Santa María de Guía
Nicasio Guerra toma el relevo en el 210 aniversario de la fiesta de Las Marías
Las restricciones llevan a los tocadores de bucios a las azoteas de las casas de Guía

Nicasio Guerra, tocando el bucio y vestido de típico. / Javier Bolaños

La fiesta de Las Marías vuelve a celebrarse a medias, pero llega con algunas novedades, a pesar de ser una fiesta consolidada y que ha mantenido gran parte de su esencia en estos 210 años de historia. Por un lado, se estrena el nuevo presidente de los Mayordomos, Nicasio Guerra; y, por otro, las restricciones sanitarias vuelven a impedir la romería, y obligan a llevar los sonidos de los bucios a las azoteas de las viviendas de Guía, mientras que unos 140 tocadores de tambores y cajas de guerra podrán hacerlo en el frotis de la iglesia.
«Ya llega septiembre, ya se aproxima su tercer domingo, pero este año Guía no olerá a eucaliptos, no escucharemos parrandas, no bajaremos de Vergara para bailarle a la Virgen». Este era el mensaje de Los Mayordomos el año pasado que aplazaba por primera vez una fiesta muy arraigada en la sociedad grancanaria, que nació en 1811 para cumplir con la promesa de los campesinos de las medianías del noroeste de Gran Canaria de organizar una fiesta anual si la Virgen les libraba de la plaga de langostas, que estaba arrasando la Isla en esos días.
La Fiesta que da cuenta del Voto de Vergara vuelve este año al calendario. Lo hace con el mismo objetivo que se marcaron los antepasados, aunque de una forma testimonial, dadas las circunstancias.
Y con cambios. El fallecimiento en junio del mayordomo y la cara más visible de esta celebración, Luis Miguel Arencibia ( Hijo Predilecto de Guía) ha obligado al colectivo encargado por velar por la continuidad de Las Marías a un relevo que Arencibia había heredado de su abuelo y su padre, de una forma simbólica. «Un recuerdo a todos los fallecidos a que han apoyado la celebración», recoge su programa.
El primer presidente formal de los Mayordomos es desde el día 11 de este mes Nicasio Guerra, ya que este colectivo se han constituido ahora en asociación con registro oficial, que es un requisito obligatorio para poder tener acceso a las ayudas de las Administraciones. Hasta ahora se constituía como una junta de organizadores, sin una estructura reglada y oficial, pese a que Las Marías es una fiesta declarada Bien de Interés Cultural (BIC), premio Roque Nublo de Plata del Cabildo de Gran Canaria y Medalla de Oro de la ciudad.
Nicasio Guerra proviene de una familia muy conocida en el municipio, con lazos con el empresario y banquero emigrante en Cuba Luis Suárez Galván (Hijo Predilecto de Guía) y que a nombre a una calle.
Y es Mayordomo desde el año 1966. A diferencia de otros compañeros, lo suyo fue «por empeño», ya que no tenía antecedentes familiares que le invitaran a estos puestos honoríficos, que «desarrollan su labor desinteresadamente, y en muchas ocasiones pasa dicho ‘título’ de generación en generación, teniendo como única premisa el cumplimiento de la promesa y del respeto en todo momento a las tradiciones, y a la recuperación del acervo histórico».
Nicasio Guerra le pone buena cara una situación excepcional. «En la calle me dicen que el próximo año hay que celebrarlo cuatro veces para recuperar lo perdido». El nuevo presidente recalca que esta es una fiesta del pueblo, en el que las instituciones colaboran.
El grupo de Mayordomos reúne a 22 personas, que tras convertirse en asociación han regularizado su organigrama, con Juan Moreno como vicepresidente; Augusto Álamo como secretario; y Juan Carlos de tesorero, con el resto de componentes como vocales.
Las Marías vuelven a las calles de Guía con restricciones. Por eso hoy sábado concentrará gran parte de la fiesta, al cancelarse la procesión y romería del domingo.
En esta ocasión el anuncio de las fiestas se convierte en un acto estelar. El repique de campanas y el lanzamiento de voladores estará acompañado de los tradicionales toques de tambores y cajas de guerra desde el frontis de la iglesia. Será un acto limitado al público, y bajo previa inscripción, teniendo en cuenta que el entorno está en obras también. El aforo máximo es de 150 personas, por lo que habrá unos 140 tambores, ya que el resto es para acompañantes de menores de edad. Mientras, las caracolas deberán limitarse a las azoteas de las casas. Entre otras razone, porque al ser un instrumento de aire se exige una distancia de unos cinco metros para evitar una propagación de la pandemia, y su presencia hubiera limitado mucho más la afluencia. El presidente estima que habrá unos 30 bucios distribuidos por las casas en el casco histórico, que harán retumbar sus sonidos.
Si el domingo Guía solía ser un bullicio de personas ataviadas con las ropas típicas, en esta ocasión tampoco podrá celebrarse la romería por segundo año consecutivo. La celebración se limitará a una misa en la iglesia, pero sin recorrido por los alrededores de la iglesia. Todo eso queda aplazado nuevamente hasta 2022.
Como recoge su historia, «en el año 1811, los vecinos de los Altos, del Barranco del Pinar, de Piedra de Molino, de Junquillo y Verdejo, Palmitales, Calabozo y Paso, Caideros de San José, Saucillo y Lucena, ofrecieron esta fiesta votiva a la Virgen de Santa María de Guía, en franco agradecimiento al milagro patente por haber salvado sus tierras y cosechas del azote de la cigarra que habría de hundirlos en la miseria y en la más negra desesperación. Este voto se hizo en la Montaña de Vergara, de rodillas, llorando ante el desastre inminente. Todos se postraron a la vista de las torres del Santuario de la Virgen, con los ojos clavados en una esperanza que sólo la Fe les hacía tangible. Y la Virgen les oyó. De allí a pocos instantes, vieron unas nubes que subían barranco arriba desde el mar y que al llegar sobre las tierras que gemían bajo el castigo de la plaga, descargó en lluvia torrencial arrasando en pocos momentos la cigarra y alejando en forma tan milagrosa la devastación y la ruina que se cernía sobre sus heredades y sobre toda aquella comarca».
La plaga de hace 210 años puso en una situación crítica a la población local y puso en marcha una celebración. Y, ahora, el Covid ha vuelto a marcar a la sociedad, y el desarrollo de una fiesta marcada por el arraigo y las tradiciones.
Suscríbete para seguir leyendo
- ¿Qué hacer este fin de semana en Gran Canaria? Tres días para saborear el mundo, bailar al ritmo de la música y leer
- Ni Madrid ni Cantabria: el mejor bocadillo de calamares está en esta villa de Gran Canaria
- Cierran siete playas más del sur de Gran Canaria por el vertido
- Mogán cierra una octava playa, la de El Perchel, ante la aparición de residuos
- La demolición de una vivienda en el centro de Vecindario ampliará la plaza de San Rafael y la zona peatonal
- Minerva Alonso: «No vamos a seguir dando el dinero a lo loco para las campañas de promoción de las zonas comerciales abiertas"
- Dos hermanos canarios diseñan un aplicativo que revoluciona el registro de viajeros en alojamientos turísticos
- Reactivan el desahucio de una familia de Ingenio con seis hijos menores: “No sé a dónde vamos a ir”