San Mateo se inunda de pequeñas banderas blancas y celestes en honor a la Virgen de Fátima, pero vuelve a quedarse sin alfombras y sin fuegos artificiales. Hasta 1.500 tiras de tela, el doble que el pasado año, ponen la nota festiva en la plaza del Pino pese a que, debido a la pandemia, la celebración se reduce a los actos religiosos a lo largo de toda esta semana.

En esta localidad, donde desde hace dos años figura como fiesta local el 13 de mayo al considerar la corporación municipal que el culto que siempre se ha mantenido a esta imagen, la primera que se venera en Gran Canaria, merecía que se sustituyera el martes de Carnaval, con apenas seguimiento, por este día, los vecinos lamentan que tampoco este año no se puedan preparar las alfombras que tradicionalmente decoran las calles para el paso de la procesión.

El Obispo de Canarias acude a la celebración religiosa pero sin oficiar misa de enfermos

Es por ello, que lo que han hecho en esta ocasión es colaborar en la confección de más banderas, y es así, a golpe de tijeras y máquinas de coser como se han hecho unas 800 banderas nuevas, que se suman a las 700 que se llevaban colocando estos dos años, y para lo que el Ayuntamiento les ha facilitado las telas.

Aunque la celebración no estaba en el calendario local, tradicionalmente, en San Mateo se ha vivido con entrega toda esa semana de mayo en la que siempre se han engalanando las calles del casco y los barrios para el paso de la Virgen. En las ventanas se cuelgan las banderas blancas y celestes, mientras que las puertas y aceras se llenan de plantas y flores del mundo y hortensias. Un festejo que arranca el domingo antes al día de Fátima y concluye el domingo siguiente. Ese primer domingo la imagen recorría la zona de Hoya Viciosa, por la calle La Palma y regresaba por Cifuentes. El lunes siempre ha sido el turno de La Lechuza, mientras que el martes y miércoles pasaba por las calles del pueblo; Placetilla de la Caldereta, Doctor Ramírez Cabrera, Jacinto RodrÌguez Mejías, la urbanización El Pintor y la zona del Mercado. Ya el jueves visitaba el barrio de la Higuera, y el viernes le toca a El Chorrillo, La Bodeguilla, Acequía Marrero, La Veguetilla y calle Principal y por último, el sábado llegaba hasta El Retiro y Los Chorros, para regresar por las calles La Feria y Lourdes.

Pero, debido a las normas sanitarias a las que obliga la pandemia este año, por segunda vez, se suprime todo este recorrido al que acudían hasta desde otros municipios y todo se reduce a las celebraciones religiosas. El día grande, el jueves 13 de mayo, está previsto que haya misas a las 9.00 y 12.00 horas, y a las 19.30 horas será la función solemne que oficiará el obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos Pérez. También se ha suprimido la tradicional misa de los enfermos que se hacía el último domingo en la plaza