Las obras de la segunda fase de la carretera entre Agaete y La Aldea van al ritmo previsto. En estos momentos 200 obreros están en el tajo en turnos de 24 horas para poder abrir a mediados del próximo año el tramo de Faneque, uno de los más peligrosos en la carretera actual (GC-200) por el riesgo de desprendimientos. El proyecto original, adjudicado por 152,36 millones de euros y cuya fecha de inauguración en su totalidad se mantiene para el año 2025, sufre una última modificación que afecta al viaducto que sobrevuela el barranco de El Risco.
El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, se encargó a mediodía de ayer de apretar el botón de la última voladura con 900 kilos de explosivos, que permitieron avanzar unos cinco metros sobre la roca de basalto, en una de las obras públicas más importantes que se llevaba a cabo en estos momentos en las Islas.
La explosión, que dejó un fuerte olor a amoniaco por los componentes empleados, ha permitido alcanzar ya los 2.000 metros del túnel de Faneque, de los 5.000 metros que van bajo tierra en esta segunda fase de la carretera entre Agaete y La Aldea.
El paso por este macizo es el más largo y complejo, ya que implica la construcción de dos tubos paralelos de 2.100 metros cada uno. Esto supondrá el traslado de más de un millón de metros cúbicos de tierra.
“Los problemas de la primera fase -ya en servicio- no se repetirán”, señala el consejero regional
Los trabajos en los dos subterráneos del túnel de Faneque son los más avanzados, ya que entre sus dos bocas se han excavado ya 1.500 metros en total. La más adelantada es la boca norte (la más cercana a Agaete), donde ya se llevan excavados cerca de 700 metros en cada uno de ellos.
Se espera que a finales de este año se puedan unir las bocas norte y sur de ambos tubos. A partir de ahí, comenzarán los trabajos para revestir y adecuar el túnel para permitir la circulación y abrirlo al tráfico durante el primer semestre de 2022.
La obra lleva en marcha 19 meses, tras su comienzo a finales de 2019. Hasta el momento se han empleado 300.000 kilos de explosivos para irse abriendo hueco dentro del macizo. La materia prima para estas detonaciones se compra en Portugal, y se ensamblan dentro del propio túnel, lo que supone una novedad y aminorando los peligros de su transporte por carretera.
Para agilizar las excavaciones de los ocho túneles de esta segunda fase de la nueva carretera se prevé utilizar un millón de kilos de explosivos en total, ya que se llevarán a cabo hasta 2.000 voladuras, como la ejecutada ayer.
Mientras, el proyecto ha sufrido un nuevo modificado sobre el original. En este caso, en el tramo del viaducto situado a la altura del pueblo de El Risco. Además de un cambio del trazado original que aparenta ser menos agresivo para el territorio, el puente tendrá tres pilares, en vez de los cinco previstos en el primer proyecto de 1996, recordó el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis.
El presidente regional resaltó que la obra está cumpliendo con los plazos previstos, y que solo tuvo un parón de dos semanas desde su inicio por un brote de coronavirus entre trabajadores, ya que al ser un servicio esencial permaneció abierta la actividad durante el confinamiento.
En estos momentos están en el tajo 200 trabajadores de las empresas y subcontratas, en turnos de 24 horas. Y cuenta con financiación para la ejecución hasta su finalización.
La dinamita, cuya base proviene de Portugal, se ensambla dentro del subterráneo
Torres insistió en que el tramo más peligroso de Faneque se abrirá desde que esté acabado, como se anunció en un primer momento. Y la fecha sigue siendo mediados de 2022. Y recalcó que es una obra de interés social.
“Los problemas que hubo en la primera fase -ya abierta de El Risco a La Aldea- que alargaron muchísimo la obra afortunadamente no van a ocurrir en esta segunda parte”, agregó Franquis.
El presidente y el consejero estuvieron acompañados por el alcalde de La Aldea, Tomás Pérez, y el primer teniente alcalde de Agaete, Sebastián Suárez, así como por representantes de las empresas y técnicos del Gobierno.
8,5 kilómetros
La segunda fase del nuevo tramo de la GC-2 desde Agaete hasta La Aldea fue adjudicada a la unión temporal de empresas formada por Ferrovial-Agroman-Acciona-Lopesan por 152.361.708 euros y un plazo de ejecución de 65 meses, por lo que debería entrar en servicio en 2025. Actualmente se llevan certificados más de 20 millones de euros del presupuesto global. La obra, que se empezó a finales de 2019, es de un enorme complejidad ya que contempla la ejecución de ocho túneles y dos viaductos, para un tramo de apenas 8,5 kilómetros. Se podrá circular a una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora cuando se abra, con una sucesión de túneles y viaductos hasta llegar a conectar con la primera fase de la carretera, el tramo de El Risco-La Aldea, ya terminado y en uso desde el año 2017. | J. B.
