El exconsejero-delegado de Editorial Prensa Canaria, Tomás Hernández Pulido, falleció el sábado, a los 95 años, en Las Palmas de Gran Canaria. La muerte de Tomaso, como se le denominaba con respeto, rubrica uno de los más capítulos fundamentales de la historia de la prensa en Canarias. 

Viudo desde hace años de Lavive Haddad, sus seis hijos, Cristina, Tomás, Miguel Ángel, María Eugenia, J. Carlos y Lavive, recibieron numerosas muestras de condolencia y pésame. Sus restos mortales fueron incinerados ayer en el Tanatorio de San Miguel de la capital grancanaria.

El gestor forjado a la sombra de Matías Vega Guerra, dirigió la consolidación en la segunda etapa de LA PROVINCIA en los años 60 del siglo pasado como periódico de referencia regional, de la mano del empresario y entonces presidente del Cabildo. 

Tomás Hernández Pulido, con estudios mercantiles, fue funcionario del Cabildo de Gran Canaria, donde se convirtió bien joven en una de las personas de confianza del entonces presidente Matías Vega, del que ejerció como secretario y hombre de confianza hasta el último momento. 

En esos inicios profesionales era la persona que grababa sus discursos con un magnetófono, ganándose el respeto de quien ha sido unos de los presidentes insulares más reconocidos de la historia, recuerda Juan Francisco Fonte, periodista jubilado, con el que coincidió en los medios de Prensa Canaria. 

Cuando se hizo con Prensa Canaria, Matías Vega lo escogió para que llevara sus riendas económicas y de gestión de sus medios de comunicación. Juan Marrero Portugués, en su libro La historia de un milagro. La Caja Insular de Ahorros, recuerda que «Cuando don Matías cesa en 1962 como presidente del Cabildo y por tanto de la Caja Insular, y se ausenta de Las Palmas para hacerse cargo del Gobierno Civil de Barcelona y posteriormente de la Embajada de Venezuela, deja al frente de sus dos obras preferidas a dos jóvenes profesionales, como hombres de confianza, que son recibidos con el beneplácito de toda la ciudad de Las Palmas. A Tomás Hernández Pulido como administrador único de Prensa Canaria.

La opinión pública valoró positivamente el gran gesto de don Matías de promocionar a dos jóvenes muchachos, escasamente conocidos entonces y que cumplirían sobradamente en el futuro las expectativas de dos Matías y de la sociedad canaria, en lugar de recurrir al viejo procedimiento de elegir veteranos carcamales. Don Matías había tomado en el Cabildo como colaboradores inmediatos a Jesús y a Tomás, a despecho de otros empleados más veteranos. Incluso de la plantilla nacional, por lo que conocía perfectamente de la valía de ambos. La administración insular, con este traspaso, perdió a dos buenos funcionarios pero la sociedad civil ganó a dos grandes empresarios», según recoge el libro. 

Dos hitos

El periódico y el banco marcaron «dos hitos en aquellos años difíciles y opacos, que despegaron en consideración a Gran Canaria del resto de las islas del Archipiélago. Gran canaria tenía su propio banco y un moderno periódico matutino, único en España». Era la época en la que estaban las oficinas y la rotativas de Diario de Las Palmas, el periódico vespertino, en León y Castillo.

Juan Francisco Fonte recuerda que fue en su despacho allí para firmar su primer contrato. «Fue quien me dio el empleo». Y recuerda que era la época en la que La Provincia tenía como director a José Luis Martínez Albertos. Y que era una época sin apenas periodistas canarios, por lo que debían recurrir a la Península para cubrir la plantilla. Era un asiduo a la costa turística en San Agustín, donde pasaba sus horas de descanso familiar. Fonte también rememora que el padre de Hernández Pulido trabajaba en la empresa Vapores Interinsulares Canarios, con los recordados correíllos negros, como se les conocía, que cubrieron las líneas de transporte marítimo interinsulares entre las Islas, transportando durante años pasajeros, mercancías y la correspondencia.

El también periodista de La Provincia, Antonio Cruz Domínguez, narra en su libro La Provincia. Periódico centenario (1911-2011), que «Entre los años 1955 y 1966, Editorial Prensa Canaria S. A. se consolidó como empresa periodística líder en el Archipiélago, en la que es figura clave su joven director-gerente Tomás Hernández Pulido, que no solo dio como fruto la consolidación de la editorial, sino que, años más tarde, convirtió a La Provincia en el periódico líder indiscutible de toda la región canaria».  

 En 1978 Tomás Hernández Pulido negoció la venta de Prensa Canaria con el entonces joven empresario Javier Moll de Miguel, que de aquella inicial Prensa Canaria, que contaba con dos rotativos, matutino y vespertino, ha forjado hasta la actualidad Prensa Ibérica, que agrupa a 22 diarios, 10 semanarios y revistas; 50 portales digitales y 60 publicaciones corporativas, entre otros negocios nacionales e internacionales.

Intimidad familiar

Los últimos años de la vida de Tomás Hernández Pulido transcurrieron, con una encomiable discreción en la intimidad familiar y sin actividades públicas ni sociales, con algunos contactos con sus más íntimos amigos que, poco a poco, han ido desapareciendo como su generación.

Entre sus amistades y personas cercanas era conocido por Tomaso, aunque siempre con el respeto y mucha admiración por su profesionalidad. 

 La música y la lectura le acompañaron, así como hijos y nietos, en su ancianidad, en su domicilio de la Avenida Marítima, de Las Palmas de Gran Canaria. Precisamente, la música era una de sus grandes aficiones, y algunas personas que lo conocen le conceden una gran valía en su faceta musical, más allá de su labor como gestor empresarial. Era viudo desde hace años de Lavive Haddad, de origen libanés y con tradición comercial.

Hernández Pulido conservó una extraordinaria memoria y la «cabeza bien ordenada» hasta el final de sus días, según el relato emocionado de su hija Cristina Hernández, la mayor de los descendientes del matrimonio Hernández Haddad. Los últimos tiempos, afectado por diversos problemas de salud, y gastado por el peso de los años, se acompañaba de un respirador debido a una enfermedad pulmonar, aunque su muerte el pasado sábado, rodeado del afecto familiar, se produjo por parada cardiaca.