La dirección de Cueva Pintada plantea al Gobierno de Canarias así como al Cabildo una reflexión con la que abordar su futuro a medio plazo, adecuándolo a los tiempos con una redefinición tanto de sus espacios como de su contenido y la didáctica museística.
Estos objetivos fueron trasladados la pasada semana durante una reunión a a la consejera de Cultura del Cabildo, Guacimara Medina, y a María Antonia Perera, directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias
Esta puesta al día, en unas instalaciones que comienzan a adolecer de carencias en sus infraestructuras, implican el desarrollo de «un plan de futuro», como lo denomina la directora-conservadora de Cueva Pintada, Carmen Gloria Rodríguez, y que supone «inversiones relevantes», como es el caso de la partida que debería ser destinada a la conservación preventiva, impearmeabilizando la cubierta de casi 5.000 metros cuadrados para lo cual se requiere de unas obras por valor de 407.000 euros. Otro tanto de lo mismo ocurre con las telas perimetrales que cobijan el poblado indígena, que necesitan ser repuestas en los lados sur y este, lo que suponen una factura de unos 300.0000 euros.
El ingente incremento de los restos arqueológicos, que han aumentado desde el año 2013 hasta la actualidad en unos 10.000 elementos, que se suman a los 50.000 con los abrió el museo, hace necesario, según Rodríguez, de una readaptación de los almacenes, que deben ser dotados de los denominados ‘compactos’ y hacer de ese espacio un atractivo más del inmueble cultural haciéndolos visitables, para acercar al público al estudio, la investigación e incluso la gestión de ese patrimonio.
Pero más allá de los detalles prácticos o incluso fungibles, lo que plantea la dirección en este punto de la cada vez más abigarrada biografía del centro cultural, es el cambio del propio discurso del museo, que se basa en gran parte en un soporte audiovisual de hace 20 años para adaptarlo a las nuevas tendencias, y dar cumplimiento a la evaluación de la percepción de sus visitantes, «en atender qué es lo que pide y quiere». En este sentido subraya que «hemos empleado muchos esfuerzos para generar conocimiento, y el programa de conservación debe ser expuesto», y para todo ello se necesita un cambio de fisonomía que se encuentra en forma de un anteproyecto firmado por GPY Arquitectos, «que nos permite plantearlo a los responsables políticos para ver si consideran oportuna esa renovación».
El inmueble galdense y su equipamiento comienza a adolecer del paso del tiempo
Un nuevo esquema que pasa, entre otras soluciones y propuestas, por redefinir la pasarela completa que vuela sobre su interior «para configurar un circuito cerrado, y por ampliar las terrazas también interiores para ganar espacio de exposición, así como para reconducir el flujo de visitantes.
A eso se añade la petición de la vuelta a la firma de convenios de colaboración con la Universidad de Castilla La Mancha, como el que se disfrutó entre los años 2014 y 2018 para la aplicación de nuevas técnicas de documentación o las bases de datos en la web, y «que junto con las dos universidades canarias serán las que lleven el rumbo de Cueva Pintada de las nuevas generaciones, que es su progresión lógica”.
En cualquier caso Carmen Gloria Rodríguez habla en nombre de «un equipo de trabajo, en una dinámica en la que recabamos también la opinión de expertos de fuera para que sea un proyecto en el que participen muchas voces, que incluso se debe plantear en su momento con nuestras universidades para que sea consensuado de forma que se convierta en un plan institucional, y no de las personas», para recordar por último que el Gobierno de Canarias es el titular del centro, «y lo ha venido apoyando con acciones hasta ahora, logrando posicionarse en España y que tiene algo que decir porque se lo ha ganado a pulso, pero queremos que se implique de una forma más decidida en un espacio que necesita ponerse al día con un plan estratégico para afrontar su futuro».
