El intenso calor sobre el Archipiélago canario ha dejado temperaturas máximas por encima de 40 grados por segundo día consecutivo y este domingo ha animado a gran parte de la población a buscar refugio en el mar. Aparte del lleno en las playas capitalinas de Las Canteras y Las Alcaravaneras, con imágenes de aglomeraciones en la orilla que no se veían desde antes de la pandemia, cualquier espacio del litoral desde la Laja a Mogán, hacia el Sur, y desde El Puertillo a La Aldea, por el Norte, ofreció un respiro a los grancanarios y visitantes ante bochorno en tierra adentro. 

Aunque el fin de semana del Carmen es habitualmente uno de los más calurosos del año, este domingo el Gobierno de Canarias emitió una actualización de la alerta en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura y la amplió a las islas de Tenerife y La Palma. En la declaración, la Dirección General de Seguridad y Emergencias justificó la alerta «por un episodio de calor con temperaturas máximas de 38 grados centígrados en Gran Canaria y Tenerife y 37 grados en Lanzarote, Fuerteventura y La Palma, pudiéndose superar localmente ese umbral», como posteriormente se comprobó con termómetros por encima de los 40 grados en varios puntos de las dos islas capitalinas. 

La temperatura máxima se registró en el municipio grancanario de Agüimes, con 41,9 grados a las 15.50 horas de la tarde, seguida de los 41,6 del Aeropuerto Sur de Tenerife y de los 40,0 del Lomo de Alfonso, en San Bartolomé de Tirajana. El calor afectó al interior de las islas, principalmente a la mitad sur de Lanzarote y Fuerteventura, así como a medianías y cumbres orientadas al oeste, sur y sureste de Gran Canaria, Tenerife y La Palma. El Gobierno regional también advirtió que las mínimas nocturnas se mantendrán altas en estas zonas, mientras que El Hierro y La Gomera continúan en situación de prealerta.

Los negocios de Tauro recuperan los clientes pese a las dificultades para acceder a la arena

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene para este lunes avisos amarillos en toda Fuerteventura, La Gomera y El Hierro, así como la mitad sur de Gran Canaria y Tenerife y las cumbres de La Palma. La predicción de la Aemet es de predominio de cielos poco nubosos o despejados, salvo algunos intervalos nubosos en zonas bajas del norte de las islas occidentales, tendiendo a nuboso en litorales norte a últimas horas. Probable calima ligera en niveles altos y temperaturas en descenso, superándose todavía los 34 a 35 grados en zonas de interior de Gran Canaria y Fuerteventura. El martes se retiran los avisos y se vuelve a la normalidad, aunque con temperaturas altas. Junto a la alerta, el Gobierno autonómico emitió las recomendaciones a la población para evitar los golpes de calor y a los cabildos para que pongan en marcha los instrumentos de prevención y extinción de incendios forestales. 

Este domingo, los cielos despejados lanzaron a los ciudadanos hacia las playas y desde antes de mediodía ya se observaban riadas de personas hacia Las Canteras, que durante todo el día revivió escenas veraniegas de antes de las restricciones de la Covid-19, con miles de bañistas y lleno en las terrazas de la avenida.  

Chapuzones

Esas imágenes se repitieron en las grandes playas de Telde (La Garita y Melenara), y del Sur (San Agustín, Playa del Inglés, Maspalomas, Puerto Rico, Amadores y Mogán), pero también en los demás puntos del litoral donde es posible darse un chapuzón o aparcar el vehículo o la caravana para disfrutar el día junto al mar, donde las temperaturas rondaban los 30 grados. 

La Aemet mantiene este lunes los avisos amarillos por altas temperaturas y prevé ligera calima

La playa de Tauro, en Mogán, recién abierta al público por sentencias judiciales, fue el destino elegido por centenares de bañistas, aunque muchos tardaron un rato en encontrar los accesos hasta la arena artificial y algunos siguieron de largo después de dar innumerables vueltas. 

En el bar-restaurante Pío Pío, aún rodeado de vallas, se mantiene la lucha de los vecinos contra el cierre de la playa mientras se dirimen los pleitos entre la Demarcación de Costas, la empresa Anfi Tauro y el Ayuntamiento. Lorena Perdomo, una de las trabajadoras que atiende la terraza se quejó del cierre de los viales para llegar hasta las viviendas y negocios de Tauro. La única entrada a pie es desde el camping de Guantánamo, lo que obliga a caminar unos cientos de metros. Los visitantes que desconocían ayer ese acceso tuvieron que saltar muros o colarse por recovecos entre las vallas para llegar a la arena con sus sombrillas, tumbonas y neveras. 

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Bañistas en el sur de Gran Canaria durante la ola de calor (18/07/2021) José Carlos Guerra

«Si ocurre algo, aquí no puede entrar ni una ambulancia porque están todas las calles bloqueadas», explicó Lorena. Aunque no pudo ocultar su alegría por la apertura de la playa «para todos los ciudadanos», y de paso el mantenimiento de su puesto de trabajo, criticó que el único cambio sea la colocación de un cartel del Ayuntamiento en el que se advierte que no hay socorristas y que se prohíben media docena de actividades. 

Pese a ello, aseguró Lorena, «están volviendo los usuarios de toda la vida y también personas que viene a apoyar a los residentes a recuperar la playa». Entre estos últimos, en una de las mesas de la terraza del Pío Pío, se encontraban ayer varios amigos de Vecindario que querían mostrar su respaldo a Paco Ojeda, uno de los líderes de esas movilizaciones, y de paso mostrar las bellezas de Tauro a sus familiares asturianos. José María y Susana, llegados desde Lugones para pasar sus vacaciones en la Isla, se mostraron «encantados», aunque sin comprender como una parte de la costa puede estar rodeada de vallas. 

Las piscinas del Castillo del Romeral ofrecen tranquilidad a buena gastronomía en los alrededores

Las otras playas de Mogán recibieron más visitantes, aunque en Amadores o Puerto Rico, aún se percibe el descenso de número de turistas extranjeros y peninsulares en las hamacas y en los restaurantes de la avenida. Lo mismo ocurre en Playa del Inglés y Maspalomas, donde es el turismo interior el que ayuda a mantener los negocios abiertos.  

Uno de esos lugares cada vez más elegidos por los bañistas es Castillo del Romeral, pues además de la pequeña playa de arena pueden disfrutar de las dos amplias piscinas seminaturales y una creciente oferta gastronómica en las cercanías. Miguel Carreño es el vendedor de helados y este domingo tuvo más trabajo del habitual. Mientras preparaba dos conos y dos vasitos de fresa y vainilla, comentó que desde el año 1985 aparca su furgoneta en la entrada al puerto y vende entre 150 y 200 helados en días de calor, lo que ayuda a mantener la economía familiar.