La Provincia - Diario de Las Palmas

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ANÁLISIS

Rafael Martel de Carrizal

Participó en la política local con la Restauración Borbónica, Directorio de Primo de Rivera, Dictablanda y II República, ostentando tres veces la alcaldía de Ingenio

Imagen de la villa de Ingenio en la primera mitad del siglo pasado, de la colección de José Pérez Cruz. . | | FEDAC

La primera noticia que el cronista que suscribe conoce de Rafael Martel Rodríguez tuvo lugar en su infancia, cuando acudía a «pulpiar y moreniar» en la zona de las salinas de Bocacangrejo. En una ocasión, al pasar por el paraje de la Florida, donde se contemplaba un hermoso palmeral, mi padre me comentó que había sido plantado por Rafael Martel con dátiles que llevaba en el bolsillo y que depositaba espaciadamente a lo largo y ancho de toda su hacienda, parte de ella convertida hoy en zona residencial. Con el paso del tiempo llegué a sentir curiosidad por su vasto historial, tanto a través de testimonios orales como de documentos escritos.

Por su posición social, actividad económica y actuaciones en el campo de la política, su figura es de las más reconocidas de la sociedad carrizalera en la primera mitad del siglo XX y posiblemente uno de los personajes más significativos de la historia de Carrizal, admirado y respetado por unos y criticado severamente por otros, y en cualquier caso, casi desconocido para las nuevas generaciones.

Orígenes y filiación

Hijo de los labradores Antonio Martel Macías y María Concepción Rodríguez Navarro, nació en Valsequillo el día 6 de diciembre de 1871, siendo bautizado en la parroquia de San Miguel el día 14 del mismo mes con el nombre de Rafael Teodoro de los Dolores. Tuvo una hermana llamada María Dolores (casada con José Ponce). Fueron sus abuelos paternos: Miguel Martel y Catalina Macías; y los maternos: Sebastián Rodríguez y María Navarro. Su madre, abuelo y bisabuelos por línea materna eran naturales de Carrizal; el resto de sus ascendientes son de naturaleza valsequillera. Sus padres contrajeron matrimonio el 27 de diciembre de 1865 en la por entonces parroquia de Nuestra Señora de Candelaria de Ingenio, desarrollándose gran parte de su vida en Carrizal.

Tuvo tres hijos: Teodoro, nacido de su unión con María Martín Umpiérrez; Antonio (fallecido a los 26 meses) y Rafael, fruto los dos últimos de su matrimonio en 1944 con María del Pino Lozano Morales.

Actividad social y económica

De joven emigró a Cuba donde coincidió con otro de los prohombres de Carrizal de la época, Pedro Valerón Machado. Allí logró reunir un cierto capital, al decir de la voz popular regresó con cantidad de monedas de plata en costales, después de haber adquirido el conocimiento de ciertas prácticas médicas de carácter «higienista» u «homeopáticas» y veterinarias que aprende estudiando libros que mandaba a pedir a Barcelona -según un relato de Agustín Ramírez Alemán- conocimientos que lleva a la práctica a su regreso entre los vecinos de Carrizal que acudían a él buscando alivio a sus dolencias, adquiriendo predicamento en la zona, gozando de cierta aquiescencia por parte de algunos médicos titulados, no así de otros, que lo tachan de «intruso y curandero», en duros artículos en la prensa de 1919, donde también recibió elogios como: «higienista excepcional, inteligente y de gran corazón». Tuvo su despacho, primero en Olivares y después en su nueva casa de la plaza del Carrizal a donde acudía gente de todos los lugares.

A finales de la década de 1910, se le reconoce la actividad de prestamista, figurando como vecino de Palmira en la provincia de Santa Clara de Cuba, con residencia en el pueblo del Ingenio, previa hipoteca de bienes, que también le reportaba importantes ingresos.

En su actividad profesional constaba como labrador. Fue dueño del segundo coche particular que vino al Carrizal, un Chrysler abierto y descapotable, matrícula G.C. 3294 de cinco asientos, un lujo al alcance de muy pocos en aquella época, teniendo en cuenta que en Ingenio en 1930 habían censados 21 vehículos a motor.

Una de sus grandes adquisiciones fue la compra en 1919 al labrador y vecino de Carrizal Gregorio Pérez Pérez de una suerte de tierra en Las Puntillas de 20 fanegadas (11 hectáreas) con un pozo de agua y dos molinos de viento, lindando con las riberas del mar.

Por 1920, junto a otros prohombres de Carrizal como Ceferino Ramírez, Juan Medina y el maestro Juan Vega constituyen una sociedad para hacer alpargatas, sin que se sepa cual fue su resultado. Rafaelito, como se le conocía, iba incrementando su patrimonio. Por 1923, solicita permiso para fabricar una casa de planta alta en la plaza de Carrizal donde estuvo ubicada posteriormente la sociedad Unión Fraternal y su domicilio habitual.

Regresó de Cuba con monedas de plata en los costales, tras haber adquirido el conocimiento de ciertas prácticas higienista y homeopáticas

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La antigua aspiración de Carrizal de convertirse en municipio independiente tiene su expresión en 1928 cuando un grupo de vecinos entre los que se encontraba Rafael Martel firman una instancia para crear una entidad local menor en razón a los linderos establecido por la parroquia en 1907. Iniciativa que es desestimada por el Ayuntamiento de Agüimes en 1929.

Por el año 1933 consta como socio del Sindicato Agrícola Pecuario, llevando a cabo su tarea profesional como cosechero exportador de tomates. También había cedido su almacén de la Huerta de Olivares para representaciones teatrales.

Regentó una de las empresas exportadoras de las varias que existían en el Carrizal; a principios de 1936 constaba como el exportador local con autorización para exportar el mayor número de ceretos a Inglaterra. Disponía de un magnífico almacén de su propiedad en el Toril, en la planta baja de un edificio que albergaba las escuelas públicas y vivienda de maestros en el piso superior. El 30 de diciembre de 1936 en plena guerra Civil fue nombrado presidente de la Sociedad de Recreo Unión Fraternal.

En el cuaderno de amillaramiento correspondiente a 1947, año de su muerte, se le reconocen las siguientes propiedades en Ingenio: Los Barranquillos y Lomo de los Barranquillos, Herrador (Lomo Carrizal), Cercado Don Domingo, Lomo Juan, Barranquillo y Lomo Ortega de 15 fanegadas, Lomo de la Huerta, Capellanía, Hoya Olivares, 48 horas de agua de a mes por la Heredad Majorera (seca), 19 horas y 56 minutos de agua de a mes de la heredad Principal y Mina, 31 horas de agua de la heredad Acequia Real de Aguatona y un pozo con 1 litro de agua en el Herrador (no figuran los bienes de naturaleza urbana). También poseía una hacienda en La Florida e inmediaciones de la Montaña Cercada en el término municipal de Agüimes.

La religión

Artífice junto a otros vecinos de Carrizal de las obras de remodelación que se llevan a cabo en el vetusto templo de Nuestra Señora del Buen Suceso a partir de 1910, que duran casi una década, figurando como uno de sus padrinos en la inauguración. Por 1923 dona una campana para el templo que debía ser colocada en el nuevo campanario, en cumplimiento de una promesa hecha durante su estancia en Cuba, a la que se le puso el nombre de San Roque en atención a que ya había una llamada María del Buen Suceso y otra San José que se bendijo a la terminación del campanario en 1927, ofreciendo después un obsequio en su casa. Junto a otros vecinos acaudalados del Carrizal participa como padrino en la colocación en 1926 de la primera piedra de una capilla que se proyectaba levantar en la Montaña de los Vélez junto a la Cruz. Con otros apadrinó en 1929 la bendición de un sagrario de madera de cedro encargado en la Península y colocado en el altar mayor del templo del Buen Suceso.

Su paso por la política

Los primeros testimonios conocidos sobre sus comienzos en la política local de forma oficial se remontan al año 1921 cuando en compañía del alcalde, secretario y el también carrizalero José Morales Rodríguez representan al Ayuntamiento de Ingenio en un homenaje al destacado líder liberal, Leopoldo Matos, por su nombramiento como Ministro de Trabajo. En las elecciones municipales convocadas el 5 de febrero de 1922 para la renovación bianual del Ayuntamiento de Ingenio, fue proclamado uno de los siete concejales por el Distrito 2º, habiéndose presentado en representación del partido Conservador, donde también fueron elegidos otros dos hombres altamente representativos del Carrizal como eran Juan Medina Giraldo y Pedro Valerón Machado, también conservadores. Al llegar al 3 de octubre de 1923 queda cesante, como consecuencia del cambio de régimen producido por el golpe de estado de Primo de Rivera al quedar nombrados los concejales por designación directa de la autoridad gubernativa sin ningún proceso electivo.

Nombrado concejal por el Gobernador Civil en virtud de la renovación establecida en el periodo de Primo de Rivera y reunidos los concejales titulares y suplentes en las Casas Consistoriales, el 26 de julio de 1929 se le designó por aclamación alcalde en sustitución de Juan Morales Martín. Fue en las fiestas patronales del Carrizal de 1929 cuando quedó inaugurada la luz eléctrica (Templo, Sociedad Unión Fraternal y la Plaza). El viejo proyecto del ensanche de la alameda en Ingenio se iba haciendo realidad bajo su mandato; por octubre de 1929 una comisión del Ayuntamiento entabla conversaciones con el dueño de la finca colindante para la compra de un trozo de terreno para dicho ensanche.

La crisis provocada por la dimisión de Primo de Rivera y el inicio de la llamada Dictablanda provoca el cese de alcaldes; el 11 de marzo de 1930, preside la sesión plenaria con los nuevos concejales designados a los que dio posesión de su cargo y una vez constituido el nuevo Ayuntamiento cedió la presidencia al también carrizalero Ceferino Ramírez Rodríguez por ser el de mayor edad hasta que el Gobierno designara la persona que debería ocupar el cargo, continuando como concejal.

Después de una breve temporada con la alcaldía al frente de Vicente Boada González en la que actuó como teniente alcalde, vuelve a ser alcalde accidental a partir de septiembre de 1930. Según el B.O., desde octubre figura como alcalde constitucional. En su última sesión como alcalde en esta etapa, el 8 de febrero de 1931 hace entrega a la Comisión Pro-Alameda de Ingenio de los terrenos comprados a Francisco Sánchez Guedes, contiguos a la Plaza de la Candelaria y reconocimiento de la Corporación por la generosidad de la Comisión.

Es destituido como alcalde el 16 de abril de 1931, dos días después de haberse proclamado la II República, sin haberse llegado a conformar el gobierno municipal surgido en las elecciones de 12 de abril que dieron lugar al cambio de Régimen en cuyas elecciones se había producido un cuádruple empate entre los últimos aspirantes de los trece que debían conformar la Corporación, siendo uno de ellos, junto a sus compañeros carrizaleros Pedro Valerón Fonseca, Francisco Sánchez Ruano y el ingeniense José Espino Gil (Pepito Espino).

A principios del año 1936 ya constaba como el exportador local con autorización para exportar el mayor número de ceretos a Inglaterra

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El día 28 de abril, después de un efímero mandato del sacerdote Juan Martel Alvarado, cuando se constituyó el Ayuntamiento republicano en razón al resultado de las elecciones monárquicas, para deshacer el empate se realizó un sorteo en el que un niño extrajo la papeleta con el nombre de Francisco Sánchez Ruano, quedando Rafael Martel fuera del gobierno municipal, presidido por Juan Domínguez Martín, si bien siguió participando en la etapa republicana en el juego político, presidiendo el partido Acción Popular de Gil Robles, integrado en la C.E.D.A.

Avanzada la Guerra Civil, el día 4 de mayo de 1937 se celebró sesión extraordinaria en el Ayuntamiento de Ingenio presidido por el alcalde Benigno Bravo de Laguna, con su asistencia, además de Pedro Valerón Machado, Manuel Hernández Sánchez, Luis García Pérez, Francisco González Valerón y Antonio Hernández Rodríguez, que habían sido designados por el Gobernador Civil como gestores del Ayuntamiento (no asistió Juan Valerón Romero por encontrarse enfermo en una clínica de Las Palmas). El alcalde saliente dio posesión a los nuevos gestores en sus cargos y se procedió a la elección de cargos, resultando elegido nuevo alcalde Rafael Martel Rodríguez. A continuación se acordó celebrar las sesiones ordinarias los domingos a las diez de la mañana. Entre sus disposiciones como alcalde a lo largo de 1937, contempladas en el cuaderno de actas de sesiones plenarias, las ya tradicionales de prohibir lavar ropa en las acequias antes de las siete de la mañana y después de las cinco de la tarde y suprimir los desagües de las casas colindantes a las acequias. Recabar presupuesto de gastos para la colocación de tres lámparas en el Toril y cuatro en Olivares en el Carrizal, dos en la calle de la Bagacera y tres en el Ejido, camino vecinal del Carrizal. Pagar el importe del material y jornal invertido en un vallado en la escalera de la casa Cuartel de la Guardia Civil (el destacamento se encontraba en la casa de los Ponce en la Rueda). Comisión para formular presupuesto de gastos para el alquitranado o adoquinado de las calles del Ejido hasta la Plaza del pueblo y del Ejido al Toril del Carrizal, lo mismo que de una casa vivienda y local escuela en las Puntillas. Prohibir el despacho de carne y pescado fuera del local de la carnicería y allegar recursos para su aseo con un gravamen por animal sacrificado. Alquilar una casa en la calle del Ejido, propiedad de Luis García Pérez para el traslado del cuartel de la guardia civil de Agüimes. Quitar las piedras sueltas y reparar algunos baches en la calle del Ejido.

Por parte del Delegado de Hacienda se había mandado al Ayuntamiento un comisionado para incautarse de los ingresos por una deuda de 1809 pesetas a la Mancomunidad Sanitaria, embargo que fue levantado recobrando el alcalde sus facultades para ordenar pagos. Adecentamiento de la escuela de Aguatona. Se le cede un solar en el centro del cementerio del Carrizal de tres por tres metros para la fábrica de un panteón familiar

Ya en 1938, se recibe la visita del presidente del Cabildo, Antonio Limiñana (su madre era hija del pueblo) mostrando reconocimiento a la Corporación por las facilidades prestadas para llevar a efecto el camino vecinal de la Plaza al Roque-Pasadilla, haciéndolo extensivo a los dueños de los terrenos que atravesaba y sobre un proyecto para el abastecimiento de agua a la población mediante acuerdo con la Heredad a través de tuberías desde Guayadeque y colocación de nueve pilares. Designar una comisión para buscar y adquirir solares apropiados y económicos, tanto para el campamento de las Juventudes del casco como para los de Carrizal. Se designó una comisión para la busca de local para puesto de la Guardia Civil que estaba en Agüimes y continuaba pendiente. Tomar en arrendamiento un local en la casa de Luis García Pérez en el Ejido de Ingenio por el precio de 12 pesetas mensuales para el funcionamiento de la Comisión Local del Subsidio del Combatiente. Interesar de la Junta del Paro Obrero, auxilio económico para la construcción de un Cuartel de la Guardia Civil y otro local para un Grupo Escolar.Preside las últimas sesiones en el mes de julio de 1938 pero no firma las actas, siendo su última sesión como alcalde el 31 de julio de 1938.

Martel y el “Motín del Carrizal”

La apertura de un pozo por parte de Ponce, junto a la mina de la heredad majorera en el barranco de la Huerta y la consiguiente desaparición del caudal subálveo y subterráneo de dicho heredamiento, provocan un largo conflicto con los vecinos de Carrizal por su derecho consuetudinario a tomar las aguas para usos domésticos y de los partícipes de la heredad de las Majoreras al no poder regar sus predios.

Como vecino y a la vez gran propietario de las aguas del heredamiento, se ve inmerso en los acontecimientos que acompañaron a este importante pasaje de la historia de Carrizal.

Junto a Pedro Valerón Fonseca y Manuel Espino Navarro es miembro de una comisión de vecinos elegida en 1933 con el fin de llegar a un acuerdo con la familia Ponce para restablecer el suministro de agua de abasto, que había producido gran malestar en el vecindario con incidentes graves en relación a la apertura del pozo. Dicha comisión se había reunido en su casa para tomar acuerdos. Los mismos formaron parte en 1933 de la Comisión elegida por los vecinos para que firmasen en Las Palmas con la representación legal de los Ponce el derecho de la heredad majorera a cinco litros de agua por segundo de manera permanente, fracasado en un primer momento cuando la otra parte decidió cambiar los puntos acordados previamente.

Por 1936 financió con Pedro Valerón Machado y José Morales una zanja junto al pozo de la discordia en la zona de la primitiva mina majorera. Tras un informe del ingeniero de obras públicas los trabajos fueron suspendidos por el gobernador civil.

Fue cesado como alcalde de Ingenio por el Gobernador Civil de la Provincia en julio de 1938 como consecuencia de su actuación provocada en relación a una orden judicial, cuando en febrero de ese año, como alcalde de Ingenio, había recibido de forma reiterada una orden del Ingeniero Jefe de Obras Públicas de la Provincia para que procediera a la paralización del grupo elevador del pozo de los Ponce en el barranquillo de la Huerta, orden que no era firme por haberse interpuesto por Juana Espino, a la sazón dueña de dicho pozo, recurso ante la Jefatura.

Sin embargo, Rafael Martel ordenó por escrito a dos guardias del Ayuntamiento para que procediesen a paralizar, en caso preciso por la fuerza, el equipo elevador del agua del referido pozo, incluso quitando una pieza esencial de su maquinaria, y a tal efecto en la mañana siguiente, los agentes municipales acompañados de un carpintero se personaron en el local del grupo elevador y como el maquinista encargado del motor se negase a obedecer el requerimiento que al objeto se le hizo, se introdujeron en la caseta de máquinas, violentando su puerta en la que causaron daños, desmontando después la caja de válvulas del aparato elevador que dejó de funcionar, quedando en ese estado hasta el 6 de marzo siguiente en que por intervención de la Autoridad Judicial fue repuesto al anterior estado.

Por esta razón se le abrió un proceso, calificando el fiscal los hechos como constitutivos de un delito de usurpación, solicitando para el procesado la pena de dos años de suspensión, accesorias, costas e indemnización de 4 pesetas por los daños en la maquinaria a la querellante que a su vez solicita la indemnización de 8.112 pesetas importe del agua dejada de aprovechar. El 4 de mayo de 1939, el Tribunal lo absolvió del delito usurpación de funciones de que era acusado, declarando las costas de oficio y mandando que se levantara la suspensión de su cargo por conducto del Gobernador Civil de la Provincia y se cancelaran cuantas fianzas y embargos tenía constituidos con motivo del proceso. Lo cierto es que no volvió a ser alcalde, no conociéndosele actividad política hasta su fallecimiento el 10 de octubre de 1947.

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