El máximo representante de Marruecos en Canarias, el cónsul Ahmed Moussa, expresa en esta entrevista su disconformidad con la actuación del Cabildo de Gran Canaria respecto al Sáhara, en referencia a su apoyo al Frente Polisario, y niega de forma tajante la violación de los Derechos Humanos que denunciaron Antonio Morales y Carmelo Ramírez al inaugurar la exposición conmemorativa de los diez años del campamento de Gdeim Izik. Moussa también asegura que no existe una guerra abierta en la antigua colonia, en contra de lo que dice el Frente Polisario, y que hay seguridad en el espacio aéreo del Sáhara.
El Cabildo de Gran Canaria muestra estos días su apoyo al pueblo saharaui y al Frente Polisario con una exposición sobre los hechos ocurridos hace diez años en el campamento de Gdeim Izik. ¿Repercute eso en las relaciones entre esta Isla y su país?
No me consta que el Estatuto de Canarias, ni ninguna de las normativas relativas a las corporaciones locales, otorgan competencia a un Cabildo en materia de política exterior. El Cabildo está gobernado por varias formaciones políticas y cuenta con una oposición en la que hay otros partidos canarios. Apoyar a una organización política como es el Polisario no es apoyar al pueblo saharaui. La población saharaui no se siente representada en su mayoría aplastante por esta organización. El Sahara es mucho más plural de lo que están difundiendo. A poco más de media hora de avión, cualquier persona puede comprobar, in situ, esta realidad y descubrir que las tres regiones del Sahara están presididas por saharauis autóctonos, elegidos por el pueblo, en elecciones libres y democráticas. Si una institución local no tiene competencias en una materia, lo razonable es abstenerse porque sus decisiones no cambian el curso de la historia. La inmensa mayoría de los saharauis rechaza categóricamente este tipo de iniciativas. Yo mismo soy saharaui, nativo de Dakhla, y como yo, cientos de miles de saharauis creemos que estas iniciativas no abogan por los intereses de la población del Sahara.
Los representantes del Cabildo, como el presidente Antonio Morales o el consejero Carmelo Ramírez, denuncian que el Gobierno de Marruecos no respeta los Derechos Humanos. También reclaman al presidente Pedro Sánchez que dé un paso al frente y deje de mirar hacia otro lado. ¿Es cierto que existe acoso a la población saharaui y un inminente peligro de una guerra abierta?
Es totalmente falso que la población saharaui esté acosada en ninguna de las ciudades del Sahara marroquí. Marruecos es un Estado de Derecho. La nueva Constitución del 2011 consagra la protección y la promoción de los dispositivos de los Derechos Humanos, así como su desarrollo en su indivisibilidad y su universalidad. De hecho, desde 1990, existe un Consejo Nacional de Derechos Humanos con sus diferentes órganos, de los cuales los trabajos de las dos oficinas en Dakhla y en El Aaiún han sido destacados positivamente por el secretario general de las Naciones Unidas. En cuanto a la guerra inminente, es una guerra imaginaria y de propaganda mediática. En el siglo XXI se debe optar permanentemente por el dialogo y lograr soluciones políticas y no bélicas.
“No hay una guerra inminente en el Sáhara, es imaginaria y de propaganda mediática”
Estos dos responsables del Cabildo grancanario también denuncian que Marruecos no respeta la legalidad internacional al bloquear desde hace más de 25 años la celebración del referéndum de autodeterminación acordado por las Naciones Unidas.
La inaplicabilidad del referéndum ha sido constatada por varios enviados especiales de la ONU y esa opción fue abandonada definitivamente desde hace más de 10 años, durante los cuales el Consejo de Seguridad de la ONU ha establecido los parámetros para una solución política negociada, que no es otra que la de una amplia Autonomía, bajo la soberanía de Marruecos. Esta solución definitiva permite a la población del Sahara administrar por sí misma y de manera democrática sus asuntos de la región a través de órganos ejecutivos, legislativos y judiciales de competencias exclusivas. Por ejemplo, una autonomía similar a la que tienen aquí en Canarias. Una autonomía que ha sido anunciada por el Rey Mohammed VI en el 2007 y que ha sido apoyada por una aplastante mayoría de los saharauis durante las visitas del monarca a las tres regiones del Sahara.
España aconseja no sobrevolar el espacio aéreo del Sahara Occidental y eso significa, según el Frente Polisario, que España sigue siendo la potencia administradora de su antigua colonia y, por tanto, tiene un papel fundamental en la resolución del conflicto. ¿Está de acuerdo con esta apreciación?
Por supuesto que no estoy de acuerdo. El Gobierno español ha insistido hace unos días que España no figura como potencia administradora del Sahara en ninguno de los documentos, ni en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. En lo que concierne el espacio aéreo, España y Marruecos comparten espacios aéreos y marítimos comunes que gestionan en perfecta coordinación y colaboración. Los cinco aeropuertos del Sahara, los del Aaiún, Dakhla, Guelmim, Tan Tan y Esmara, reciben regularmente vuelos programados, durante todos los días de la semana. Desde Aaiún hay cinco vuelos semanales a Canarias. Marruecos controla su espacio aéreo de forma eficiente y segura.
¿Cuál es, a su juicio, la situación ahora mismo en el Sahara Occidental? ¿Y qué salidas propone Marruecos para evitar ese conflicto armado que usted niega que exista?
En el Sahara, actualmente, hay estabilidad completa y las poblaciones viven en seguridad. La solución es Marruecos, que ha declarado solemnemente a través de sus más altas instancias que sigue comprometido con el proceso político llevado a cabo bajo los auspicios de las Naciones Unidas sobre la base de parámetros claros con la implicación de las verdaderas partes del conflicto regional. Se lo repito, Marruecos ha propuesto una Autonomía ampliada en la que la población del Sahara marroquí puede gestionar sus asuntos políticos, económicos y sociales a través de los órganos legislativos, ejecutivos y judicial regionales. El único responsable de un conflicto armado es la parte que se ha declarado en guerra rompiendo el alto el fuego y en este caso es el Frente Polisario.
“España y Marruecos comparten espacios aéreos y marítimos y los gestionan de forma coordinada”
¿Y qué planes tiene Marruecos después de 45 años de confrontaciones y sin un horizonte de paz a corto plazo?
Marruecos, en estos 45 años tras la recuperación del Sahara, ha optado por dotar al territorio de infraestructuras de base, instalar unas infraestructuras administrativas, modernizadas y concretar políticas de desarrollo sostenible para mejorar las condiciones de vida de los habitantes del territorio. De hecho, el programa modelo de desarrollo 2016-2021 conlleva una partida de inversión de 8.000 millones de euros para la construcción de infraestructuras, como son la autovía Tiznit-Dakhla, la modernización de las ciudades, la creación de zonas industriales, las conexiones aéreas y marítimas, parques de energía renovables, facultades y centros de estudios superiores, nuevos complejos en Fosbucraa, puerto atlántico de Dakhla, aeropuerto de Guelmim, unidades de desalación de agua… En fin, más de 300 grandes proyectos. Este desarrollo económico conllevará consigo un desarrollo político que es actualmente la puesta en marcha de la regionalización avanzada. Me gustaría resaltar que Marruecos ya ha conseguido transformar esta región en una base económica dirigida hacia el África occidental y países del África subsahariana, convirtiendo esta zona en un nexo de unión para una cooperación fructífera transfronteriza Sur-Sur en muchos ámbitos. Y también abogo por la participación de Canarias en estos proyectos de desarrollo.
