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Ingenio

Objetivo conseguido: el agricultor Nauzet Méndez logra vender 50.000 kilos de mangas tras pedir ayuda

Cientos de personas de toda la Isla fueron a la tienda en Ingenio tras ver el vídeo en las redes

Vende 6.000 kilos de manga en dos horas

Vende 6.000 kilos de manga en dos horas Andrés Cruz

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Vende 6.000 kilos de manga en dos horas Marcos Álvarez Morice

El agricultor Nauzet Mendéz, de 34 años, natural de Agüimes, que vive y trabaja en la villa de Ingenio, fue ayer el primer sorprendido por la venta durante la mañana, en poco más de dos horas, de 6.000 kilos de mangas en el local que regenta en la calle Juliano Bonny de la villa ingeniense. Este lote de la fruta procedía de su finca de 800 hectáreas que se encuentra en Palmitos Park, en el municipio grancanario de San Bartolomé de Tirajana. A lo largo de la mañana de hoy y desde ayer, ha logrado vender toda la producción, hasta alcanzar los 50.000 kilos de mangas, entre la ventas realizadas en la tienda y los pedidos que se han atendido tras los encargos de los clientes.

Nauzet Méndez había difundido durante el pasado fin de semana en las redes sociales un vídeo en el que solicitaba ayuda de los ciudadanos porque espera esta temporada tener una producción de algo más de 50.000 kilos de los frutales, y las opciones de conseguir una venta rentable eran cada vez menores.

Un agricultor de Gran Canaria pide ayuda para vender todas sus mangas

Un agricultor de Gran Canaria pide ayuda para vender todas sus mangas La Provincia

«Tuve que pedir ayuda, apoyo, porque la cantidad que me pagaban los mayoristas era muy poco, sin cubrir los gastos fijos y de producción. Era muy inferior al precio que he puesto al público. Si no lo vendo, pierdo la cosecha. Por eso hice la oferta con el precio de 1,69 euros por cada kilo de manga. En otros sitios, el kilo te lo encuentras entre 2,5 y 4,20 euros. Estoy muy sorprendido y agradecido por la respuesta de la gente», explicó el agricultor, quien abrió la tienda media hora antes, a las 07.30 horas, al ver que ya más de treinta personas hacían cola.

La cola se iba haciendo cada vez más larga. Sobre las 10.15 horas tuvo que salir para anunciar que se habían acabado los 6.000 kilos de mangas que tenía preparados para ese primer día tras la campaña de difusión. Sin embargo, la fila de más de treinta o cincuenta personas en cada momento continuó durante toda la mañana. Las personas esperaban, la mayoría más de una hora, para hacer pedidos de distinta cantidad de kilos de manga para recogerlos este martes.

El productor, con finca en el sur, vende a 1,69 euros el kilo para no tener que tirar sus 50.000 kilos de fruta

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Quedan más de 40.000 kilos de mangas en la finca y esperar a que estén a punto gradualmente, recoger, embalar y poner a la venta.

Mientras una de las trabajadoras despachaba y tomaba nota de los pedidos detrás del mostrador, la otra dependienta salía cuando podía a la calle con una carpeta o hasta la puerta, con la clara intención de reducir la espera, mientras apuntaba las peticiones de mangas. Bastantes de los que entraban adquirían también otros productos.

«Llevamos casi un año con esta tienda y nuestra filosofía es la venta de productos locales y de calidad, y sin intermediarios, al tiempo que mantengo relación directa con los productores y agricultores de la Isla», afirmó Nauzet Méndez, quien se levanta cada día que trabaja entre las 03.30 y las 04.00 horas, abre a las 08.00 el establecimiento, y se marcha a las 14.00 horas, para después comer y descansar algo, y luego ir a la finca para seguir trabajando, preparando y seleccionando la fruta antes de cargarla en el camión. Durante la tarde de ayer tenía la tarea de poner a punto otra buena cantidad de mangas para los pedidos de los cientos de clientes.

Respecto a lo que significa para él este trabajo de producir y vender frutas y verduras, declaró que «es bastante sacrificado, pero me da bastante vitalidad y la alegría de que los clientes compran en la gran mayoría productos de Gran Canaria». «Con lo que hacemos, vivimos mi familia y yo, además de las dos empleadas y el trabajador que están en la tienda, y también ofrecemos servicio a domicilio [en esta campaña de mangas no], y el agricultor que trabaja en la finca. Directa e indirectamente creamos empleo en el sector primario y beneficiamos a nuestra economía», indicó.

«En ocasiones, a los mayoristas les sale más rentable traer contenedores con gran cantidad de mangas desde Tenerife o La Palma, pagando muy poco al productor, alegando que tienen el coste del transporte, a pesar de que Gran Canaria es la mayor productora de esta fruta. Hay que apoyar más al agricultor local», resumió.

Colas, hoy, ante la frutería de Ingenio en la que se venden las mangas para cuya venta pidió ayuda el agricultor Nauzet Méndez. LP/DLP

Respaldo

Los interesados en adquirir la fruta no sólo acudían ayer desde Carrizal e Ingenio, los más cercanos a la tienda, sino de otros municipios, como Teror, Agüimes, San Mateo, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Brígida y La Aldea de San Nicolás, entre otros.

«He pedido doce kilos de mangas que recojo mañana [hoy, para el lector]. Siempre tiene buenos precios, mientras que en muchos sitios de Las Palmas de Gran Canaria son imposibles y abusivos», manifestó Davinia Ventura, vecina del barrio capitalino de La Isleta, quien añadió que «he venido también para respaldar el producto local», la frase más repetida entre los clientes que hacían cola que fueron encuestados.

Pilar Santana, vecina del Cruce de Arinaga, en el término municipal de Agüimes, tiene siete hijos,. «No quise perder la ocasión para encargar para mañana y llevar para todos, si puedo. Igual encargo 15 kilos. Ya veré. No sólo he venido por el buen precio, y porque viene directos de la finca, sino también para ayudar al agricultor local», explicó.

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Tienda de Nauzet Méndez en Ingenio Andrés Cruz

Juan Santana Melián reside en la capital grancanaria, al tiempo que tiene un pequeño terreno con plantaciones en su municipio natal de Gáldar. «Hemos venido para echar una mano a los agricultores locales. Siempre me ha gustado el campo, y he sabido descubrir qué fruta o verdura viene directamente de la huerta y cuál ha estado dentro de las neveras. Esto último pasa muchas veces en las grandes superficies, donde le echan agüita y te lo ponen bonito, para luego no tener sabor», afirmó cuando llevaba cerca de una hora de espera y tenía delante al menos a quince personas.

Por su parte, su esposa Vil Ramírez puntualizó que «hace poco compré una ciruelas en una gran superficie y no sabían a nada. Los plátanos y el tomillo, por ejemplo, que tenemos plantados en Gáldar sí tienen aroma y sabor».

Letizia Marrero, procedente de Santa Brígida, sentenció que «he venido a ayudar después de ver el vídeo por wasap. Nosotros encargaremos 50 kilos para repartir entre la familia».

Teresa Sarmiento García, de Carrizal, resaltó que «yo vengo a ayudar al productor local», mientras otra mujer, que prefirió no identificarse, protestaba por el tiempo de espera. «Es insólito. No compensa», alegó.

Entonces, Teresa Sarmiento le expuso de manera educada las razones para hacer la cola, en beneficio del sector primario y de todos, y de su libertad de no seguir esperando. Finalmente, le dio la razón a la vecina de Carrizal y siguió en la fila.

Otra residente del pueblo carrizalero, Enni Cordero, destacó que «he venido para encargar y para respaldar al sector primario, además de que tienen el aspecto de estar buenas estas mangas, como vi el vídeo por las redes sociales».

«Hemos venido a echar una mano al agricultor local. Su fruta tiene sabor y aroma», afirma Juan Santana Melián

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José María Gil de Arana fue a la tienda desde su domicilio de Siete Palmas, en Las Palmas de Gran Canaria. «Antes de que se pudran o las tiren, aprovechamos para comprar. Hay que ayudar al agricultor de la Isla. Es más barato, con ese precio de 1,69 euros por kilo, y se rentabiliza también los dos desplazamientos desde la capital. Hicimos el encargo de 50 kilos de mangas para repartir entre los de la familia, y vendremos mañana a buscarlos. Igual hacemos una o varias tartas», afirmó entre risas.

Unos tres hermanos, procedentes del barrio de La Feria, en la capital grancanaria, acudieron a esta tienda de la calle Juliano Bonny de Ingenio para comprar cada uno 15 kilos que repartirán a sus respectivas familias. «No sé qué harán ellos con estas mangas, pero yo tengo muy claro que me haré batidos, añadiéndole otras frutas. Me gusta mucho», comentó una de las hermanas.

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