La investigación llega al ‘Silicon Valley’ del Norte, tras una década de gestación. Los primeros técnicos del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) empezarán a tomar asiento en el Parque Tecnológico de La Punta de Gáldar en los próximos días, dentro de la primera avanzadilla del que será el más importante polo de investigación de Canarias en el campo de la economía sin residuos (economía circular), el agua y la energía, y que repartirá el próximo año ocho parcelas entre inversores privados. El centro de la Mancomunidad de ayuntamientos contará como novedad con una zona en la que profesionales compartirán espacio de trabajo (coworking), mientras tiene ya aprobadas siete obras por valor de 2,6 millones para seguir creciendo, entre ellas, la ampliación un 20% del que ya es el mayor parque público de energía solar, que ya vierte energía a la red.
El reciente acuerdo firmado por la Mancomunidad del Norte con el ITC permitirá que 21 investigadores realicen sus trabajos en La Punta antes de que acabe 2023. Y los primeros siete de ellos comenzarán en los próximos días. Este primer equipo trabaja en proyectos de programación informática para la denominada economía circular (cuyo objetivo es que el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible, y que se reduzca al mínimo la generación de residuos), la economía azul (el mar como motor económico) y verde (reducir los riesgos medioambientales).
La Punta aspira a volver a equilibrar la economía isleña, captando recursos para todo el Norte
Serán los primeros profesionales que se acomoden en este nuevo ‘Silicon Valley’ de la investigación en Gran Canaria, que persiguen el objetivo de generar cero residuos.
A ellos se sumará la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Entre ellos, el departamento de Ingeniería Mecánica, que trabaja en nuevos materiales para sustituir el uso del plástico. Como paso previo se habilitará un laboratorio específico para que puedan trabajar en este centro a partir del verano.
Las instalaciones se encuentran ubicadas en la Punta de Gáldar y cuentan con diez oficinas, dos laboratorios, un aula de formación, salón de actos, office y baños, y los distintos despachos llevan por nombre los once municipios que conforman la Mancomunidad (Arucas, Gáldar, Guía, La Aldea, Teror, Agaete, Moya, Firgas, Valleseco, Artenara y Tejeda). El edificio de dos plantas cuenta con 2.500 metros cuadrados.
Pero la instalación es mucho más. El Parque Tecnológico de Gran Canaria se extiende sobre una parcela de 30.358 metros cuadrados de superficie, junto a las piscinas naturales de La Punta y el núcleo de vivienda de esta zona costera de Gáldar, y rodeado de fincas agrícolas, sobre todo dedicadas al cultivo del plátano.
Esto permitirá convertir el Norte en un foco del emprendimiento, la investigación y de formación especializada, que impulsarán la diversificación económica y el equilibrio en la riqueza económica de Gran Canaria, tras décadas de primacía de la mitad sur.
Entre las ventajas del centro se incluye su aislamiento, que ahora adquiere mayor relevancia, la tranquilidad y, sobre todo desde el punto de vista técnico, tiene disponibilidad de agua propia, para lo cual se van a realizar sondeos para captar directamente el agua del mar, recalca el gerente de la Mancomunidad, Alejandro Peñafiel. De ahí su interés en proyectos de investigación ligados a las algas y el pescado. A eso se suma la cercanía a las explotaciones agrarias.
El Parque generarán al menos 28 empleos directos, tanto en la explotación de la planta desaladora como en otros servicios, que se suma a los puestos indirectos que va a propiciar la organización de cursos de formación. Además, se prevé a corto plazo la llegada de 14 empresas tecnológicas en las oficinas y con la ocupación de las parcelas disponibles.
El centro es el único en Canarias de economía circular, entendido como tal, el modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible, con el objetivo de crear un valor añadido. De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende. En la práctica, implica reducir los residuos al mínimo. Cuando un producto llega al final de su vida, sus materiales se mantienen dentro de la economía siempre que sea posible. Estos pueden ser productivamente utilizados una y otra vez.
El mayor parque solar público de Canarias ya vierte energía a la red y crecerá un 20%
La Mancomunidad va a incorporar ahora al proyecto una zona ‘coworking’, que permitirá a nuevos profesionales de este ámbito de investigación compartir espacio, servicios y experiencias.
Además, el centro pondrá en manos de inversores e instituciones privadas para la realización de sus proyectos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+I) ocho parcelas de entre 300 y 2.000 metros cuadrados.
Estos inversores podrán preparar su tecnología y sus productos innovadores antes de sacarlos al mercado, aprovechando los servicios que le ofrece este centro. Su paso será temporal, ya que deberán salir del centro cuando pasen a la fase de comercialización, para dar paso a nuevas iniciativas innovadoras.
Las empresas privadas deberían ya empezar a implantarse el próximo año, para lo cual el comité de selección deberá antes hacer un proceso de selección.
Fue un centro de menores
Las instalaciones del Parque Tecnológico de Gáldar fue hasta hace una década un centro de menores gestionado por el Gobierno de Canarias, que fue clausurado en 2011. Y antes había sido una granja. Después de que se descartara realizar un gran polígono industrial en San Isidro dentro del Plan Estratégico de la Mancomunidad del Norte, Gáldar ofreció esta parcela para el Parque Científico Tecnológico comarcal, que se materializa en un convenio entre la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Cabildo de Gran Canaria, Mancomunidad y ayuntamientos. Las obras de transformación se inician en 2014. Y la primera fase de terminó un año después. Desde entonces se ha ido ampliando, pero sin tener vida propia. | J. B.
De momento, media docena de inversores han presentado formalmente sus proyectos para instalarse en el centro, aunque muchos más han mostrado interés pero han quedado pendientes de que el centro esté plenamente operativo. Entre ellos se encuentran empresas vinculadas al mundo de la pesca, la energía de las olas y del mar, el biogás para el aprovechamiento de los restos orgánicos, y hasta de drones, para probar estos aparatos en unas condiciones hostiles como es la costa norte. Hay que tener en cuenta que La Punta está situada en una zona de exclusión aérea, por lo que se pueden realizar pruebas sin problemas burocráticos por razones de seguridad. Todos ellos pasarán por un proceso de selección de una comisión técnica, para garantizar que cumplen con los objetivos del Parque.
Antes de echar a andar ya ha cubierto algunos hitos. Por ejemplo, desde noviembre del año pasado se encuentra ya a pleno rendimiento su planta solar fotovoltaica, que es la más grande de titularidad pública en tierra de Canarias, tras sortear después de dos años los problemas burocráticos para lograr que se le diera vía libre a su conexión al sistema eléctrico. Está construida en una superficie de unos 5.000 metros cuadrados, y la Mancomunidad ha estimado unos ingresos de 71.000 euros anuales. Cuenta con 1.770 módulos fotovoltaicos, que pueden alimentar a 150 viviendas.
La desaladora y el resto de actividades productivas darán empleo directo a 28 trabajadores
Ahora, un nuevo proyecto permitirá ampliar esta planta solar un 20%, contando con ellos con una inversión de 250.000 euros del Cabildo, y que está a punto de licitarse.
En conjunto, distintas administraciones tienen aprobadas inversiones por valor de 2.556.699,92 euros en siete proyectos, que permitirán continuar con la expansión de La Punta. Entre ellas, instalar la desaladora y depuradora.
Por otro lado, la Mancomunidad está pendiente de que se les aprueben otras partidas añadidas. Los ayuntamientos han solicitado 4,5 millones a la Unión Europa para levantar un molino de viento para autoconsumo energético, levantar otra nave para destinarlas a proyectos de innovación.
Y otros 150.00 euros para un plan de empleo de nueve meses de duración para que 15 personas se formen mientras realizan labores de jardinería en las instalaciones, con la repoblación de especies endémicas.
El Parque Científico supone la ejecución del tercer proyecto estrella diseñado hace dos décadas dentro del Plan Estratégico del Norte, tras acabar el teatro y sede de la comarca en Arucas, y la terminación del Mercado Agrícola de Guía que, pese a estar cerrado todavía, está ya acabado.
2,6 millones para siete nuevas obras
La Mancomunidad del Norte tiene aprobados otros siete proyectos que permitirán una inversión de casi 2,6 millones de euros.
- Zona ‘coworking’. Contará con dos plantas y 344 metros cuadrados útiles, que incluye una zona ajardinada, salas de reuniones y multifuncionales y de trabajo. Una de las curiosidades es que se usará corcho reciclado como aislante exterior. Costará 364.000 euros y está pendiente de licitar.
- Sondeos. Canaragua tiene cinco meses para la realización de dos sondeos de agua de mar y pozo filtrante. Se adjudicó por 343.022,43 euros.
- Una desaladora y una depuradora. La primera tendrá una capacidad de producción mínima de 250 metros cúbicos al día, que se multiplicará por diez a largo plazo si es necesario. Será de ósmosis inversa, aunque prima la innovación, al igual que en la depuradora, que será compacta. Permitirá aprovechar el agua para regar los jardines, cerrando el ciclo económico del aprovechamiento del agua que se genera en el interior. Están pendientes de licitar por 318.135,04 euros.
- Se invertirán 901.542,45 euros para dotar el centro de nuevas infraestructuras.
- 100.000 euros para el laboratorio, que se destinará a equipos de trabajo de la Universidad.
- Plan Renoe, para nuevas oportunidades de empleo. Cuenta con 280.000 euros, para equipamiento y la homologación del aula de formación en energías fotovoltaicas.
- Planta solar. Está pendiente de los permiso para gastar 250.000 euros en nuevas placas. | J. B.
