El Centro de Iniciativas y Turismo de Gran Canaria (CIT) propone al Gobierno canario que se traslade a Arinaga, bien a la zona industrial o al mismo puerto, la cementera que Ceisa tiene en Santa Águeda, y cuya concesión expira en marzo del próximo año. Fernando del Castillo Benítez de Lugo, presidente del CIT, señaló ayer que este emplazamiento es “idóneo, y el más competitivo” para que la planta de cemento de El Pajar pueda continuar su actividad “con todas las garantías medioambientales”.
En un acto que tuvo lugar ayer tarde en el Gabinete Literario, Del Castillo recordó que la deslocalización de esta industria y la reclasificación de este enclave como turístico son actuaciones ya previstas en los planes de ordenación del territorio, y destacó que el desarrollo de esta bolsa de suelo, la más preciada de todo el litoral del sur grancanario, será un “revulsivo como estímulo económico crucial en los tiempos que corren para garantizarnos el futuro de excelencia al que todos los grancanarios debemos aspirar”.
Tras mostrar con fotomontajes las dos posibles ubicaciones de la cementera en Arinaga, en el polígono industrial o en el puerto, y también cómo quedaría el puerto turístico de Santa Águeda, el presidente del CIT manifestó que «la cementera ha sido un escollo disuasorio para el desarrollo turístico de la zona de los años sesenta hasta los inicios del Plan Maspalomas Costa Canaria».
Esta iniciativa estratégica en defensa del desarrollo turístico exclusivo de Santa Águeda, que lidera Del Castillo, cuenta con el respaldo de la Asociación de Clubes Cívicos- Culturales y Deportivos de Gran Canaria (Asoclub) . de la Real Sociedad de Amigos del País, que representa Tomás Van de Walle, y además cuenta con el apoyo de la Federación de Hostelería y Turismo (Feht) y de la Federación de Ocio y el Skal.
En este sentido, destacó que para el CIT es un deber liderar este proyecto ya que coincide con la misión y fines para los que fue constituido en 1934, la defensa del interés turístico preservando la buena imagen de la isla de Gran Canaria, que a día de hoy significa “planificar para las siguientes generaciones un modelo turístico inteligente, de sostenibilidad, garante de la máxima excelencia y competitividad para nuestra primera industria del Archipiélago”.
Tras valorar como acertada la decisión del Gobierno canario de crear una comisión de trabajo para dilucidar el futuro de Santa Águeda, Del Castillo insistió en la incompatibilidad de la industria cementera actual con el uso turístico asignado para esta zona ya que el Ejecutivo ha dejado caer la posibilidad de permitir como en Almería un uso mixto. «No sólo sería perturbador la estética de la fábrica con sus ruidos y contaminación en la descarga del clinker, sino también el paso de cubas y camiones desde la cantera de El Pajar de donde se extrae la puzolana», añadió. Y concluyó que el momento del cambio lo marca el fin de la concesión por 50 años, y alentó a Ceisa a que valore la deslocalización ya planificada por el Cabildo de Gran Canaria.
También participaron en este acto, y con parecidos argumentos, el director general del Grupo Cordial, Nicolás Villalobos, la abogada urbanística Irene Schamman, el ingeniero Julio Rodríguez, y el técnico Juan Medina.