La Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria (ACBC) y SEO/Birdlife pidieron ayer el traslado de las colonias de gatos que habitan en la Reserva Natural de Maspalomas a «recintos cerrados» para minimizar el impacto que causan a la biodiversidad y los espacios protegidos.

En un comunicado, ACBC y SEO/Birdlife ha manifestado su apoyo a las acciones de control de especies exóticas invasoras que se está desarrollando en el Parque Toni Gallardo y que suponen la captura de todos los ejemplares de gatos que se encuentran ubicados en el parque Toni Gallardo de Maspalomas y su entorno.

Ese parque, han explicado las organizaciones ecologistas, se encuentra en un Espacio Natural Protegido dentro de la Reserva Natural Especial de Maspalomas y en la Zona de Especial Conservación (ZEC) Dunas de Maspalomas, de la Red Natura 2000.

«El Plan de Gestión vigente de esta ZEC establece como una de las acciones a ejecutar el control de depredadores introducidos, como gatos, erizos y ratas, que forma parte de los objetivos sujetos a auditoría por la Comisión Europea en el marco de la gestión de la Red Natura 2000», han resaltado.

A juicio de estas organizaciones, la eliminación de especies exóticas y asilvestradas en los Espacios Naturales Protegidos (ENP) «constituye y debe alzarse como una primicia y prevalencia por encima de cualquier otro objetivo y actuación».

«La conservación debe primar por encima de gatos asilvestrados, animales y vegetales exóticos e invasores, así como de otros usos que afecten a dicha conservación», han insistido.

Sobre la utilización del método CES (captura, esterilización y suelta) en la zona, según ACBC y SEO «hay evidencia científica» que señala que a largo plazo las colonias no logran reducir el número de gatos, sino que, en general, tienden a aumentarse por encontrarse en lugares abiertos y por la «continua» existencia de alimento en la colonia que muchas veces proporcionan «turistas que frecuentan la zona».

«Las colonias de gatos no son inocuas en un lugar como las proximidades de la Charca de Maspalomas, un espacio de alto valor ecológico. La evidencia científica señala que los gatos, aunque estén bien alimentados, no pierden el instinto depredador y siguen afectando muy negativamente a la fauna autóctona, en el caso de reptiles como lagartos, perenquenes y lisas y aves como canarios, capirotes y herrerillos que habitan en el interior de la zona de Maspalomas», añade la nota.

ACBC y SEO alertan también de que muchas de estas especies o subespecies afectadas son endémicas y están protegidas por la ley.

El director general de Medio Ambiente del Cabildo, Manuel Amador, aseguró ayer a este periódico que no se puede autorizar una colonia de gatos en un espacio natural protegido. Y que los gatos no se sacrifican, sino que se llevan al albergue para ponerles chip y darlos en adopción. Además, recordó que los gatos se comen a los pájaros y lagartos de los alrededores de la Charca