Vecinos de El Zumacal, senderistas y grupos ecologistas rechazan las obras realizadas por Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Valleseco en el denominado Camino de Las Ánimas, dentro del Parque Rural de Doramas, un espacio natural protegido por ser un reducto de los bosques de laurisilva que cubrieron el norte de la Isla, y denuncian que los trabajos de ensanche están destinados a beneficiar a un único propietario de la zona, que desde hace años intenta construir una carretera para poder acceder en coche a un antiguo alpendre convertido ahora en vivienda.
Vecinos de esa localidad del municipio de Valleseco y el grupo La Vinca-Ecologistas En Acción batallan desde hace tres años contra la transformación de ese camino, que forma parte de la red de senderos de Gran Canaria, en una pista para vehículos a motor. También aseguran que los trabajos han dañado las raíces de los árboles situados en el borde del camino y que se está destruyendo uno de los rincones de laurisilva más apreciados por los caminantes y por los residentes en El Zumacal. Antes de las obras había un sendero de poco más de un metro de ancho y rodeado de vegetación.
El Ayuntamiento de Valleseco comunicó la pasada semana que ha ejecutado las obras de acondicionamiento de dos caminos del municipio, dentro del programa de inversiones para la reactivación económica y social de la Consejería de Cooperación Institucional del Cabildo, que ha supuesto una inversión de 23.552 euros.
Ayuntamiento
Uno de esos caminos es el de Las Ánimas, del que el concejal de Obras Públicas, José Luis Rodríguez, explicó en la nota de prensa que se ha mejorado el firme y se ha levantado un muro para que la tierra superior no termine por tapar el camino existente. También «se le ha dotado de mejor servicio de entrada y salida a la vecindad de la zona del Tabuco y de dicho camino», apuntó el edil.
Rodríguez destacó que los dos proyectos -el otro es en la zona del Convento- «son muy necesarios» y «facilitarán los accesos a varias fincas y casas aisladas». Aunque con una serie de condiciones, que según los vecinos tampoco se han respetado, las obras han contado con el respaldo y las autorizaciones de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo Insular. Aunque no siempre fue así.
El 20 de noviembre de 2020, tras las quejas vecinales desde 2018 por las obras que se estaban realizando en ese sendero, agentes de Medio Ambiente denunciaron al propietario del alpendre. Según se recoge en el parte de la denuncia, éste reconoció que carecía de licencia de ningún tipo para ensanchar el camino, pero aseguró que tenía un permiso verbal del gobierno municipal de Valleseco y que había tenido apoyo del personal del Ayuntamiento.
Este pasado verano, el 19 de agosto, el grupo ecologista La Vinca, con sede en Firgas y especialmente combativo en la defensa de la laurisilva, remitió escritos al Ayuntamiento, a las consejerías de Medio Ambiente y Política Territorial del Cabildo, y a la Agencia de Protección de Medio Urbano y Natural (Apmun) del Gobierno de Canarias en los que alertaba del daño a ese espacio protegido.
La Vinca expuso literalmente: «En fechas recientes hemos podido comprobar que en el municipio de Valleseco, en la zona conocida por entrada de El Tabuco, se está procediendo a realizar una obra de ensanche de camino para apertura de pista dentro del Parque Rural de Doramas, sin señalización de obra, sin que conozcamos si se posee licencia de obra y/o calificación territorial de la misma» .
En ese momento, a mediados de agosto, y a juicio de los ecologistas, las obras que denunciaba carecían «con total seguridad» de licencia de obra y de calificación territorial -pues «si las tuviesen estarían colocadas en lugar visible tal y como legalmente debe ser»-, y consistían «en la apertura de pista de acceso a propiedades particulares» y «afectan gravemente al paisaje del Parque Rural de Doramas y a especies vegetales únicas en el planeta».
«La zona dañada por las obras aquí denunciadas -proseguía el escrito de La Vinca a las tres administraciones- se encuentra en el área de El Tabuco–Barranco de Las Ánimas, afectando a un sendero muy utilizado por la ciudadanía de Valleseco, Gran Canaria y turistas que nos visitan, perdiendo su identidad como sendero, en una zona única entre laurisilva y castañeros, salpicada de zonas de cultivos varios y algunas casas/propiedades que hasta el momento han convivido en equilibrio con el entorno, pero que ahora se ha decidido por algún particular destrozar para lograr tres minutos de comodidad individual a costa del paisaje, único bien colectivo que tenemos todos los grancanarios y grancanarias».
Con la consolidación del senderismo, según el grupo ecologista, el camino de Las Ánimas se ha convertido en los últimos años en un referente para disfrutar de este tipo de vegetación en Gran Canaria. De hecho, en el entorno de las obras también existe una instalación dedicada a la Educación Ambiental, denominada Aula de la Laurisilva, «propiedad del Cabildo y desgraciadamente fuera de uso colectivo en la actualidad».
Beneficiados
«Con estas obras ilegales -subrayaba el escrito de La Vinca- se está asestando un nuevo golpe mortal al paisaje de la zona y al escaso porcentaje del paisaje de la laurisilva que nos queda en la isla, al tiempo que se atenta contra el uso y disfrute colectivo del territorio, en beneficio de unos pocos». A su juicio, en la actualidad este paisaje genera economía vinculada al disfrute del medio ambiente, y aún tiene margen de mejora para su aprovechamiento sostenible.
Para los ecologistas, «desde el Ayuntamiento de Valleseco se debería velar por la igualdad de todos los vecinos y vecinas, y las obras que afecten a los caminos públicos deberían ser promovidas, solo en caso estrictamente de ser necesarias, por la administración pública para el bien colectivo, y nunca para amparar ilegalidades urbanísticas». A los representantes de La Vinca también les sorprendió que las obras se estuvieran realizando «en pleno mes de agosto, aprovechando la disminución de efectivos de la administración por el periodo vacacional, algo que a las claras indica la ilegalidad de las mismas», por lo que pidió información a Cabildo y Ayuntamiento las autorizaciones administrativas reglamentarias de esas obras, ya que estaban realizándose en suelo rústico dentro del Parque Rural de Doramas.
En el escrito, también reclamaban que «en caso de carecer de licencia municipal, de calificación territorial o de otro tipo de autorización, se adopten las medidas legales encaminadas a restablecer la legalidad vigente, exigiendo que se proceda, de manera inmediata, a la apertura de expediente disciplinario contra los infractores y se les sancione según la legalidad vigente, así como que se les conmine a devolver la zona a su anterior estado de conservación, con seguimiento oficial constatable».
Para sorpresa de los vecinos de Zumacal, a principios de septiembre se colocó el cartel del Cabildo, que aún permanece, anunciando el acondicionamiento del camino, con un presupuesto de 15.550 euros, un plazo de ejecución de dos meses, y adjudicado a la empresa constructora Ferretienda Pérez. La Vinca y los residentes consideran que el Ayuntamiento y el Cabildo han buscado documentos y argumentos jurídicos para autorizar la obra ilegal que había iniciado años el propietario de la vivienda. Entre otras justificaciones, el Consistorio alega que allí existió una pista para llegar a un pozo, pero esa instalación está abandonada desde hace décadas. La obra llega justamente hasta la casa del propietario denunciado en 2020.
