El Salto de Chira ha pasado por tres procedimientos de información pública y los ingenieros han dedicado miles de horas de trabajo hasta que se dio luz verde al proyecto
Más de 100.000 horas de ingeniería. Ese es el balance total del tiempo que el equipo de ingenieros de Red Eléctrica de España (REE) ha invertido para desarrollar el proyecto de la central hidroeléctrica de bombeo del Salto de Chira. Y la cifra no es baladí porque este proyecto de almacenamiento energético está llamado a ser el primero de otros que se vayan desarrollando a lo largo de la geografía nacional. «Soy jurista, no ingeniera, y cuando llegué a la compañía hace dos años lo primero que hice fue estudiarme el proyecto de la central hidroeléctrica de turbinación y bombeo, consultando todas las dudas a los ingenieros», explicó este jueves la presidenta de REE, Beatriz Corredor, durante el acto de inicio de las obras para la construcción de la central. «Es el proyecto que en los últimos años ha llevado más horas a los ingenieros de la casa, y en total en él se han invertido 100.000 horas de ingeniería para conseguir que sea el proyecto más vanguardista y único que existe en el mundo con su tecnología, que está patentada».
El proyecto se inició hace 11 años y desde entonces ha pasado por distintos modificados con respecto al proyecto inicial, lo que ha requerido de hasta tres procedimientos de información pública que han permitido realizar aportaciones y mejoras, sobre todo en el ámbito de la conservación medioambiental. «Para nosotros ha sido clave el entendimiento», expuso Corredor, «sin las exigencias de las administraciones públicas y de la sociedad civil no tendríamos el proyecto que hoy tenemos».
La central del Salto de Chira se construirá entre las presas de Chira y Soria y será una instalación de bombeo de 200 MW, lo que equivale al 36% de la punta de demanda de Gran Canaria, y su pila tendrá una capacidad de 3,5 GWh de almacenamiento. Tras el último modificado, los técnicos han reducido al máximo el impacto medioambiental hasta el punto en que el 91% de las instalaciones irán soterradas. «Todo lo que se podía, y lo que no va bajo tierra es porque no era recomendable medioambientalmente», apuntó la presidenta de Red Eléctrica.
Red Eléctrica invierte 408 millones de euros y se prevé que el proyecto genere 4.300 puestos de trabajo
La central tiene un presupuesto total de 408 millones de euros y se calcula un ahorro de 122 millones anuales al sistema eléctrico insular.
Según las estimaciones de la compañía, una vez se ponga en funcionamiento en 2026, tras 70 meses de obras, la central aumentará la producción renovable un 37% «elevando la cobertura media anual de la demanda con este tipo de generación al 51%, pudiendo en momentos puntuales ser mucho mayor», sostiene la empresa. Además, permitirá un 20% extra de reducción de las emisiones de dióxido de carbono.
LAS CIFRAS
- El 91% de las instalaciones de la central irá bajo tierra con el objetivo de respetar el medioambiente. El resto no era recomendable desde el punto de vista de la conservación.
- La central conseguirá incrementar la producción renovable un 37%, elevando la cobertura media anual de la demanda de este tipo de generación al 51%.
- La central hidroeléctrica generará 4.300 empleos, de los cuales 3.500 serán en Gran Canaria. Se formará a 600 personas para que participen en las labores de construcción.
Las obras comienzan con la construcción de la estación desaladora de agua de mas, que irá ubicada en El Pajar, y tendrá capacidad para producir 7.800 metros cúbicos al día, es decir, 2.7 hectómetros cúbicos al año. Este agua se trasladará hasta la presa de Chira, la ubicada en la parte superior, a través de una tubería de 14 kilómetros y desde allí se dejará caer a través del sistema de bombeo cuando la demanda energética lo requiera.
Después de la desaladora, el siguiente paso será comenzar la obra de las conducciones hidráulicas que transportarán el agua entre las presas, según explicó recientemente el gerente del Consejo Insular de Agua, Carmelo Santana. Además de todas las instalaciones asociadas, el proyecto incluye también una senda turística a lo largo de la carretera GC-505 del barranco de Arguineguín. Generará 3.500 empleos en Gran Canaria, de las que 600 se formarán en la isla y se espera que más del 55% sean mujeres técnicas e ingenieras.
