El Cabildo de Gran Canaria entregará 18.000 trampas para proteger de la mosca de la fruta a 140.000 árboles frutales, desde durazneros a mangos, con el fin de salvaguardarlos de esta plaga que se extiende cuando hay altas temperaturas y escasez de lluvias.

Para ello, la institución insular destinará para esta convocatoria publicada en el Boletín Oficial Provincial (BOP) 45.000 euros para adquirir estas trampas destinadas también a albaricoqueros, melocotoneros, nectarinas, nísperos, caquis e higueras, además de guayabos y mandarinos.

En relación a la mosca de la fruta señala que la misma provoca “importantes pérdidas” porque el insecto la pica en su fase de envero, cuando empieza a madurar, depositando los huevos dentro y las larvas resultantes devoran la pulpa, proceso que provoca que el interior de la pieza quede repleto de galerías, lo que ya la inhabilita para su comercialización, y que finalmente se pudra.

Así, la campaña lo que busca es salvaguardar la producción e incrementar los kilos de fruta comercializada en el mercado interior para aumentar la renta en el sector primario y evitar el abandono agrícola, otro riesgo asociado a esta y otras plagas.

En concreto, las trampas de plástico cónicas lo que hacen es desprender un aroma atractivo para la mosca, atrayendo tanto a machos como hembras a su interior, donde perecen al entrar en contacto con el insecticida.

De este modo, el sistema evita aplicar insecticidas a la totalidad del árbol y su radio de acción hace que cada trampa valga para ocho árboles, lo que equivale al uso de una media de entre cincuenta y ochenta unidades por hectárea, a tenor de la concentración media de las explotaciones de Gran Canaria.

El Cabildo entregará cinco mosqueros por cada 40 frutales, el mínimo exigido, a los que se añadirán tres trampas por cada 20 árboles más. Así, las personas interesadas tienen hasta el 11 de marzo para presentar su solicitud, preferentemente de forma telemática en la sede electrónica de la institución insular.