El potente episodio de calor iniciado el pasado fin de semana ha comenzado a remitir tras la bajada de cuatro grados de las temperaturas máximas, pasando en Tasarte, punto de referencia de la presente ola de calor, de los 40,5 grados centígrados que registró el miércoles a los 36,4 del jueves, si bien son los valores del Archipiélago los que siguen copando los primeros puestos en el ranquin nacional, con el pueblo aldeano a la cabeza, seguido de Talavera de la Reina, en Toledo, con 36,3, y cerrando los tres primeros puestos Lomos de Pedro Afonso, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana con 35,7 grados.

Una noche más, los valores nocturnos obligaron a vivir unas madrugadas tórridas en numerosos puntos de todo el Archipiélago: 29 grados en Agüimes; 28 en Tunte; 26,6 en Tasarte; o 25 en el litoral de San Bartolomé de Tirajana, mientras que en las vertientes viradas al norte se hacía más patente el refresco de la atmósfera, como atestiguan los 18 grados de mínima en Teror.

También las rachas de viento en Canarias marcan los registros más significativos de la jornada en todo el territorio nacional, con velocidades de 76 kilómetros por hora en lo alto de Las Tirajanas; 72 kilómetros por hora en La Aldea de San Nicolás; o los 71 kilómetros por hora de Alto Igualeró, en Vallehermoso, al que le siguen al menos otras siete estaciones isleñas con puntas de más de 60 kilómetros por hora.

Además los vientos son sostenidos en gran parte de estas estaciones meteorológicas por encima de los 40 kilómetros por hora e incluso rozando los 60 kilómetros por hora, lo que obliga a mantener la alerta máxima por peligro de incendios forestales bajo la regla del 30-30-30, que detalla el ínfimo porcentaje de humedad relativa del aire, las temperaturas altas y el viento fuerte que da lugar a extremar las precauciones por este motivo. A eso se añade el hecho de una tierra y una vegetación reseca tras seis días de intenso calor.

El Archipiélago disfrutará de un fin de semana veraniego más propio de la estación

El Gobierno de Canarias daba fin en la mañana del jueves a la situación de alerta por altas temperaturas, dejando la situación en prealerta, y si bien la Agencia Estatal de Meteorología mantiene el aviso amarillo para el viernes únicamente en la isla de Gran Canaria y localizado en las medianías del sur y oeste, ya deja el resto de las estaciones de Canarias de vuelta a la normalidad. En cualquier caso los valores seguirán altos pero más propios de la estación que la de los días precedentes, y todo apunta, según la previsión de la Aemet, que el archipiélago disfrutará de un fin de semana veraniego sin tener que soportar registros superiores a los 40 grados, tal y como ya ocurría este jueves.

Así, al detalle, para este 20 de agosto se esperan cielos despejados, aunque con intervalos de nubes bajas en las costas del norte y nordeste que harán su aparición por la mañana y al anochecer. También se esperan intervalos de nubes medias y altas en las islas más orientales de la Comunidad, todo ello con las temperaturas en ligero a moderado descenso, sin descartar que en las áreas bajo aviso amarillo de la isla de Gran Canaria alcancen localmente los 34 grados centígrados.

El viento también irá disminyendo su velocidad, soplando como en todo este episodio del noreste, y con más intensidad en las áreas viradas al noroeste y sureste, refrescando con brisas las costas orientadas al suroeste de las islas de mayor relieve.

Las temperaturas bajan cuatro grados pero siguen en las máximas del país

Las temperaturas bajan cuatro grados pero siguen en las máximas del país Juanjo Jiménez

Para el sábado se mantiene vigente el aviso amarillo desde las once de la mañana a las siete de la tarde en las medianías del sur y oeste de Gran Canaria, donde se podrán repetir los 34 grados centígrados de forma local, todo ello aliñado de cielos poco nubosos o despejados, si bien con intervalos de nubes en las costas del norte de Lanzarote así como en el de las islas de mayor relieve, a primeras y últimas horas, además de el este y nordeste de Fuerteventura.

De forma general continuarán las temperaturas sin cambios o en ligero descenso, mientras que el viento seguirá soplando del nordeste, con brisas en las costas de las vertientes suroeste.

El domingo seguirán bajando las temperaturas, y en las zonas bajas del norte de las islas los cielos aparecerán con intervalos nubosos, tendiendo a nuboso en las zonas bajas del norte de las islas, para irse despejando a medida que transcurran las horas. Además el viento aumentará su intensidad, soplando del nordeste moderado con rachas en ocasiones fuertes y con brisas en el suroeste, según los pronósticos anunciados este jueves por la agencia estatal.

Agencia que también ha publicado las primeras conclusiones que extrae de la reciente ola de calor de la península, y que tras analizar el que es el primer episodio similar vivido en Canarias estos días desde el año 2015, podría extraer algunos paralelismos, siempre con la cautela propia de no disponer de todos los datos debidamente contrastados.

La reciente ola de calor de la Península fue la más intensa y de mayor extensión desde el año 1975

La Aemet sostiene que, de forma provisional, según subraya, «podemos afirmar que esta ola ha estado al nivel más alto de las registradas en España desde 1975 en cuanto a su intensidad, y entre las más altas también en cuanto a extensión», para a añadir que «durante este episodio hemos visto caer los récords de temperaturas máximas y mínimas más altas en muchos observatorios principales». En su explicación ilustran que han existido otras olas de calor con mayor duración, pero pocas que abarquen una extensión tan amplia.

En este aspecto señalan que, «con mayor cautela debemos referirnos a la intensidad y extensión afectadas. Puesto que solo tenemos por ahora datos de 54 de las 131 estaciones (sin contar las 6 de Canarias) incluidas en el estudio, podemos avanzar que seguramente este episodio sí sea histórico por su intensidad y extensión».

En el epílogo de este trabajo, aún inconcluso y al que se deben añadir las efemérides de Canarias, recuerda también el calor extremo que se está viviendo en el Mediterráneo con las catástrofes consecuentes en Turquía, Italia, Grecia y norte de África, «y no podemos tampoco dejar de recordar el extremo calor en Siberia y el extraordinario episodio vivido en Norteamérica», en un verano de 2021, «que nos muestra la cara de un planeta sobrecalentado».