Valleseco va a crear una nueva área recreativa en la zona de Llanos de Constantino, ya cerca casi del límite con Tejeda. El espacio que el Ayuntamiento proyecta habilitar como un lugar para acampadas y también para disfrutar de la naturaleza será mucho más extenso que el de La Laguna, pues se en este caso se extendería a lo largo de unos 8.000 metros de terreno, mientras que el área que se localiza a pocos metros del casco del municipio cuenta con 5.000 metros para uso público, si bien todo este paraje, situado en el Parque Rural de Doramas, se prolonga más allá de la zona de esparcimiento y barbacoas.
Para llevar a cabo este proyecto, el Ayuntamiento está a punto de cerrar la compra de una parte de toda la finca de Crespo, que se extiende desde casi la zona de Calderetas hasta casi el límite con Tejeda. Esta parte de toda esa finca, registrada como Cortijo uno en el Registro de la Propiedad está conformada por unos 400.000 metros cuadrados de terrenos que los recorre una acequia, que se adentra por todo el paisaje desde Montañón Negro hasta Los Castillos, en Arucas, además de cantoneras, galerías y embalses.
Las tierrras de Crespo proceden de un reparto del Cabildo de 1535 a Sebastián Crespo
Con la compra de estos terrenos, valorados en 900.000 euros, unos dos euros por metro cuadrado, operación que, tras intensas negociaciones con el representante de todos los herederos, Agustín Manrique de Lara, se va a cerrar finalmente por 455.000 euros, y ya sólo está pendiente de la firma de las escrituras, Valleseco no sólo va a disponer de una importante extensión de suelo de gran valor paisajístico sino que además también pasa a controlar el 20 por ciento de participación sobre los derechos de agua que tiene la comunidad de regantes de Crespo en las acequias, y presas de agua, de la que se nutren las Heredades de Arucas y Firgas.
Precisamente este patrimonio hidráulico ha sido uno de los motivos por los que el Ayuntamiento ha decidido llevar a cabo la adquisición de toda esta finca. Dámaso Arencibia, alcalde de Valleseco, destaca, en este sentido, que aunque sea un municipio donde «en los inviernos, en los que llueve, se recogen más precipitaciones, el agua sigue siendo muy necesaria para mantener la actividad en los cultivos. Además, remarca que, de la misma forma, es una oportunidad para habilitar una nueva zona recreativa ya que reúne las condiciones para crear una zona de acampadas y en la que disfrutar de la naturaleza lo que atraerá más visitas al municipio del norte de la isla.
Tanto las tierras de esta finca de Crespo como las de Caldereta fueron el sustento tras la Guerra Civil para muchas familias de Valleseco. A cambio del trabajo en estos cultivos les ofrecían la el sustento, que venía a ser lo que se cultivaba, y también el suero de la elaboración de los quesos. En esos tiempos de hambruna, estas fincas fueron para muchas familias la única forma de subsistir y contar con algún tipo de alimento.
La acequia que recorre todo este espacio riega los cultivos de Arucas
Curiosamente toda la zona de Valleseco que se conoce como Crespo lleva este nombre porque los terrenos pertenecieron a Sebastián Crespo quien se había beneficiado en un reparto de tierras del Cabildo. Así queda recogido en unas referencias históricas sobre este lugar en las que se señala como el 17 de diciembre de 1535, cuando el Cabildo concede al labrador Alonso de Medina cincuenta fanegas de las ciento cincuenta que había pedido en Valleseco porque se especifica que «sus linderos están junto a las tierras del regidor Antón de Zerpa y Sebastián Crespo».
Con este topónimo se localiza en realidad toda una cuenca que va de Valleseco a Cruz de Tejeda ya que comienza junto al Risco Chapí, en la Degollada de Las Palomas, en la Cruz de Constantino, lo que hace que se le de este nombre al llano, al lomo y al barranco y las cuevas que se localizan en este entorno y que conforman la cabecera de la vertiente Norte más profunda y más larga de la isla, el único con un cauce que cruza la isla desde la cumbre a la costa Norte. Sobre esto, el regidor de Valleseco apunta que mucha gente piensa que toda esa zona de la que ahora han comprado una parte pertenece a Tejeda, y hasta San Mateo. «Vamos a tener que poner cartelería en muchos lugares», comenta por este motivo Arencibia.
