En toda esta situación parece que algunos quieren imponernos un pensamiento único en defensa, según ellos, de su interpretación del DESARROLLO TURÍSTICO.

Aquellos que pensamos que la palabra DESARROLLO engloba otros escenarios como el SOCIAL, CULTURAL y ECONÓMICO parece que oscurecemos la verdad, según los primeros, además de convertirnos en enemigos, por decisión de éstos, de ese DESARROLLO que se proclama independiente al amparo del INTERÉS GENERAL.

Pero, ¡OJO!, ese autodenominado INTERÉS GENERAL nos obliga a tod@s a un camino único y no vale ningún otro. Especialmente a los que nos dedicamos a la cosa pública a través de la política, pretenden que nos olvidemos de donde emana nuestra posición representativa y nos ciñamos a ese camino que nos han trazado al amparo del manoseado INTERÉS GENERAL. Desviarnos debe ser castigado, según los padres e hijos encargados de la catalogación de los INTERESES de los demás.

Pero, ¡QUIETO PARADO AHÍ!. Ningún camino por muy bonito que se nos vista debe nublarnos la visión en la máxima de que representamos a las personas y sus voluntades. Partiendo de la base de cada cual piensa y dice lo que estimen, debemos respetar todo tipo de posicionamientos en torno a cualquier asunto sin que las posturas con tintes autoritarios, por muy poderosas que pudieran parecer, nos hagan temblar para mantener lo que consideramos, a nuestro lícito entender, más justo. Algunos hemos sido muy claros con nuestra postura desde el principio y la mantenemos por convencimiento. Existen los INCOHERENTES y que están acostumbrados al trueque aprovechándose de la poca memoria social, cualidad con la que dañan a la clase política ya que con su voto aprueban una norma y con su verbo fácil expresan lo contrario. La normativa vigente sobre el suelo en Canarias es la denominada Ley 4/2017, del 13 de julio, del Suelo y de los Espacios Naturales Protegidos de Ordenación del Territorio que fue denominada la Ley Estrella del Gobierno de Coalición Canaria cuando el Sr. D. Fernando Clavijo fue Presidente y el Sr. D. Pablo Rodríguez Vicepresidente del mismo en la pasada legislatura que acabó en 2019, apenas hace 2 años.

Y digo lo anterior para refrescar la memoria y exponer la INCOHERENCIA POLÍTICA de quienes votaron a favor de esa Ley y les oímos estos días diciendo lo contrario de lo que promovieron y votaron. La referida Ley en su Disposición final sexta, recoge una transitoria que modifica la Ley de Puertos Canarios (14/2003), declarando de interés general al Puerto de Santa Águeda por ser “soporte de industrias o establecimientos de importancia estratégica para la economía o el sector industrial de Canarias”. Y esto lo remarco porque obliga al PIO (Plan Insular de Ordenación de Gran Canaria) y a toda la normativa urbanística de inferior rango a esa Ley, a ser adaptado para cumplir con la misma.

Otros, amplificando incoherencias, se escudan en la popular excusa de los puestos de trabajo, olvidándose de la calidad de los que se destruyen, de lo que nos ha sucedido en esta desgraciada pandemia que estamos sufriendo y que nos alecciona a no poner todos los huevos en la misma cesta. Estos también, son los mismos que en 1998 pulsaron el botón que inauguraba un nuevo Molino en la Fábrica de cementos, aplaudiendo la calidad del empleo que generaba y sin olvidarnos de los puestos de trabajo que se frustraron por el empecinamiento de éstos en aprobar el conflictivo BIC de Colón.

Recientemente ha nacido una Plataforma de sentimiento vecinal, denominada Salvar la Bahía de Santa Águeda, en defensa de un litoral encantador, de un pueblo humilde que ha vivido feliz y orgulloso de su estilo de vida, que tiene su mayor tesoro en su acontecer cotidiano y que parece ponerse entredicho para beneficio de unos pocos. Como pajarero me siento súper orgulloso de lo que ha emergido con esta plataforma, en torno a la cual se ha unido un pueblo con un mismo sentir y han tenido una encomiable capacidad de organizarse y esforzarse sin ayuda de ningún colectivo u ONG´s para recorrer nuestra Isla en busca de masivos apoyos a sus justas reivindicaciones.

Ese sentir debe ser defendido por quienes le representamos, porque no existe mayor interés general que el preservar el amor de un pueblo por sus cosas, su derecho a ser feliz y a decidir en lo que le afecta. Por ello, los que seguimos firmes en nuestro pensamiento, debemos dar un paso más allá, impulsando acciones que refuercen sus demandas y protegiéndoles, además, de aquellos que se vengan en forma de presiones que han tenido que sufrir much@s vecin@s poniendo entredicho, estos días, el legítimo derecho adquirido con la propiedad de sus sagrados hogares.

En definitiva, deben ser escuchados. Ninguna ley y ninguna interpretación de cualquier planeamiento debe someter a la voluntad de un pueblo, un pueblo que siempre a abogado por la convivencia, siendo ejemplar la disfrutada con la Fábrica de cementos y con el deseo de que se repita con los nuevos vecinos de las Viviendas Vacacionales. El futuro nos pertenece y nadie sobra. Nadie tiene derecho a menoscabar la felicidad de nuestro rinconcito de Gran Canaria, donde la luna del agua está enamorada, como el gran Heriberto Zerpa nos recuerda en su emotiva canción titulada El Pajar de Arguineguín.

(*) Concejal de PP-AV de San Bartolomé de Tirajana