Raúl Arencibia Suárez, pregonero de las fiestas de San Antonio de Padua de Moya, evocó anoche la figura del poeta Tomás Morales al invitar a los grancanarios a disfrutar de los actos programados en la Villa hasta el próximo 21 de junio. Aunque el escritor, médico y político moyense es un clásico en todos los pregones, este año se comemora el centenario de su fallecimiento y una oportunidad para recordar los primeros años en su pueblo natal y resaltar la veneración que tuvo por el patrono, de la que existen huellas en su obra.

«San Antonio bendito de mi alma/Mi santo protector/A tus plantas contrito y afligido/A implorar va tu gracia, arrepentido/Un pobre pecador». Esta oración fue escrita en el año 1900 por un adolescente Tomás Morales y recordada por el pregonero, junto a otros versos que ilustraron su niñez en la finca de su familia en El Cavadero u Hoyas del Cavadero, en la zona de Los Tilos.

Raúl Arencibia, presentador del programa de televisión Tenderete, centró su homenaje en «aquel niño, con alma llena de ilusiones, que le costaba estudiar, pero dicen que recibía ayuda del Espíritu Santo, porque conseguía sacar la nota necesaria para el aprobado». Lo que más deseaba el joven Morales, según Arencibia, «era que llegase el verano para volver a su refugio de Moya».

«Entre sus versos», continuó, «he querido destacar los que escribió, mientras jugaba, uno de esos días de verano: Y he recordado… el breve rincón de un pueblecillo/ Una casa tranquila inundada de sol/Unas tapias musgosas de encarnado ladrillo/Y un jardín que tenía limoneros en flor».

En el Parque de Pico Lomito, y presentado por el alcalde, Raúl Afonso, Arencibia relató que el nombre de Tomás Morales aparece en el pregón porque hay fechas y circunstancias que hoy no pueden pasar inadvertidas.

El pregonero acompaña el homenaje a su paisano con poemas de su adolescencia

«Son muchas -añadió- las razones que me llevaron a pensar en él. Todo comenzó hace unos años, cuando me sorprendió ver que, el día de mi nacimiento, el 11 de marzo, pero de 1920, se homenajeaba a Morales, por los éxitos de su obra, cuando tenía 36 años. Ese detalle me llevó a curiosear y leer sus libros y lo que habían escrito de él. Los expertos consideran ese momento en la vida de Morales como la coronación de su gloria y de su fama. Sin embargo, el poeta demuestra su humildad diciendo que el éxito está más bien en las bondades del pueblo, más que en sus propios merecimientos”.

Tras recordar que el próximo 15 de agosto se cumplen los 100 del fallecimiento del poeta, el pregonero sostuvo que «en el inicio de estas fiestas conviene resaltar la alegría con la que aquel niño vivía la llegada de la traída de la rama en Moya, se engalanaba al santo y las calles, repicaban las campanas y se lanzaban globos al aire».

El actual conductor del Tenderete, el programa más longevo de la televisión en Canarias, consideró que «habría que pensar» en la vigencia del pregón más allá del significado nostálgico o de reconocimiento que ha ido adquiriendo el acto.

«Eran otros tiempos cuando los primeros pregoneros recorrían las calles de los pueblos anunciando las fiestas con la ayuda de una bocina destartalada. Entonces y hasta hace unas décadas, cuando ya tomaron otra dinámica, sin que hubiese tantos medios como ahora, los pregones servían para anunciar algo novedoso en la vida de los pueblos. ¿Y ustedes creen que yo, viniendo del ámbito de la comunicación, en televisión y radio, pienso que de verdad podía contarles algo novedoso? Hoy tenemos pregones a diario, en las redes sociales, la prensa digital, la televisión o la radio», se preguntó.

A su juicio, si el pregón tiene sentido «lo será para renovar en los vecinos el orgullo de ser del lugar en que han nacido o donde están sus raíces, o quizá el lugar donde ahora residen; y seguirán teniendo sentido si en ellos se transmiten las ideas de una convivencia más rica, compartir amor por el pueblo, transmitir valores o aportar reflexiones que nos permitan fortalecer nuestro presente y futuro».