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Sector Primario | Crisis en La Aldea

El mildiu arrasa al tomate aldeano y los agricultores se plantean otros cultivos

Solo la cooperativa Coagrisan ya ha perdido 4,5 millones de kilos | La consejera de Agricultura informa a los afectados de su compromiso para preservar la actividad

Declaraciones de la consejera de Agricultura del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende, en los tomateros de La Aldea

Declaraciones de la consejera de Agricultura del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende, en los tomateros de La Aldea Acfi Press

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Declaraciones de la consejera de Agricultura del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende, en los tomateros de La Aldea Juanjo Jiménez

“Es como cuando hay fuego pegado”, explica el agricultor Santiago Saavedra enseñando a la visita la ruina que provoca el hongo que produce la enfermedad del mildiu en los cultivos de tomate, una plaga capaz de desastrar todo un invernadero de un día para otro, llevándose con ello la inversión de miles de euros, el trabajo de cinco personas por hectárea y la ilusión de mantener su finca, que es lo que movió a Saavedra a volver a La Aldea para seguir la tradición familiar.

Le escuchan, ante unos matos que parecen que se están volviendo más negros según pasan los minutos, la consejera de Agricultura del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende; el alcalde de la localidad, Tomás Pérez; el vicepresidente de la cooperativa Coagrisan, Rogelio Rodríguez; y el portavoz de la Federación de Exportadores, Fedex, Gustavo Rodríguez, entre otros cargos y agricultores, que se han desplazado a la zona cero mildiu para palpar sobre el terreno un fenómeno de devastación como el que no se recuerda en dos décadas, según señala Rodríguez.

Santiago Saavedra, traspuesto, va más allá. “En 47 años jamás vi un destrozo como el que se encuentra a la vista”.

El agricultor posee una hectárea de cultivos, que le supone un coste de mano de obra entre los 50.000 y 60.000 euros, a los que se añade semillas, aguas, fitosanitarios… Se había propuesto alcanzar los 250.000 kilos de producción este año, pero se quedará en 100.000. Para poner en contexto estas cifras apunta que solo tras superar los 180.000 kilos es cuando empieza a generar beneficios. Pero lo invertido, hoy por hoy, es un imparable hongo que salta de un invernadero a otro con una facilidad pasmosa.

Los aldeanos han sufrido en solo un año los embates del ‘brexit’, del covid y del mildiu

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El día 6 de enero pasado la Agencia Estatal de Meteorología anunciaba que una borrasca bautizada Filomena iba a incidir sobre el Archipiélago con precipitaciones de importancia. En La Aldea y en la cuenca de Tejeda, cumplió el pronóstico ya que en apenas tres días las ya resecas presas de Parralillo, Siberio y Cuevas de las Niñas se vieron del repente al 75 por ciento de su capacidad. La alegría fue generalizada, pero algo comenzó a larvar malla adentro. Las potentes carozadas, fruto de unas inusuales bajas temperaturas provocadas por la vaguada polar que llegaba con Filomena a las islas despertó al mildiu. La buena noticia trastocó en catástrofe.

Gustavo Rodríguez afirma que solo por este motivo Coagrisan, que agrupa a un centenar de agricultores, apunta pérdidas de unos cuatro millones y medio de kilos. Pero al igual que Filomena, que acompaño la abundancia del agua con vientos y mala mar, a esta crisis le ocurre lo mismo.

Porque viene aderezada del covid y del brexit, éste último que ya había obligado a las administraciones a corregir a golpe de chequera la aparición de la insólita falla estructural entre el continente y la isla británica.

El covid ha tumbado los precios de venta, por la adical bajada de demanda en toda Europa. El canal Horeca, que distribuye la fruta y verdura en restaurantes, catering y hostelería, “se ha cerrado por completo y supone para nosotros entre el 50 y el 60 por ciento de la facturación y lo único que nos amortigua ahora son aquellos contratos firmados antes de la campaña, que obligan a los clientes a seguir comprando, pero lo hacen a unos precios inferiores”. El mildiu, pues, no solo es una molestia biológica: es el remate.

El alcalde de la localidad , Tomás Pérez, advierte que “si cae Coagrisan cae La Aldea”

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Hortofrutícola Aldeana es otra de las grandes potencias agrícolas de La Aldea. Su gerente Toni Angulo declara sin medias tintas que “el tomate ya es inviable”, apunta que los costes de mano de obra, que requieren de entre cinco o seis personas por hectárea frente al plátano, que solo exige una persona, son inasumibles por culpa de unos precios de venta que son los mismos desde hace años. Por ese motivo está comenzando a cometer un cisma en la localidad. Cambiar el tomate por otros cultivos. Ya ha lo está haciendo con el pimiento y se propone estudiar nuevas variedades tropicales. “De momento son solo pruebas, pero estamos cruzando los dedos”.

Vanoostende escucha, y tras visitar un segundo invernadero con una decena de trabajadores barriendo los tomates literalmente del suelo, y desalojando todo el entramado de enlatados y sustratos declara lo evidente, que el paisaje “es desolador”. La consejera declara que “el compromiso con el sector es decidido y se plantearán las medidas económicas necesarias para mantener la actividad”, y apela a valorar con Agroseguro “cuál será la afección del daño y cuáles serán las posibles indemnizaciones que cubra el seguro, además de compensar con las ayudas paralelas que permita la normativa europea”.

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Alicia Vanoostende visita los tomateros de La Aldea Acfi Press

Con respecto a la posibilidad de que Agroseguro haga efectiva esas indemnizaciones, la consejera apunta a que en principio se trata de un riesgo secundario derivado de Filomena, por lo que habría que perfilar esa circunstancia, pero que no obstante, “las pólizas de Canarias están bien adaptadas a las características climáticas de las islas, aunque nunca son perfectas”. A esto añade medidas más generales, como la que afecta a Canarias por considerarse país tercero en el ámbito fitosanitario, que si bien “nos protege de la entrada de productos tropicales nos supone un problema de gestión para exportar, con sus consecuentes costes administrativos, por lo que trataremos de simplificar los trámites.”

El alcalde de La Aldea de San Nicolás, Tomás Pérez, por su parte, lanzó una advertencia a la consejera del Ejecutuvo canario, en el sentido de que la enfermedad del mildiu esconde algo más, por su potencialidad para arrasar con el mismísimo tejido social de una localidad que de momento “no tiene más salidas que el tomate, porque no tenemo turismo, y no tenemos industria, y por tanto el futuro de nuestra gente está en juego”. Pérez, antes de agradecer la visita, sentenciaba que “si cae Coagrisan cae La Aldea”, por lo que insta a ofrecer “ayuda a quienes lo han perdido todo, que son muchas familias del municipio”.

El Parlamento exige ayudas directas


El pleno del Parlamento de Canarias ha pedido por unanimidad al Gobierno canario que establezca ayudas directas para compensar las pérdidas económicas a los agricultores afectados por el hongo mildiu o mancha negra en la cosecha de tomates en Canarias, especialmente a los de La Aldea. Esta iniciativa, planteada por el diputado del PP Poli Suárez, reclama al Gobierno que hable con las aseguradoras agrarias para adaptar las coberturas del seguro para cubrir las pérdidas producidas por la plaga. También se pide al ejecutivo que establezca medidas que garanticen la supervivencia del sector. Suárez indicó que la aprobación de la propuesta de modificación del programa de opciones específicas por la lejanía y la insularidad (Posei) para adaptarse al brexit garantizaría la continuidad de la actividad tomatera. | EFE

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