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Arucas

El paseo y carril bici de la carretera a Tenoya acumula nueve meses parado

Los vecinos reclaman que se retomen cuanto antes los trabajos desde el Mesón Canario

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El paseo y carril bici de la carretera a Tenoya acumula nueve meses parado José Carlos Guerra

El paseo y carril bici de la carretera a Tenoya acumula nueve meses parada. Una valla tiene perimetrada la superficie de la obra en Arucas. En medio se encuentran montañas de tierra, tubos rotos, pisos de piedra, un contenedor que servía a buen seguro de almacén, el cartel informativo de la obra tumbado en el suelo por su estado de abandono y todo tipo de material inservible.

Esta es la imagen que se encuentran desde hace casi nueve meses los vecinos y usuarios que se ven obligados a sortear estas barreras, en un tramo en construcción abandonado de casi 500 metros, entre la rotonda del Mesón Canario y la calle Venezuela (en la carretera GC-300 a Tenoya). El Ayuntamiento contemplaba la construcción de un paseo peatonal con carril para bicicletas, pero la adjudicataria no pudo asumir los costes y dio la espantada.

La obra se desarrolla desde el punto kilométrico 9,875 y el 9,353 (de la GC-300), tenía un plazo de ejecución de 24 meses, y fue adjudicada a Constructora Lantigua e Hijos con su presupuesto de 2.488.727 euros. Esa cantidad era la oferta más baja presentada, y cuyo tope eran los 2.893.532 euros en los que salió a concurso en mayo de 2019.

El Ayuntamiento busca otra empresa tras la espantada de la contrata

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Sin embargo, la empresa abandonó el proyecto en mayo del año pasado, dejando atrás levantada buena parte de los márgenes de la carretera desde la rotonda hasta la curva del supermercado. Según el alcalde, Juan Jesús Facundo, la empresa ha alegado el incremento de los costes del material para su marcha, por lo que no podía asumir su continuidad.

Mientras tanto, los escolares y los vecinos tienen que sortear toda esa barrera de la construcción levantada junto a la carretera general, con el peligro que eso supone.

Los vecinos se desesperan ante una obra que venía siendo demandada desde hace años

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Juana Teresa Rodríguez es una de las vecinas que ha reclamado desde hace años esta obra por razones de seguridad. «Desde que estaba José María Ponce de alcalde y estaba gobernando el PSOE en el Cabildo presentamos escritos y firmas para que se hiciera, pero tuvimos que esperar», rememora. «Se arregló pero nos han hecho sufrir mucho», añade.

De ahí que el parón haya sido ahora un nuevo golpe a años de reivindicaciones ya que el tramo es también frecuentado por muchos estudiantes. Hasta el poste de luz, añade, lo trasladaron.

Los peatones se sienten inseguros por la falta de protección ante el trasiego de vehículos

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La vecina señala que ahora se da la circunstancia también de que muchos conductores que proceden del casco de Arucas hacen un giro en la curva del supermercado para ir a sus casas, lo que supone un riesgo añadido. En la zona, apunta, está prevista una rotonda para solucionar este enlace.

Juan Jesús Facundo espera resolver el contrato en poco tiempo, para poder poner en marcha la búsqueda mediante un procedimiento administrativo abreviado una nueva constructora que termine el proyecto con el mismo dinero ya consignado, para evitar más retrasos.

El plazo sigue siendo el mismo en el que se fijó el contrato de adjudicación para su terminación, y que data en febrero de 2023, para no perder la subvención concedida por el Cabildo de Gran Canaria dentro del Plan de Cooperación con los ayuntamientos.

En cualquier caso, el alcalde avanza que pedirá responsabilidades a la constructora por incumplimiento del contrato.

El proyecto pretende dar continuidad al paseo peatonal con un carril bici hasta la urbanización residencial de la Calle Venezuela, que carece de conexión para los viandantes con el exterior, y evita de esta manera la inseguridad que sufren en medio del tráfico de vehículos. Además, se daba respuesta a los vecinos, «pues es un barrio aislado y sin conexión peatonal a ningún sitio, con el peligro que supone a los residentes que tienen que salir del barrio a pie para ir a la farmacia, el ambulatorio, colegios, comercios, etc., pues el barrio de Santidad está cerca, pero es inaccesible a pie. A la salida de este barrio, en su conexión con la GC-300, no hay acera ni paso de peatones, porque al estar cerca de una curva, el servicio de carreteras, antigua propietaria de la vía hasta municipalizarse, se negó a ponerlo porque incumplía la normativa viaria», según el proyecto. 

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