El grupo de gobierno de San Bartolomé de Tirajana dejó de gastar el pasado ejercicio unos 18,7 millones de euros en el capitulo de inversiones. De ese montante, la mayor partida corresponde a los 3,3 millones que estaban previstos para hacer frente a las obras de transformación de la GC 500 en una vía urbana, en la Avenida Europa, mientras que otro monto importante tenía que destinarse a la construcción de los vestuarios en los campos de fútbol del municipio, y de la Ciudad deportiva Maspalomas, para lo que estaban previstos otros 897.288 euros. 

   También se han dejado de invertir los 670.000 euros consignados en el presupuesto municipal de 2020 para la remodelación de las pistas de atletismo de Maspalomas; y no se ha afrontado la rehabilitación de la urbanización Los Jardines, que suponen otros 607.904 euros; ni la mejora de la eficiencia energética en la zona industrial de El Tablero, que conlleva unos 480.000 euros. 

   Tampoco se ha costeado la compra de mobiliario para los parques infantiles, lo que supone otros 406.743 euros; así como la adquisición de un vehículo para Protección Civil, con un coste de 106.971 euros, y de la misma forma está pendiente la mejora del Centro de Interpretación de Arteara, con otros 90.000 euros. Entre otras inversiones quedan pendientes la compra de materiales para la extinción de incendios, 160.290 euros, y materiales para el parque móvil por 120.000 euros. Así las cosas, de un total de 20,3 millones, que estaban previstos invertir sólo se llegó a ejecutar un 8% el pasado año.

Cierre de oficinas

La parálisis que sufrieron las inversiones el pasado año en San Bartolomé estuvo motivada, según explica el concejal de Hacienda, Antonio Pérez, por el cierre de las oficinas desde marzo hasta mayo debido al estado de alarma, que impuso el Gobierno central debido a la pandemia del coronavirus. “La administración pública en términos generales estaba suspendida y recuperamos cierta normalidad a mitad del mes de mayo, donde se empezaron a desbloquear las fechas de notificaciones, procedimientos, plazos de ejecución, es decir, operativamente, hasta el mes de junio no se comenzó a trabajar”, señala el edil socialista.

   Si bien reconoce que la caída de la ejecución proviene de las inversiones reales, que fue del 8% sobre los créditos, destaca que esto se ha debido a la incorporación de los remanentes de créditos afectados por el plan de inversiones financiados con patrimonio municipal de suelo, y convenios de aprovechamientos urbanísticos por importe de 9,7 millones, y la inejecución de obras por 7,6 millones con financiación de subvenciones, que se justificarán o acabarán en 2021.

  En 2020, este municipio manejaba un presupuesto, que se prorroga del año anterior, de 93,2 millones de euros de los que se gastan unos 60,9 millones, lo que se traduce en que el pasado ejercicio sólo se cumplió en un 63% con el compromiso de gasto. Precisamente este bajo nivel de cumplimiento inversor es lo que ha denunciado la concejal de AV-PP, Elena Álamo. Desde este grupo de la oposición, la edil critica que “la nula gestión” del cuatripartito que gobierna San Bartolomé de Tirajana “está abocando al municipio a la deriva, un municipio sin rumbo donde no hay liderazgo y no hay nadie que lleve el timón de este gran barco con firmeza.” 

Sobre esto, el titular de Hacienda responde que este partido omite datos, y “confunde a los ciudadanos para llevar a cabo su lícita campaña propagandística”. En este sentido, explica que si bien el total ingresos previstos el pasado año ascendía a 93,2 millones, finalmente no se llegó a recaudar esta cantidad. El hecho de que debido a la pandemia se modificaran los plazos en el calendario de pago de los tributos municipales derivó en que sólo se recaudaran 78,4, millones lo que significa que el Ayuntamiento tiene pendiente de cobro unos 14,8 millones. Debido a toda la crisis económica que ha generado la pandemia, el total de lo recaudado se sitúa en el 84% de la cantidad prevista.

Estas mismas circunstancias, añade Antonio Pérez, se han repetido en que otros municipios. Pero, sobre todo, remarca que prueba de que 2020 ha sido un año de “incertidumbre” en el que además, el cierre de las oficinas municipales ha complicado cumplir con la gestión presupuestaria lo evidencian los niveles de ejecución de gasto de ayuntamientos como el de la capital grancanaria, Arucas o Mogán. Según asegura, en Las Palmas de Gran Canaria  a lo largo del pasado ejercicio sólo se llega al 71% del gasto, mientras que otros incluso se han quedado por debajo como es el caso de Arucas donde alcanza el 54%, y Mogán con el 51%.

Además, aprovecha el concejal socialista del cuatripartito para recordar a AV-PP que en los años en que estuvieron al frente de San Bartolomé de Tirajana, en los que no hubo ninguna pandemia, tampoco cumplieron con el compromiso de gasto. Así, destaca como en 2017 el gobierno liderado por Marco Aurelio Pérez sólo se llega al 67%, mientras que en 2018 incluso están por debajo, con un 56% . Sin embargo, incide en que en el primer año del cuatripartito, al frente del que está Concepción Narvaéz, la ejecución del gasto es del 71%, dato que, insiste, se puede ver en el Portal de Transparencia del Ayuntamiento.

A la vista de esto, Pérez apostilla que la gestión ha sido la misma que otros municipios, y que “el punto débil ha sido la falta de tiempo” para finalizar obras, y suministros con subvenciones, que se harán este año 2021.