La menor que, supuestamente, fue víctima de abusos sexuales por parte de su tío político durante cinco años, se arrepintió de la denuncia que interpuso contra éste durante el juicio y aseguró que había “malinterpretado” los hechos. Este miércoles la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas celebró la vista oral del juicio contra un hombre de 53 años al que la Fiscalía acusa de haber cometido un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años después de que su sobrina denunciara tocamientos en el año 2017. La menor declaró ante el magistrado ponente Miguel Ángel Parramón que se había “dado cuenta de que algunas cosas no sucedieron” como dijo. La joven relató que en 2012 su progenitora enfermó y por ello tuvo que irse a vivir con sus tíos -el investigado y la hermana de su madre- por lo que ellos fueron los que hasta 2017 se encargaron de sus cuidados, educación y todo lo referente a ella. “Eran como mis padres”, sostuvo.

Sin embargo, “todo cambió” porque ella se sintió “incómoda ya que él era muy juguetón y tocaba a las personas cuando hablaba con ellas” por eso, pese a que aseguró que la “tocaba en plan normal porque no lo hizo en las zonas genitales”, ella no se sentía a gusto con esas actitudes y por ello lo malinterpretó. “Me siento mal porque creo que confundí las cosas”, insistió. En cuanto a los hechos que narró en instrucción aseveró que una vez su tío la llevo a una granja y la sentó en sus piernas para que ella condujera el coche con él sosteniendo el volante pero que no realizó movimientos de índole sexual como declaró ante la policía, también comentó que una vez se acostaron juntos en la cama de la habitación de su primo pero que él no le tocó en sus partes como denunció.

“Me ha tocado la pierna, pero no la vagina. Una vez estuvimos en la granja, yo estaba viendo los conejos y él estaba detrás de mí con una respiración agitada por eso me confundí y creí que se estaba masturbando, pero ahora me doy cuenta de que respiraba normal”, relató. A preguntas de la acusación pública admitió que el investigado le “rozó” sus partes “pero jugando” y cuando todavía no estaba desarrollada. “El culo me lo tocaba cuando jugábamos o se enfadaba, aunque nunca me pegó”, señaló la menor. Con respecto a la razón por la que decidió denunciar los hechos, la denunciante narró que estaba mal porque su madre se volvió a enfermar y unos niños que, supuestamente eran sus amigos, le decían por internet que era “la hija de papi esqueleto” burlándose de que su padre se había muerto producto de un cáncer a la vez que le echaban la culpa del fallecimiento de su progenitor. Todo esto afectó sus estudios por lo que la profesora le preguntó si necesitaba ayuda, así que ella decidió comentarle la situación de incomodidad que vivía con su tío porque “me quería hacer la víctima ya que me sentía atosigada”.

Dos primas de la joven también cambiaron su versión de los hechos ante el juez

Asimismo, apostilló que no le tenía miedo al procesado, que nunca hablaron de temas sexuales y que la ves que creyó haberlo visto masturbándose fue porque ella entró sin avisar a su habitación y el estaba de espaldas, lo que le hizo pensar eso, acto seguido se retiró sin que el encausado se percatase. “No lo he vuelto a ver después de la denuncia y yo quiero que volvamos a tener la relación de antes, que le quiten la orden de alejamiento y hacer cosas juntos; si el quiere, claro”, matizó la joven que a principios de 202o mantenía su versión de los hechos y que cambió cuando le notificaron la fecha del juicio y se puso a analizar con su madre los hechos y entendió que no ocurrieron como ella creyó en un principio.

La madre de la menor explicó ante sollozos que ha sufrido infartos y amputaciones en sus miembros inferiores producto de las patologías que padece por lo que su hermana y cuñado se hicieron cargo de su hija y que ellos hicieron la función de padres. Igualmente, resaltó nunca ha visto al acusado con “actitudes de ese tipo” y que la víctima le comentó que “no había sido para tanto la cosa. Él ha sido bueno conmigo”, indicó entre lágrimas. “No queremos indemnización, solo parar esto”, apostilló.

La afectada narra que se quiso “hacer la víctima” porque sus amigos la “atosigaban”

Dos primas de la menor cambiaron su versión de hechos respecto a lo que manifestaron en comisaría, por lo que la magistrada Inocencia Eugenia Cabello les recordó que estaban bajo juramento y preguntó porque denunciaron si no eran ciertos, a lo que una de las mujeres respondió que fue el colegio el que “formó un problema” al notificar los hechos que contó la niña a una de sus profesoras. Otra de ellas, sostuvo que también llegó a sentirse “incómoda” con su tío por hechos similares pero que él no le llegó a hacer nada.

La psicóloga, por su parte, reveló que el relato que la víctima mantuvo estos años era creíble y que es “tremendamente común” que los menores que sufren abusos por parte de un pariente cambien su versión de los hechos al creer que han ocasionado una alteración en el circulo familiar y por eso intentan hacer “borrón y cuenta nueva”. La fiscal solicitó seis años de cárcel por el delito continuado de abuso sexual a menores de 16 años al entender que sí sucedieron los hechos, mientras que la defensa pidió la libre absolución. El juicio quedó visto para sentencia.