La vía de acceso de Arguineguín contará con un paso subterráneo para los peatones con el que se pretende dar más fluidez al tráfico que se mueve por la GC -500 cada día, y que provoca que se formen largas retenciones en el acceso a este núcleo de Mogán, que en periodo de vacaciones de Semana Santa o de verano se hacen más intensas debido a que aumenta la afluencia de familias de otros municipios de la Isla que acuden a disfrutar del día en las playas de Las Marañuelas, Patalavaca o Anfi.

 En tanto que el paso de peatones que está junto a la rotonda, es la conexión entre la parte alta de ese barrio y toda la zona de la playa, este acceso subterráneo ofrecerá además seguridad a los residentes y turistas a la hora de moverse desde una zona a otra. Se trata además de un punto neurálgico porque en este espacio se localizan las oficinas municipales, y existe una importante actividad comercial, desde donde se conecta con todos los negocios de restauración de la playa.

 Toda esta actuación está incluida en todo el proyecto de reordenación de los viales y accesos de la GC- 500, cuyas obras fueron adjudicadas ayer por la Junta de Gobierno local de Mogán a la empresa Constructora Pirenaica (Copisa) por 1.047.518 euros. Según señaló la alcaldesa del municipio, Onalia Bueno, está previsto que los trabajos se inicien a lo largo de los próximos dos meses y como muy tarde a comienzos de junio.

El grupo de gobierno espera que los trabajos se inicien antes del verano

Este proyecto municipal se desarrollará en una superficie aproximada de 4.563 metros cuadrados comprendida entre la zona de la primera rotonda de la localidad y el cruce de la carretera general GC-500 con el Barranco de Pino Seco. Los trabajos están financiados por la Consejería de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, que aporta un millón de euros mediante subvención directa al consistorio, y por la propia corporación moganera, que aporta los 47.518 euros que quedan para completar el montante del coste del proyecto.

El cambio que experimentará toda la entrada a Arguineguín será completo. De un acceso encorsetado, en el que apenas se tuvo en cuenta cuando se creó al amparo de la GC-500 el paso de los vehículos, se pasará a disponer de aceras más amplias, y espacios cerca de los negocios para que los visitantes puedan descansar un momento. Hasta el pavimento cambia de color, y se poner uno en tono arcilla, y más resistente.

También se llevará a cabo la reordenación del tráfico introduciendo nuevas paradas de guaguas, y también espacios en los que se pueda aparcar por un momento. Se aprovecha para colocar un nuevo mobiliario urbano de mayor durabilidad, y aspecto más actual, y se crearán zonas verdes lineales que separen las vías de tráfico rodado de la zona peatonal.

Por último, este proyecto a su vez contempla el cambio del actual alumbrado público por otro más eficiente, a fin de ahorrar en la factura eléctrica, y aminorar la contaminación lumínica.