El pasado febrero de 2020 fue el último que Gran Canaria disfrutó de su Carnaval en la calle. La aparición del primer caso de Covid-19 en La Gomera y posterior propagación del virus, convertido ya en pandemia mundial, ha hecho que miles de festejos hayan sido cancelados o trasladados para evitar así un nuevo aumento de contagios. Además, todo ello fue amenizado con la llegada de calima. Un fenómeno meteorológico que trascotó los planes de miles de personas y 'obligó' a las administraciones locales a replantearse la celebración de los carnavales.

El Carnaval de Las Palmas no podía ser menos, pero es que tampoco fue una fiesta como la de cualquier otro año. El pasado 2020 Canarias se tiñó de marrón por la presencia de la peor calima que se recordaba en cuatro décadas. Los días 22 y 23 de febrero Canarias se vio obligada a cerrar su tráfico aéreo por falta de visibilidad. Y es que miles de toneladas de polvo en suspensión se depositaron en las Islas, provenientes de cuatro principales "fuentes": la depresión de Bodelé, en el Chad; la franja del Sahel, Mauritania y el Sahara Occidental.

Los tres principales aeropuertos del Archipiélago; Gando, en Gran Canaria, Tenerife Norte y Tenerife Sur. Aquel domingo se vieron afectados más de 25.000 pasajeros de 230 vuelos, entre desvíos, cancelaciones, operaciones no culminadas o vuelta al punto de origen cuando ya estaban rumbo a Canarias.

La llegada de la calima en 2020, fue considerada una de las más densas de los últimos 40 años. El episodio comenzaba con el anuncio del viernes 21 de febrero de la posibilidad de superar los 250 microgramos de partículas PM10 por metro cúbico.

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Carnaval de Día en el parque Santa Catalina La Provincia

El Gobierno canario ante la llegada de este fenómeno adverso, señaló que las administraciones locales conocen las alertas existentes y "las recomendaciones del Gobierno de Canarias, a través de sus planes municipales de seguridad y de sus equipos técnicos, las que tienen que tomar las decisiones oportunas sobre las medidas que deben llevar a cabo para garantizar la seguridad de las personas. "El Ejecutivo no tiene que hacer recomendaciones concretas a los ayuntamientos.

Desde el mismo viernes 21 de febrero la Aemet publicaba un parte especial, después de pintar el archipiélago de amarillo y naranja por avisos de mala mar, vientos y calima, que a partir de ese sábado vientos de hasta 120 kilómetros por hora podrían reducir la visibilidad por debajo de los 1.500 metros de manera local, para añadir que esta situación “se mantendrá en la primera mitad del lunes 24”.

La calima, desde el espacio

La calima, desde el espacio LP / DLP

Superó las expectativas

Pero lo que vino después superaba todas las expectativas. La llegada de polvo se prolongó durante tres días, efectivamente, pero se registraron concentraciones de polvo de superaron en algunos observatorios los 3.600 microgramos de partículas PM10 por metro cúbico de aire, suficientes para paralizar el tráfico aéreo durante dos jornadas, además de obligar a la suspensión de numerosos actos del carnaval durante todo aquél fin de semana.

Al panorama, que también recordaba el Día de Reyes de 2002, en el que el sol apenas se avistaba dando lugar a insólitas imágenes, se le añadía el incendio que sufría el barrio aldeano de Tasarte, avivado por las fortísimas rachas de viento, y en un sucesión de incidencias que incluían el derribo de árboles por toda la geografía insular o el deterioro del mobiliario urbano.

Así se vivió la calima en Fuerteventura

Así se vivió la calima en Fuerteventura LP / DLP

Los datos posteriores arrojaban que unas 61.000 toneladas de material se habían depositado sobre la isla Gran Canaria en ese fin de semana. Todo este cóctel de meteoros se completaba con una extensa retahíla de récords de altas temperaturas a lo largo de la toda la geografía del archipiélago para un invernal mes de febrero cuyo recuerdo perdurará en la memoria colectiva.

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La calima tapona el cielo de Canarias La Provincia

Primeros casos de coronavirus

Aunque en aquel entonces en la isla se contaban con unos pocos casos de coronavirus, el pico de aumentos de casos positivos que hubo pocos días después se asoció, en un primer momento, a la aglomeración descontrolada de personas celebrando el Carnaval en la calle en algunos puntos de Canarias. La idea tomó más fuerza cuando se confirmó que el número de casos había aumentado llamativamente en Tenerife, que sí celebró los actos de las carnestolendas. No así en Gran Canaria, en cuya capital sí fueron suspendidos los carnavales. En concreto, la incidencia acumulada por 100.000 habitantes se situaba en Gran Canaria era solo de 56, mientras que hubo 132 casos en Tenerife. La pregunta que muchos se hicieron a este respecto fue: ¿Cómo es posible que dos islas con casi la misma población, igual de abiertas al exterior y volcadas ambas en el turismo tuvieran tasas de contagio de coronavirus durante el primer estado de alarma tan diferentes?

Según una tesis desarrollada en la revista Gaceta Sanitaria por ocho investigadores de las Universidades de Las Palmas de Gran Canaria, La Laguna y Milán, la cancelación de las fiestas en una isla y en otra no puede explicar que la pandemia de coronavirus comenzara en Gran Canaria en tasas situadas en menos de la mitad que las de Tenerife. La tesis puso el foco en el carnaval como diseminador de los contagios, una conclusión que suscitó una importante polémica en la capital tinerfeña. Lluis Serra-Majem, portavoz del comité científico del Gobierno de Canarias, quien también participó en el desarrollo de dicho estudio, aseguró que el trabajo no pretendía generar polémicas, «sino en todo caso ayudar a cerrarlas». Reconoció a su vez que desde que se dieron a conocer las conclusiones de la tesis, algunos investigadores habían recibido «presiones», porque, según dijo, el equipo de gobierno municipal que encabezaba la alcaldesa de Santa Cruz en aquellas fechas, Patricia Hernández (PSOE), se lo tomó como «un ataque a su autonomía».

Coronavirus en Canarias | Lluis Serra Majem analiza la evolución del virus

Coronavirus en Canarias | Lluis Serra Majem analiza la evolución del virus lp

No obstante, el trabajo intentó centrarse en los turistas que habían entrado en aquellos días a las dos islas para dar explicación a una potencial vía de llegada de contagios desde el exterior. En febrero, señalaron, Tenerife recibió más turistas que Gran Canaria (528.872 frente a 387.431 turistas), pero sobre todo más viajeros de países donde las tasas de coronavirus en aquel momento eran más altas: Bélgica, Italia y el Reino Unido.

Los mejores memes de la calima

Los mejores memes de la calima LP / DLP

Este trabajo sostiene que el carnaval fue una vía de diseminación de contagios. Santa Cruz de Tenerife lo celebró de forma masiva durante el puente del sábado 22 al martes 25, Las Palmas de Gran Canaria lo retomó una semana después, el sábado 29.

El temporal de viento y calima provoca el caos en Canarias

El temporal de viento y calima provoca el caos en Canarias Agencia ATLAS

Desde su punto de vista, eso provocó que la propagación del virus en Tenerife se adelantara, con un alto volumen de asintomáticos, mientras que en Gran Canaria el tiempo de incubación hizo que los contagios del carnaval de su capital casi se manifestaran cuando se decretó el estado de alarma en España y todo el país quedaba confinado en casa. De lo que no cabe duda es de que la calima de aquel febrero de 2020 se llevó consigo también la celebración del Carnaval en las calles de Canarias. Desde entonces y cuando se acerca la fecha de su celebración, muchos carnavaleros miran con nostalgia al lugar donde guardan sus disfraces. Pronto, piensan a modo de consuelo, llegará el momento de desempolvarlos y volver a disfrutar de la fiesta más popular.