No es habitual encontrar un puesto de artículos eróticos en una feria comarcal, donde predominan los productos agrícolas, ganaderos y artesanales. Sin embargo, Raquel Sarmiento no desaprovechó la oportunidad de dar a conocer su tienda La Juguetona, un sex-shop abierto hace tres meses y que ya tiene numerosos clientes de Arucas y de los pueblos de los alrededores, que hasta ahora tenían que desplazarse a la capital para comprar sus complementos sexuales.
La modernidad en la feria Enorte no ha llegado a tanto como para poder exponer juguetes eróticos, vestidos de latex, vídeos atrevidos y otros artilugios para el placer corporal, pero sí para montar unas mesas llenas de lubricantes, cremas de masajes o perfumes de feromonas. La propietaria, Raquel Sarmiento, reconoce que plantar una boutique erótica en pleno centro de Arucas, aunque en un callejón bastante discreto a las miradas inquisidoras, conlleva sus riesgos empresariales, pero ya están desapareciendo esos tabús.
«A ver, en el confinamiento lo único que podía hacer la gente en casa era comer, beber y 'lo otro', así que ya me dirán ustedes cuáles eran los negocios que siguieron funcionando”, comenta divertida Raquel, que explica con detalle las propiedades de sus cremas a todo el que entra a curiosear, la mayoría mujeres. La casualidad ha hecho que el stand del sex-shop esté justo enfrente del puesto de la ferretería Almacenes Ríos, con una amplia exposición de taladros y maquinaria de bricolaje que hace las delicias del personal masculino. Las miradas del público que pasa entre ambos negocios dan para un estudio antropológico.
Las medidas para evitar los contagios de Covid-19 obligan a recorrer la feria en un circuito de una solo sentido, que se inicia con los puestos de los once municipios que forman la Mancomunidad del Norte. Uno de los más lucidos es el de Agaete, donde Naiara Mendoza ofrece detalladas explicaciones de los productos que promociona el Ayuntamiento, como el café del Valle, naranjas, aguacates, aceite, mieles, los vinos de Los Berrazales y los pescados del Puerto de Las Nieves. Aparte de eso, invita a todo el que pasa a que visite Agaete y se queden a comer en alguno de sus numerosos restaurantes, que aún no se han recuperado de las consecuencias económicas de la pandemia.
En el puesto de Firgas se ofrecen unas bolsitas de gofio que al ritmo en que son recogidas por el público no durarán mucho. Javier Cardona, trabajador del Ayuntamiento, también presume del otro producto estrella de la localidad, los berros, y sostiene que este año hay más visitantes que en las anteriores ediciones. Pese a que el día amaneció gris y con amenaza de lluvia, la gente tiene ganas de feria tras el año en blanco.
La carpa de Fenorte es de las más concurridas en este feria y por una buena razón, una campaña de apoyo a la isla de La Palma que consiste en aportar un euro para las víctimas del volcán a cambio de un plátano. Algunos visitantes compran varias piezas, otros pagan el euro y dejan allí el plátano, y todos se lamentan de no poder poner más dinero para «los hermanos palmeros», asegura José Manuel Casares, uno de los impulsores de la idea.
También hay lleno en el puesto de la empresa EcoArucas. Su propietario, Florencio Alonso, vende productos ecológicos de fincas de varias partes de la Isla, desde una calabaza a un manojo de cilantro.
A mediodía se entregaron los premios del concurso a la mejor imagen comercial y empresarial de la comarca del Noroeste, organizado por la patronal Fenorte, en el que el ganador fue La Colonial de Fontanales (Moya). Los finalistas galardonados fueron La Casa Romántica (Agaete), La Tasca Jamón Jamón (Arucas), Bar La Majada (Artenara), Casa Emblemática La Cuadra (Firgas), Boutique La Percha (Gáldar), Farmacia La Atalaya (Guía), Restaurante El Palmito (La Aldea), Casa Santana Segura (Tejeda), Centro de Estética Nereida Martel (Teror) y Chill Out La Quedada (Valleseco).