El PP de Gran Canaria exigió ayer una solución «responsable y acorde con la realidad de la Isla» respecto al futuro de la cementera que Ceisa explota en el puerto de Santa Águeda.

Para el presidente del PP grancanario, Poli Suárez, es «inaudito» el silencio que mantiene tanto el Ejecutivo canario como el Cabildo. «Hasta ahora el único planteamiento de ambas administraciones ha sido ponerse de perfil ante un problema que afecta directamente al principal motor económico del Archipiélago, el turismo, y frente a la continuidad de una actividad que genera puestos de trabajo y contribuye al desarrollo», dijo.

«Observamos con preocupación la desidia de quienes tienen la responsabilidad de aportar soluciones a un problema al que la cuenta atrás se le viene encima», comentó Suárez. «Una vez extinguida la concesión, lo procedente es que el Gobierno depure la situación física y jurídica del puerto, que el Cabildo proponga el plan territorial parcial, y que el Ayuntamiento adecúe el planeamiento municipal».

Suárez lamenta que las instituciones con competencias no hayan contemplado hasta ahora sentarse con las partes implicadas para valorar posiciones y focalizar la atención en la búsqueda de soluciones para alcanzar un acuerdo que garantice el interés general.

Asegura que «existen alternativas sobre la mesa». «Apostamos por el traslado de la cementera a otro enclave más propicio, bien al puerto de Arinaga o a su zona industrial, un lugar idóneo en el que la planta podría seguir con su actividad con todas las garantías medioambientales, asegurando los puestos de trabajo».

«Por otra parte, desde el PP entendemos que estamos ante una gran ocasión para defender nuestro modelo productivo, actualizarlo y fomentar al mismo tiempo un lugar de ocio y disfrute en Santa Águeda». “Una operación que puede aportar un beneficio sobresaliente para Gran Canaria, mejorar la competitividad del sector turístico y contribuir al bienestar económico de los grancanarios», sentenció.