La última semana de julio se despide dejando hasta más de dos litros por metro cuadrado en las medianías de Gran Canaria viradas al norte, en un martes en el que los cielos encapotados durante buena parte de la jornada dieron con la imagen más ortodoxa de la panza de burro, y con unos alisios barriendo con intensidad las costas del sureste y el noroeste insular.
Estas velocidades se reflejaban en las máximas del Archipiélago apuntadas en La Aldea de San Nicolás, con rachas de hasta 85 kilómetros por hora poco después del mediodía, o de 71 kilómetros por hora, como en el caso del aeropuerto de Gran Canaria a las tres de la tarde, mientras que en la mitad sur de la isla se disfrutaba de un verano aparte con temperaturas de casi 30 grados centígrados, como las registradas en la estación de la Agencia Estatal de Meteorología en Tunte. También en Tejeda se anotaron valores propios del verano, con sus 28,4 grados centígrados, muy similares a los del litoral de Maspalomas.
Según la previsión de la Aemet para este miércoles las temperaturas continuarán en los mismos valores, o si acaso en un ligero descenso, mientras los cielos continuarán en el norte amenazando al menos en la primera mitad del día con lluvias débiles y ocasionales, sobre todo en medianías. También amanecerán cubiertos en Lanzarote, para abrir claros a medida que transcurran las horas, todo ello presidido por un viento del nordeste con intervalos de consideración en el sudeste y noroeste de Gran Canaria, y la presencia de brisas en las costas suroeste.
