. Que no vaya a ser como el pasado verano, que en algunas partes del municipio nos vimos sin agua para abasto, y nos llegamos a plantear llevar agua en cubas porque no tenían. Nos ha motivado para seguir mirando para nuestros campos, trabajándolos y avanzar con optimismo.
“El agua que ha caído ha cambiado ese tapiz negro que tenían los campos por el color verde de la esperanza”.
Como usted ya ha mencionado, las últimas lluvias han dejado un manto verde en el municipio, imagino que los agricultores están muy contentos tras tantos años de sequía.
Con estas lluvias estamos contentos todos, porque de manera directa o indirecta todos nos hemos beneficiado de ese agua que tanto se deseaba, incluidos los beneficios indirectos de los municipios limítrofes. Por ejemplo, los vecinos de La Aldea ya tienen agua almacenada para una zafra o dos gracias a las escorrentías. O sea, que el beneficio ha sido genérico para todo el mundo.
Las lluvias también ha traído a muchos visitantes, tantos que incluso ha tenido que alzar la voz porque quizás la gente no está siendo cuidadosa con el patrimonio natural del municipio.
Este mal no solamente ocurre en Tejeda, sino en gran parte de la Isla. Afortunadamente, son cada vez más las personas que cuidan el medioambiente. Tuvimos que salir a la palestra porque, si bien estamos orgullosos de que visiten el charco de Palomas y que se desplacen a Tejeda, el espacio hay que cuidarlo entre todos. Es inadmisible que vengan personas a hacer grafitis en las paredes del barranco, que boten por ahí los desechos de lo que consuman en el entorno. Por eso, nos molestamos, puesto que ya que tienes ese gran espectáculo natural ahí, gózalo, pero respétalo también.
“A la pandemia, hay que verle la parte positiva, y es que está provocando cambios en la sociedad”.
La pandemia ha hecho reflexionar mucho a la sociedad sobre cómo quiere vivir a partir de ahora, y muchos vuelven a mirar al campo, ¿se ha notado esto en Tejeda?
Hay personas que han regresado, no en el número que se deseaba, pero sí hay vecinos que han regresado. Y hay otras que han venido a residir también aquí, básicamente por temas laborales. La agricultura parcial también ha ayudado: hay gente que habían ido abandonando poco a poco sus terrenos, pero que ahora han regresado a cultivarlos los fines de semana. Esta es una gran noticia porque el campo también se favorece. Uno de los fenómenos que estamos notando, y que estamos demandando también, tiene que ver con las energías limpias. La gente se está dando cuenta que las energías fósiles no son nada favorables, están reclamando las energías limpias, la fibra óptica... Se quieren subir a ese carro, no quieren quedarse desfasados. Y en estos lugares esto tiene una difícil implantación, puesto que la orografía no nos permite el desplazamiento de la banda ancha como en otros lugares, pero se está logrando poco a poco, con mucho esfuerzo, porque lo demanda sobre todo la gente joven. Todo este fenómeno de la pandemia también hay que verle la parte positiva, y es el cambio que está provocando en la sociedad.
¿Qué otros retos tiene por delante el municipio?
Uno de los retos principales es fijar población al medio, mantener la población: la edad media de Tejeda es bastante avanzada. La gente joven no llega, tiene problemas con el trabajo. Otros de los problemas que se han detectado, y en el que estamos trabajando, es el de la vivienda, buscar la manera de hacer viviendas para que la juventud se quede aquí y el pueblo siga vivo.
“Estamos trabajando en la construcción de viviendas para fijar población joven en el municipio”.
¿Se refiere a vivienda social?
Hemos tenido varias conversaciones con la Dirección General de Vivienda del Gobierno de Canarias, y sus técnicos nos han explicado el abanico de posibilidades que hay: la vivienda pública, la privada, la nueva construcción, las ayudas al alquiler. Estamos recabando información para luego trasladársela a los vecinos, y también estamos trabajando en construcción de viviendas, no sabemos todavía en qué tipo, no es fácil porque hay que saber en qué situación se encuentran los jóvenes: si pueden comprar o alquilar. Estas semanas, la concejal de Vivienda, Verónica Espino, mantuvo una entrevista con técnicos regionales.
¿Desde el Ayuntamiento se están llevando a cabo inversiones en obra pública?
La obra pública es también un motor económico, que de una manera indirecta nos beneficia, porque hay empresas locales que pueden acceder a alguna de las obras que saca el Ayuntamiento. También están los vecinos que pueden ir a trabajar a estas obras. Es importante, por supuesto, y en ese sentido tenemos bastantes obras, algunas ejecutándose ya, otras en licitación y otras en cartera para poder sacarlas a la mayor brevedad posible. Tenemos bastante dinero que invertir en obras, alrededor de cinco millones de euros.
“Apostamos muy fuerte por el Camino de Santiago isleño y nos alegra que este proyecto se reactive”.
¿Puede apuntar alguna de esas inversiones?
Hace pocos días que se inició la tercera fase de La Vaguada, una obra que supera los 300.000 euros, tenemos la pavimentación de los callejones, una obra que supera los 700.000 euros y que la próxima semana será la mesa de contratación. En información pública tenemos las obras de reparación de los daños causados por los incendios, que superan los 3 millones de euros. Tenemos el hormigonado de varios caminos por más de 600.000 euros. Y un sinfín de obras de menor cuantía que estamos intentando sacar pero por falta de recursos humanos no hemos podido licitar. Estamos pendientes a la liquidación del presupuesto para, con el superávit, poder destinar fondos a labores de saneamiento en Peña Rajada, Rincón, Majuelo y Degollada. Se quiere mejorar los depósitos, con dinero del Cabildo de Gran Canaria, en Carrizal, El Toscón y Casas del Lomo, y luego con fondos del Gobierno de Canarias se han hecho unos proyectos para la mejora de los depósitos de abastecimiento de El Chorrillo, La Solana, El Espinillo y El Aserrador. También está contratada ya la mejora del alumbrado público del municipio, con una obra que supera los 1,5 millones de euros.
Este Año Santo Jacobeo espera ser un impulso para el municipio, ¿cómo lo preparan?
Recuerdo desde pequeñito que antes, en la víspera de Santiago en Tunte, eran miles de personas las que pasaban caminando, bien por el pueblo de Tejeda, bien por la cumbre, para cumplir su promesa. Quien dice que es nuevo se está equivocando, con todos mis respetos: el camino de Santiago hace años que estaba instaurado. Una vez hecha esta aclaración, Tejeda es paso obligado, y estamos muy contentos con que este proyecto se haya reactivado, apostando muy fuerte por él, y en permanente contacto con los Ayuntamientos de Gáldar y San Bartolomé de Tirajana para enriquecerlo y que el caminante lo haga lo más cómodo posible. Van a venir muchas personas de otras islas, del territorio peninsular e incluso del extranjero, que quieren no solo hacer el Camino, sino también conocer el interior de Gran Canaria, porque este camino pasa por muchos otros municipios; nuestras bodegas, nuestras costumbres, nuestras queserías y establecimientos hoteleros. Es un proyecto muy interesante y divulgativo.
