El Cabildo de Gran Canaria destinará más de 400.000 euros a plantar 8.000 árboles de laurisilva y bosque termófilo en las ocho fincas de mayor extensión que posee en las medianías del norte de Gran Canaria, en el marco de la lucha contra los incendios forestales y el fomento de la biodiversidad.

La campaña de repoblación se llevará a cabo en las fincas de Osorio, en Teror; La Cazuela, de Firgas; El Brezal, en Guía; Los Chorros, Los Tilos y el Peñón, de Moya; y en San José del Álamo y Montaña de San Gregorio en Las Palmas de Gran Canaria. Para acometerlo, el Cabildo sacará a concurso un contrato con una entidad por un periodo de cuatro años, por el que se plantarán 2.000 ejemplares en cada anualidad.

La intervención se extenderá fundamentalmente con las poblaciones de laurisilva con fayas, paloblancos, laureles, aceviños y viñátigos, así como especies termófilas como dragos, acebuches, sabinas y palmeras en San José del Álamo y Montaña de San Gregorio.

Las fincas se encuentran dentro de las Zonas de Alto Riesgo de Incendios Forestales (ZARI), por ello el contrato comprende también el desbroce de 25 hectáreas de matorrales y zarzas cada anuales para despejarlas del combustible vegetal que se acumula en esta zona, que es la más húmeda de la isla.

El contrato incluirá la dirección técnica medioambiental para establecer la programación anual de los desbroces, que se realizarán antes del verano, es decir, de la época de mayor riesgo, de las repoblaciones, que se realizan tras el periodo estival para aprovechar las lluvias y la humedad del terreno para favorecer su crecimiento inicial, hasta que se garantice su fortaleza. Así como del seguimiento de lo plantado, en coordinación con Medio Ambiente.

El gasto se ha distribuido en 50.000 euros para 2021, algo más de 100.000 para las anualidades de 2022 a 2024, Y de otros 50.000 euros para el primer semestre de 2025.

Zonas quemadas

Esta iniciativa es una vertiente más del trabajo continuado del Cabildo a favor de la biodiversidad que abarca acciones como el Proyecto ‘Life Nieblas’ para repoblar con 20.000 árboles de laurisilva hasta 2024 más de 30 hectáreas quemadas con alto riesgo de desertificación en el Barranco de la Virgen, en Valleseco, y contribuir también a la regeneración de acuíferos, básicos para recuperar la Selva de Doramas, el gran escudo verde y húmedo contraincendios de Gran Canaria, que sufrió durante las grandes quemas para alimentar los ingenios azucareros una gran pérdida, casi hasta hacer desaparecer su presencia en la práctica totalidad de municipios, quedando unos pocos reductos. Este es el caso de Los Tilos de Moya, en el que se han venido realizando hace años algunos trabajos para rescatar estas especies.