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Medio Ambiente

Los cazadores ganan en el primer juicio por el conflicto en El Solís

La jueza absuelve a dos deportistas del delito leve de amenazas en un enfrentamiento por el uso de un pista de tierra de la finca

Cazadores en la finca de El Solís, en la zona de cumbre del municipio de San Mateo. | | LP/DLP

El Juzgado de Instrucción Número Tres de Las Palmas de Gran Canaria ha absuelto a los cazadores denunciados por dos copropietarios de la finca conocida como El Solís, en el municipio de San Mateo, escenario este verano de varios enfrentamientos verbales y denuncias cruzadas por el uso de una pista de tierra que conduce a un coto de caza frecuentado por los aficionados de esta actividad.

La primera sentencia ha sido favorable a los cazadores y queda pendiente una otra resolución judicial, previsiblemente en el mismo sentido, tras un segundo juicio celebrado el pasado martes con los mismos actores y similares circunstancias. También hay denuncias de otros deportistas contra la pareja de copropietarios por atentado a la intimidad, al haberles grabado sin su permiso y subir luego las imágenes de sus rostros a redes sociales de ámbito internacional.

La denuncia fue interpuesta por dos copropietarios miembros de ‘Víctimas de la Caza’

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Según se recoge en esta primera sentencia, del pasado 29 de septiembre, se juzgó un delito leve de amenazas tras la denuncia de Marianne Perdomo y Óscar Hernández, copropietarios de la finca y activistas en redes sociales del colectivo Víctimas de la Caza en Canarias, contra Antonio Ramírez y Amado Ibrahim. En el juicio quedó probado que éstos últimos entraron el 4 de agosto de 2021 a bordo de un vehículo todoterreno y también el 7 de agosto.

Según los denunciantes, al recriminar a los cazadores el uso de esa carretera, a la que accedieron tras abrir el candado, estos les amenazaron con expresiones como «te estás ganando un toletazo» o «te voy a partir la cabeza».

Ambos denunciados negaron los hechos que se le imputaban , si bien reconocieron haber accedido a la finca, ya que contaban con un permiso de uno de los propietarios. Ante las versiones contradictorias y al no haber testigos imparciales, la jueza absolvió a los cazadores al no existir prueba de cargo contra los mismos y debiendo prevalecer en este caso el principio de presunción de inocencia. Los enfrentamientos en El Solís provocaron una protesta de los cazadores y otros vecinos de la zona contra esos dos copropietarios.

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