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San Bartolomé de Tirajana

Un polideportivo para Víctor Miranda

Familiares y amigos del jugador del antiguo Maspalomas Sol Europa promueven que el pabellón de San Fernando lleve su nombre tras su muerte

Víctor Miranda.

El fútbol sala era su pasión y por este deporte echaba más hora que un reloj. Y nunca le pesó. Su esfuerzo, su constancia y sacrificio hicieron de él uno de los jugadores más respetados de San Bartolomé de Tirajana en la década de los años 90 durante su paso por el Maspalomas Sol Europa, y un entrenador más que reconocido en las últimas temporadas. Víctor Miranda falleció el pasado mes de diciembre a los 43 años víctima de una enfermedad agresiva que acabó con su vida en apenas tres meses. Ahora, familiares y amigos promueven una iniciativa para lograr que el ayuntamiento sureño bautice con su nombre el pabellón polideportivo de San Fernando de Maspalomas, como homenaje.

A Víctor le gustó este deporte desde bien pequeño, y en su adolescencia entró como cadete en el San Fernando. El fútbol sala era su mundo, lo que más destacaba en su vida, y en la temporada 93-94 hizo las pruebas para el filial del Maspalomas Sol Europa. Ese mismo año se incorporó también a la selección canaria de fútbol sala, con 17 años. Y ahí la vida le dio un vuelco aún mayor: su pasión era ya casi su profesión.

El Maspalomas Sol Europa ganó en 1994 la Liga Nacional de Fútbol Sala, pero Víctor estaba aún en el filial. No así en la temporada del 96-97, cuando ya formando parte del primer equipo éste ganó la Copa de España. «Eso fue para él como estar en una nube, no le importaba ya otra cosa que no fuese el fútbol sala y se sentía orgulloso cuando competía en el exterior y podía ser el mejor embajador de Gran Canaria», relata Javier López, amigo, compañero de equipo en aquella época y representante de la familia.

Miranda jugaba en en Maspalomas Sol Europa cuando ganó la Copa de España en el año 1997

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Su tesón y su juventud lo llevaron a convertirse en uno de los jugadores más mimados por sus compañeros, al ser el más joven. Y esos mismos compañeros eran de quien él cogía recortes, además de uno de sus ídolos, el jugador brasileño Renato Gaúcho.

El Maspalomas Sol Europa, fundado en 1990, atravesó problemas económicos que provocaron su desaparición en 1999, pero Víctor Miranda continuó vinculado a otros equipos de San Bartolomé de Tirajana como el Ferreterías Encinoso de El Tablero.

Al tiempo que jugaba al fútbol se formaba como entrenador y también trabajaba en el servicio de mantenimiento de un hotel en Playa del Inglés. Y en la temporada 2016-2017 comienza a formar parte del Maspasala, el que fuera su último equipo como jugador y como segundo entrenador en 2017-2018. En las temporadas 2018-2019 y 2019-2020 fue primer entrenador del Maspasala femenino hasta que una grave enfermedad lo obligó a retirarse del campo y se lo llevó apenas tres meses después.

La crisis sanitaria impidió una despedida multitudinaria, y por eso familiares y amigos impulsan ahora que el polideportivo de San Fernando lleve su nombre, una iniciativa que ha recibido el apoyo de varios equipos deportivos como el Club de Baloncesto de San Bartolomé de Tirajana, el C.D. El Tablero, el C.D. Maspalomas, el club de gimnasia rítmica, el exjugador de la UDLas Palmas David García o jugadores de fútbol sala de la época como Antonio Martín.

Víctor Miranda vivía el fútbol con pasión y su calidad humana traspasaba el deporte. «Era una persona que te habría ayudado en cualquier momento de tu vida», cuenta su amigo Javier López, «y en el deporte fue un ejemplo a seguir». Nadie le regaló nada. Todo lo que Víctor Miranda logró lo consiguió con sacrificio.

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