Un hombre que abusó sexualmente de su sobrina desde que ella tenía ocho años de edad ha alegado la mañana de este lunes en el juicio que los hechos fueron cometidos por él cuando tenía “unos 15 años” y negó, además, haber penetrado a la menor con sus dedos.

El juicio en contra del acusado que tiene ahora 25 años y cuya identidad no se revela para salvaguardar a la víctima comenzó con su confesión en la que manifestó que “es verdad que hubo abusos pero yo era menor de edad”. Asimismo, agregó ante el magistrado Carlos Vielba de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas que “no hubo penetración” y que ya fue condenado por estos hechos en un Juzgado de Menores tras llegar a un acuerdo en el que admitía lo sucedido a cambio de la medida de internamiento en régimen cerrado durante tres años así como a asistir a un programa de educación sexual.

“Paré los tocamientos cuando tenía 15 años”, insistió el joven ya que aseguró que recuerda “como fue la última vez” y por el “arrepentimiento” que sintió cuando notó que la pequeña empezó a “normalizar” los abusos. “Fue en la cocina de la casa de mis padres, ella se sentó frente a mí y me percaté de que ella normalizó mi comportamiento y, al ver que mis padres me podrían descubrir, paré. Ella empezó a ver normal que yo le tocase la vagina y yo me di cuenta que no lo era y me dio vergüenza”, narró.

Por su parte la víctima, que declaró a través de un biombo, explicó que si bien no recordaba exactamente las fechas, tenía claro de que los abusos iniciaron desde que tenía ocho años y hasta los 11 u 12. Igualmente aseveró que fue ella quien le pidió al procesado que parase porque entendió que “eso no estaba bien y me sentía fuerte psicológicamente para pedírselo”, aseguró.

La afectada también negó que el encausado la penetrase con los dedos y que “cuando le dije que parase el cesó y más nunca volvió a pasar”.

La Fiscalía solicita menos pena

La Fiscalía rebajó la petición de pena de 12 a seis años de prisión por el delito de abuso sexual a menor de 16 años y tras eliminar los abusos con acceso carnal, a la vez que explicó que los hechos sí comenzaron cuando la menor tenía ocho años -como admitió el acusado- pero que se prolongaron durante unos cuatro años. Además, recalcó que incurre en el procesado las agravante de parentesco y por razón de edad.

La defensa por su parte, solicitó la libre absolución y que en caso de considerarse una sentencia condenatoria se tome en cuenta las atenuantes de reparación del daño -ya que cuando se le condenó en instrucción indemnizó a la víctima con 6.000 euros- y la de dilaciones indebidas ya que la denuncia en su contra fue interpuesta en 2016 y no se llevó a cabo por lo penal sino hasta 2019 cuando se enteraron de este otro procedimiento a pesar de que en el acuerdo con Fiscalía, aseguraron, que quedaba claro que no había ningún procedimiento para que este volviese a ser juzgado como mayor de edad al tiempo que resaltó que desde el primer momento su defendido admitió los hechos. El juicio ha quedado visto para sentencia