La planta piloto de la compañía Elmasa Tecnología del Agua ha sido empleada como banco de pruebas para estudiar in situ la reducción de productos químicos en los pretratamientos con ultrafiltración en los procesos de desalación, siendo uno de los objetivos claves del sector. Se trata de un trabajo de investigación, impulsado por la propia compañía, realizado en colaboración con la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información de Gobierno de Canarias y el Instituto Tecnológico de Canarias, en el marco del proyecto DESAL+.

El objetivo del proyecto, informó ayer la empresa, es una apuesta por la economía circular, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Actualmente uno de los impactos que tiene la tecnología de ósmosis inversa se genera por el elevado consumo de productos químicos.

Gracias a este trabajo se han estudiado alternativas para reducir el consumo de hipoclorito sódico en los contralavados mejorados químicamente (CEB). El uso de hipoclorito sódico genera un incremento del biofoluing en las membranas de ósmosis, incrementando los costes de explotación al requerirse limpiezas químicas intensivas (CIP). Y todo esto unido a que se termina por hacer casi inviable la operación de dichas membranas, siendo necesario proceder a su reposición.

En este estudio llevado a cabo en la planta piloto de Elmasa Tecnología del Agua, se han ensayado otras alternativas al modo de operación habitual en la planta desaladora de agua de mar de Maspalomas I – Gran Canaria, eliminando los contralavados mejorados químicamente (CEB) y reduciendo la cantidad de hipoclorito sódico empleado. Como alternativa se han realizado limpiezas químicas intensivas cada 72 horas, modificando la duración de cada etapa de la limpieza básica y ácida en 30, 60 y 90 minutos (mini CIP’s). Los resultados revelaron que la metodología ensayada (limpieza cada 72 horas y duración 60 minutos) permite reducir el consumo de hipoclorito sódico en un 60%. No obstante, esta alternativa implica un incremento en los costes de explotación como consecuencia del incremento del consumo de otros productos químicos que se emplean en los mini CIP’s.