La Mancomunidad del Norte ha adjudicado, por un importe de 207.583 euros, a la UTE formada por la empresa Canaragua Concesiones SA y Elmasa Tecnología del Agua SAU los servicios de ingeniería, fabricación, instalación, puesta en marcha, explotación y legalización de una desaladora de agua de mar basada en criterios de economía circular -la primera de estas características en el Archipiélago- que será instalada en el Parque Tecnológico de Gran Canaria, en la Punta de Gáldar.

La desaladora propuesta por la UTE se basa en la tecnología de ósmosis inversa, contará con una capacidad de producción de 375 metros cúbicos al día (m3/d) de agua desalada, con menos de 750 uS/cm de conductividad, de los que 75 m3/d se podrán destinar a agua de abasto para consumo humano del personal e investigadores que trabajen en el Parque. El resto será agua industrial para la actividad de proyectos de las propias instalaciones.

El carácter altamente innovador y de máxima eficiencia que se pretende con esta desaladora, con el fin de respetar los principios de economía circular por los que el Parque se constituye, implica que esta planta presente una serie de diferencias en el diseño y explotación. Entre ellas está la de no usar reactivos químicos en el pretratamiento, eliminar la filtración en arena al contar con un pozo playero de captación de agua de mar del que se prevé una adecuada calidad de agua a desalar, dimensionar la desaladora con el equilibrio óptimo entre: la conversión del proceso (41% - relación de agua desalada y agua de mar necesaria), el más bajo flujo de membrana posible (13,68 L/m2 – h) y la energía consumida (1,96 kWh/m3). Todo esto unido a un sofisticado sistema de control y adquisición de datos para garantizar una operación eficiente en modo automático presencial y en remoto vía GSM.

Además de lo anterior, se va a incorporar en este diseño un elemento diferenciador para reducir aún más la huella de carbono de la desalación. Será la contribución de energía solar fotovoltaica aislada de red sin excedentes, conectada directamente a los variadores de frecuencia de las bombas de la planta. Es un concepto innovador que permitiría, gracias a una instalación de 22,5 kWp de energía solar fotovoltaica en la cumbrera de la nave donde estará alojada la planta desaladora, alcanzar un ahorro esperado de energía de la red eléctrica superior al 20% al año. Aplicaciones similares en plantas desaladoras testadas por el Instituto Tecnológico de Canarias en sus instalaciones de Pozo Izquierdo avalan esta solución para poder alcanzar ahorros de energía fósil de hasta un 35% operando en franja diurna.

En las próximas semanas se concluirá el proceso de adjudicación y formalización del contrato y el plazo de ejecución e instalación de la desaladora, que se establece antes de final de este año.