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Spantax, alas del empleo en Ingenio

La compañía aérea española, que operó entre 1959 y 1988, creó su primera base en Gran Canaria | Diversificó la economía y supuso una gran oportunidad laboral

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Antiguos trabajadores de la aerolínea Spantax

«Para Ingenio, como para todo el Sureste y toda la Isla, tuvo muchísima importancia que los fundadores de Spantax, el piloto de Iberia Rodolfo Bay Wrigth y la azafata, también de Iberia, Marta Estades Sáez, eligieran Gran Canaria para instalar la primera base de la compañía. Ellos eran ejemplos de trabajadores natos y crearon una empresa que era una escuela, en la que tenías que ser polivalente, además de estar siempre limpio. Incluso Rodolfo Bay, como todos los supervisores, nos trataban de forma amable y como personas». Así explica Alexis Frade Díaz, de 53 años, vecino de Lomo Cardón, en el municipio de Ingenio. Trabajó casi dos años en dicha aerolínea y en la actualidad lo hace en la empresa Multiservicios Aeroportuarios, en la limpieza de los aviones, en el aeropuerto de Gran Canaria.

Uno de los billetes de embarque que se conserva de la compañía Spantax. | |J. C. GUERR

Esta aerolínea tuvo más de 200 trabajadores en la Isla durante sus 29 años de existencia, siendo en su mayoría procedentes de la villa de Ingenio, especialmente de Las Puntillas, Lomo Cardón, Barrio Nuevo, La Jurada y Las Majoreras, como también eran de los municipios de Agüimes, Santa Lucía, Telde y Las Palmas de Gran Canaria, entre otros,

Fotos de trabajadores del municipio y fotos de aviones de la compañía. | | J. C. GUERRA

«Esta empresa tenía unas características que, en general, ya no existen hoy en día. Había una gran camaradería entre los trabajadores. Y muchos se ayudaban, por ejemplo, en construir su casa. Muchos matrimonios surgieron de hombres y mujeres que trabajaban juntos. Al menos dos generaciones trabajaron en Spantax, donde era fácil ver a hijos de los primeros que comenzaron, además de hermanos. En la gran mayoría de casos, los que empezaban a trabajar en la compañía, acaban su vida laboral en ella», recuerda.

Los empleados de la misma empresa de Ingenio y de Mallorca, con sus familias. | | J. C. G

Alexis Frade Díaz ha formado parte de la plantilla de la empresa de Rodolfo Bay durante los años 1986 y 1988. Frade Díaz y su familia son un buen ejemplo de lo que pasó a cientos de personas, que se formaron y salieron adelante gracias a Spantax. Este operario que sigue en el aeropuerto es miembro de la Asociación Cultural El Ingenio y está casado con María Jesús Rodríguez Estupiñán, y ambos tienen los hijos Laura e Iván Frade Rodríguez.

Los padres de Alexis Frade son: Eliseo Frade Santos, que falleció a los 98 años en 2019, y María Díaz Suárez, que murió en 2004 a los 81 años. Ambos tuvieron los hijos: Vicenta, Angelina, Pino, Eliseo, Jose, Floripe, Antonia, Mario y Alexis Frade Díaz. De los nueve, cinco trabajaron en la aerolínea. Jose Frade, de 67 años, estuvo 25 en catering y llegó a ser supervisor.

Eliseo Frade, de 70 años, sólo estuvo un año, para después opositar y formar parte del Cuerpo Nacional de Policía. Sus hermanas Floripe y Antonia Frade, de 65 y 61 años respectivamente, también trabajaron un año. Y Alexis, de 53, dos años.

Departamentos

Los ingenienses y otros de la Isla, que formaban parte de la plantilla de la sede de Gran Canaria, trabajaban en los siguientes departamentos: mantenimiento, que eran los mecánicos; catering; mayordomía (limpieza); venta a bordo; operaciones (planificación de los vuelos); personal de rampas; y facturación.

Los hombres hacían las mismas funciones que las mujeres en mayordonía, catering y operaciones.

«Los trabajos eran muy manuales, sobre todo, en catering. Había que lavar los cubiertos y luego forrarlos», señala Alexis Frade, quien no olvida que «los domingos, cuatro, nos dedicábamos a cortar 480 kilos de carne. También había que picar 15 ó 20 sacos de lechugas, con los de ajo y de cebollas. También había que pelar los huevos sancochados que venían en cinco cajas».

La delegación de la compañía estuvo en la segunda planta de un edificio que hace esquina de las calles Luis Doreste Silva y León y Castillo, en la capital grancanaria, y entre el parque Doramas y la Supermercomisaría

Han pasado 33 años desde que desapareció Spantax, en cambio Alexis Frade se acuerda de muchos de que fueron sus compañeros, o porque lo fueron de sus hermanos o simplemente porque son vecinos o amigos de toda la vida.

«Recuerdo a muchos, que venían de la aparcería, pero algunos olvidaré. Jose Luis Figueroa, estaba en operaciones y Diego Suárez, conductor en catering», afirma.

«Estaban también Antonio Díaz, conductor de jardineras [guaguas]; Jacinto Vera, en rampas; en mantenimiento se encontraban los hermanos Antonio y Paco Peña, como Paco Santana, en mayordonía, Teri Acosta y Federico Vega; no me olvido de los hermano Perdomo, Ángela, casada con el trabajador Antonio Torres, Concha y Manuel Perdomo; también en catering se hallaban Gonzalo y Juan Pérez; Josefa Lozano y Lucía Peña. No me olvidaré de Mendoza, quien era el director de catering. Falleció en torno a los 50 años de un infarto. Todos los que lo habían tratado me decían que era una buena persona», agrega.

Anécdotas

Como le pasa a la mayoría, a Alexis Frade se le acumulan las anécdotas y algunas se olvidan. «Uno de los mejores momentos era cuando desayunábamos todos juntos en el edificio de catering, los del mismo turno, y éramos treinta por la mañana», recuerda el hijo más pequeño de Eliseo y de María, y quien descubrió de pequeño el jamón York gracias a que su hermano Jose lo trajo del catering.

«El compañero Miguel Ramírez, que tenía unos 60 años en 1986, se traía todos para desayunar en una lata leche de cabra y gofio», afirma, al tiempo que señala que «no he olvidado que otro compañero se llevaba todos los días del trabajo la fregadura [la basura] para dar de comer a sus cochinos. La basura no estaba controlada, separada y regulada como ahora. Pues una Navidad trajo un cochino de unos 90 kilos para los compañeros. El cochino, bien muerto, estaba dentro de la nevera y me asusté cuando la abrí sin saber que estaba dentro».

En relación a situaciones de peligro durante la jornada laboral, Alexis Frade Díaz recuerda que un compañero que tenía 18 años «se despistó durante el guiado del catering a la bodega del avión y pasó delante de la turbina de la aeronave, y otro empleado, Paco Santana, al darse cuenta y en un instante, cruzó por debajo del fuselaje y lo empujó para sacarlo del peligro, y para que se espabilar».

Vinculo isleño

Otra situación particular en esta empresa era que los trabajadores de Gran Canaria podían ir a trabajar a la base de Palma de Mallorca entre los meses de mayo a octubre, en los mismos departamentos. Los empleados de Baleares podían hacer lo mismo entre octubre a mayo. Spantax pagaba a cada uno que hiciera ese traslado provisional una mensualidad de 55.000 pesetas para costear el gasto de la vivienda.

La aerolínea cubría el gasto del traslado del coche si lo querían. No sólo iban el trabajador o trabajadora, sino toda la familia, y los hijos estudiaban en el colegio, hacían la comunión y aprendían mallorquín. «Entonces, se creaba una gran amistad entre los canarios, que iban a Mallorca, y los de Baleares. Se formó una gran vínculo entre los isleños, tanto cultural como socialmente. Sé de algunos que hoy en día tienen una gran amistad mallorquines cuarenta años después», manifiesta.

Traslados

Los grancanarios que hacían los seis meses de trabajo en Baleares se unían mucho, aprovechaban cualquier ocasión para ir a comer, a un asadero o para ir a la playa.

Entre los muchos grancanarios que fueron a Mallorca, están por ejemplo José Frade y su mujer Lucía Peña, ambos se conocieron en el catering de Gando.

Diego Suárez aprovechó ocasiones para ir a trabajar a Mallorca, junto a su mujer Ángela Trujillo, y los hijos de ambos. También fue el operario de Spantax en Gran Canaria Federico Vega, con su esposa Pino Frade, que era ama de casa, con los dos hijos. Alexis Frade acompañó a su hermana Pino y a su cuñado a Mallorca cuando tenía 14 años, para pasar los seis meses allí. «Yo ayudaba a mi hermana y me encargaba de cuidar a mis sobrinos, más pequeños que yo. Y muchas veces que iba con ellos a la playa, pues yo acababa en la playa con los niños de otros amigos de Ingenio», afirma Alexis Frade.

«Con quien tuve una relación especial, aunque era más pequeño que yo, fue con Chano Suárez, hijo de Diego Suárez y Ángela Trujillo», añade.

Reconocimiento

Por todo lo vivido en Spantax en la Gando, Alexis Frade y otros extrabajadores, entienden que «sería bueno, justo, que se pusiera una placa, con los dos nombres de los fundadores, por reconocimiento por todo lo hecho».

«Todo esto lo he dicho porque me sentía con una deuda pendiente con esta compañía, la cual ha sido fundamental para el motor económico del Sureste, como para toda la Isla y Canarias por los puestos de trabajo directos e indirectos que se crearon», explica. Frade Días indica que «en Mallorca, existe una asociación, Amics [amigos] de San Sant Joan [aeropuerto capitalino]. Hay en un hangar, un avión que rehabilitaron y es una exhibición estática».

Historial

Spantax existió primero como Aerotaxis de España, con el pequeño avión británico Auster y con vuelos desde Gran Canaria a el Sahara Occidental, en el transporte de personas y mercancías. Luego, con los aviones pintados de blanco y azul DC-3, DC-4, DC-6 y DC-7, los vuelos entre las Islas y con la Península. Se abrió la sede en Palma de Mallorca.

Rodolfo Bay Wrigth (1910-200) ya demostró en los inicios de esta empresa creada con Marta Estadas, que sabía muy volar y que era su pasión desde niño. Durante la Guerra Civil combatió en el bando sublevado como piloto de hidroaviones de la escuadrilla de la base de Pollensa, bajo las órdenes de Ramón Franco, a quien acompañaba en otro hidroavión CANT Z.506 cuando sufrió el accidente que le costó la vida. A quien también le apasionaba volar a su hijo primogénito, Rodolfo Bay Alfageme, quien fue piloto de Spantax y que falleció en 1992 en un accidente de tráfico en Mallorca,.

A partir de 1962, comenzaron los vuelos charter de Spantax con Europa. A mediados década de los años 70 fue en la segunda mayor compañía charter de Europa.

En esa década comenzaron los vuelos transatlánticos. La crisis del petróleo de 1979 provocó el inicio de la quiebra. Los aviones Convair 990 Coronado, que se incorporaron en 1967, eran rápidos, pero su elevado consumo pasó factura. Spantax fue la primera aerolínea española que hizo el viaje entre España y Japón, volando por el círculo polar Ártico. La primera mujer piloto en España fue de la plantilla de Spantax, y fue Bettina Inés Kadner, de origen alemán.

Los fundadores también crearon Club de Vacaciones que era la agencia de viajes que trajo a millares de turistas a Canarias, y a España en general.

Sin embargo, después de haber sido una gran competidora de Iberia, de ser pionera, de sus éxitos y de los buenos resultados con los vuelos charter, como aquellos con los países escandinavos y con Latinoamérica, la deuda millonaria y las distintas promesas de invertir para reflotar que no se cumplieron, provocaron el irremediable cierre, que se produjo en marzo de 1988. Otras aerolíneas buscaron inmediatamente a los trabajadores de Spantax, por la experiencia que tenían, para contratarlos.

Accidentes

El comandante Maldonado tuvo en la década de los 60 que realizar un amerizaje en Los Cristianos, en Arona. No hubo heridos. En 1972, el accidente de un avión en el aeropuerto de Los Rodeos, también en Tenerife, dejó 155 fallecidos. Un año más tarde, el choque durante el vuelo de una aeronave de Iberia y otra de Spantax en Nantes (Francia). En el primer avión hubo 68 víctimas mortales. Y en 1982, se accidentó un DC-10 en el aeropuerto de Málaga, con el balance de 53 víctimas mortales.

Los novios de la empresa

La empresa Spantax se hallaba a mediados de los 80 del pasado siglo más cerca del cierre y desaparición. A pesar de haber superado la crisis del petróleo de 1979 y de apostar por otros aviones, el Boeing 737-200 y el MD-83, la deuda millonaria se arrastraba aún. En 1987 las dificultades financieras obligaron a ceder Spantax a un grupo financiero con sede en Luxemburgo que prometió que inyectaría capital, pero no ocurrió. Spantax dejó de operar el 29 de marzo de 1988. El empresario José María Ruiz Mateos se presentó como candidato para reflotarla y acudió al aeropuerto de Gran Canaria, reuniéndose con los trabajadores. No prosperó. Otro candidato fue el piloto de Formula 1, Niki Lauda, que compró el 20% de Spantax para intentar reflotarla con el mercado de los países nórdicos. Tampoco salió adelante.

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