El abandono del centro comercial de El Barco ha supuesto un suplicio para los vecinos en las últimas dos décadas, ya que está situado a apenas unos metros del parque infantil, los locales de restauración, el paseo marítimo y la playa de La Garita. La falta de mantenimiento del edificio ha provocado su completo deterioro; cristales rotos, metales oxidados e incluso desprendimientos han sido una constante en estos años. Y aunque el pasado febrero el Ayuntamiento de Telde por fin efectuó el tapiado completo del inmueble para impedir la intrusión tanto de niños traviesos como de okupas que puedan destrozar más el inmueble, este aún genera problemas.
En concreto, la asociación de vecinos Punto y Seguido señala la presencia de numerosas palomas que anidan en los huecos visibles del falso techo del edificio y ensucian diariamente el entorno con sus excrementos. El colectivo indica que se está generando un foco de infección en el barrio y han solicitado a la administración que efectuen una actuación de limpieza y otra para controlar esta plaga de aves. «Nos reunimos con el veterinario municipal y nos ha asegurado que realizarán alguna acción para atraparlas y evitar que sigan haciendo sus nidos en la zona», explica Miguel Santana, secretario del grupo vecinal.
Por otra parte añade que siguen sin tener conocimiento sobre el destino de esta edificación, que fue puesto a la venta hace cinco años por la entidad bancaria que lo posee por un millón de euros.
