La única concejala de Nueva Canarias en el Ayuntamiento de Mogán, Isabel Santiago, aseguró ayer ante el juez que no tiene conocimiento directo sobre la presunta compra de votos en las elecciones municipales de 2015 y 2019 en Mogán a favor de Ciuca, el partido de la actual alcaldesa, Onalia Bueno, según explicaron fuentes presentes en la sala de vistas. Santiago señaló que le llamó poderosamente la atención el aumento del voto por correos en las elecciones de 2015, cuya cifra ascendió a los 558 sufragios frente a los 191 registrados cuatro años antes, así como los 1.194 contabilizados en los comicios de 2019, pero tampoco sabía cómo explicar esa evolución.

En su declaración ayer ante el juez que investiga la causa sobre la presunta compra de voluntades en Mogán, el magistrado del Juzgado de Instrucción número de 3 de San Bartolomé de Tirajana, Francisco Javier Ramírez de Verger, Santiago sostuvo que no conocía ningún caso pero que, cada vez que se acercan las elecciones, en el municipio se «escuchan rumores» y el ambiente «se va caldeando», según explicaron las mismas fuentes. La edil y su partido ejercen la acusación popular en esta causa.

A preguntas del magistrado sobre su relación con Ramón Trujillo El Perraya, denunciante e investigado en la causa tras confesar que participó en la compra de votos, la concejala de NC señaló que no hay una amistad sino una relación de cordialidad. Sin embargo, añaden las fuentes, dijo que Trujillo ha estado en multitud de ocasiones en su casa, incluso para que ella misma le hiciera gestiones administrativas como la solicitud de la ayuda del ingreso mínimo vital porque él no sabía.

Santiago ha negado ante el magistrado una relación estrecha con Ramón Trujillo apenas cinco días después de que una de las testigos de esta causa, B.P.G., cambiase su versión y relatase al juez que no le pagaron por su voto, sino por mentir y decir que le habían comprado su papeleta. En esa declaración, esta testigo sostuvo que El Perraya la llevó a casa de Isabel Santiago y su marido Juan Manuel Gabella, donde estaba también el exedil de Ciuca Domingo Rodríguez y allí le ofrecieron 150 euros por falsear su declaración y decir que le habían comprado el voto.

Santiago explicó que conoce a Rodríguez y D. A., otro testigo, porque se presentaron con ellas a las elecciones. Negó además ofrecer documentación interna del Ayuntamiento a José Manuel Sánchez Fornet, un representante de un sindicato policial, para activar la causa contra Bueno.

Otro de los testigos, J.A.R, funcionario municipal, contradijo la versión ofrecida ante la Guardia Civil. En su declaración inicial sostuvo que él era el encargado de llevar a Salvador Álvarez, uno de los investigados, a casa de D. A, otro de los investigados, para darle los cheques que había facilitado el empresario Luis Oller para, según le aseguró Álvarez, financiar de forma ilegalmente la campaña de Ciuca. Sin embargo, ante el juez sostuvo que él tenía miedo porque realmente pensaba que el dinero estaba relacionado con la compra de droga.

El tercer testigo que declaró ayer, F. B., mostró su incredulidad por verse en la causa. Fue uno de los funcionarios que se benefició de un complemento específico junto a otras siete personas y señaló que no entendía por qué debía declarar cuando no lo había hecho ante la Guardia Civil y tampoco llamaron a declarar a los otros siete funcionarios. F. B. sostuvo que cree que está en la causa porque comparte apellido con la alcaldesa.

Por último, J. B, un testigo que votó por correos, explicó que no había recibido nada a cambio por apoyar a Ciuca, que lo hizo porque quiso al escuchar rumores que apuntaban a que si Ciuca ganaba las elecciones el Centro Comercial de Puerto Rico se modernizaría y él tiene allí un amigo, Marzouk Ghalidi, uno de los investigados, que tiene un negocio. Aseguró también que votó por correos porque así lo prefirió. Hoy prestarán declaración otros cuatro testigos.