El agua que se recoge en Tejeda debe regar el campo de Tejeda. El Ayuntamiento de este municipio lanza un oferta para comprar el agua de presas con el fin de que las reservas que recogen los embalses de este municipio no se vayan a otros municipios y se destinen a atender las necesidades agrícolas de este pago cumbrero, y en especial de las zonas del sur donde se cultivan papas, hortalizas, variedades de frutales, y los agricultores se ven sin una gota en verano para atender los riegos.

Ahora, buena parte de las reservas de la presa de La Cumbre, también conocida como presa de Los Hornos, que es la que se encuentra a mayor nivel de altura de toda Gran Canaria, se utilizan para regar fincas de plataneras en Bañaderos porque uno de los comuneros dispone de una extensa finca de este cultivo y aprovecha que hay partícipes que no cuentan con fincas, o ya tienen mucha edad y no pueden atenderlas para hacerse con la gestión.

Para evitar que esto siga sucediendo, el Ayuntamiento de Tejeda aprobará de forma urgente la próxima semana el pliego con las condiciones de la oferta para la compra de participaciones de agua de presas y embalses del municipio, a fin de evitar que lo recogido de las lluvias en estos embalses finalmente se vaya hacia otras localidades de la isla.

El alcalde de Tejeda, Francisco Perera, explica que esto pudo tener sentido hace un siglo cuando los cultivos de plátanos localizados en Arucas precisaban de estos almacenamientos, pero hoy día con la tecnología que existe en materia de desolación «ya no se justifica que en la localidad cumbrera pasen sequía cuando esa zona de Bañaderos dispone de otros recursos hídricos». Hasta apunta que el Plan Hidrológico de Gran Canaria precisamente se refiere a que esos recursos hídricos no deben utilizarse en la cota 300 metros sobre el nivel del mar, pues en ese caso la opción debe ser el agua desalada.

Desde la presa de La Cumbre el agua baja a través de dos ramales hacia la zona del centro de la isla hasta San Lorenzo, mientras que a través de otro canal discurre hasta Valleseco y llega a Arucas.

El agua de esta presa se reparte en verano, entre los meses de julio a septiembre, en función de lo que se decide en la junta general de la comunidad de regantes. Según apuntan fuentes de este histórica comunidad, que primero fue sociedad anónima, lo habitual es que si se da un año bueno de lluvias se deje una reserva para los periodos de sequía, es decir, que no se dispone de todo lo recogido para prever etapas más secas.

Estas mismas fuentes añaden que lo que viene ocurriendo desde hace años es que hay comuneros que no disponen de explotaciones agrícolas, o por edad ya no se dedican al campo, y eso es lo que aprovecha ese otro comunero para atribuirse su gestión y disponer de más recursos para la finca de Bañaderos. Otra de las cuestiones que advierten que como a veces se establecen derramas hay comuneros que acaban aburriéndose porque como al no cubrir los gastos optan por ceder los riegos que les corresponden.

Asimismo, el regidor de Tejeda explica que el objetivo, para el que dispone las arcas municipales de unos dos millones de euros, es disponer de participaciones no sólo en esta presa sino en otros embalses, a fin de poder ponerla al servicio de los agricultores de la cuenca sur como son El Roque, La Higuerilla, El Espinillo, La Solana, El Chorrillo, El Carrizal, El Toscón, Hoja de la Vieja, Ayacata, Timagada y Las Moradas.

Pretende el grupo de gobierno municipal hacerse con el control del 51% de las participaciones en la Comunidad de Regantes de la presa de la Cumbre a fin de tener la mayoría necesaria sobre la gestión de ese recurso hídrico.

Añade Perera que esta actuación se suma a las actuaciones que está llevando a cabo el Cabildo de Gran Canaria para mejoras de las infraestructuras y de toda la red de recursos hidráulicos de la zona de cumbres y medianías de la isla.

En este sentido, cuenta que ya se adjudicó la primera fase de la mejora de toda la red que va desde el naciente de la Mina, que continúa a la presa de la Cumbre hasta Timagada. Las largas distancias desde los puntos de suministros, la difícil orografía del lugar, los difíciles accesos al trazado de la tubería y las grandes diferencias de altitud que va a recorrer la red suponen un sobrecoste en las conducciones que han obligado a hacerla la obra por tramos. En la segunda fase, que está pendiente de que las distintas administraciones otorguen los pertinentes permisos para sacarla a licitación se va a mejorar la red que va de Cruz del Carpio (Aserrador) hasta Timagada para continuar hasta Espinillo y La Solana.