Las lluvias que desde primera hora de la mañana de ayer no pararon de caer sobre el centro y sur de Gran Canaria formaron una estampa que, por mucho que prácticamente se repita cada año, sorprende a todos. El agua corría desde el mediodía por los barrancos de La Silla y El Negro, entre Tunte y Ayacata, formando cascadas. “Trae un poco de agua, no mucha, pero las pozas estaban llenas de lluvias anteriores y eso son toscas”, así que esa poca de agua “hace que los barrancos corran”, apuntó desde Tunte Arquímedes Cruz, dueño del Restaurante D’Romería.
Lo cierto es que tampoco se registraron importantes precipitaciones sobre el centro de la Isla. Las estación meteorológicas que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene en Las Tirajanas, El Pinar y en Cuevas del Pinar, todas ellas en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, recogieron entre las nueve de la mañana y las seis de la tarde un total de 21,6, 21,4 y 20,6 litros por metro cuadrado, respectivamente; y la de Los Llanos de La Pez otros 20.
Arquímedes Cruz describió por teléfono el paisaje que, a las seis de la tarde, había en Tunte: “Miro para enfrente, para Perera, y se ven las casillas blancas, pero poco” por la bruma que desde primera hora del día estaba instalada en esta zona. “Ni se ve Risco Blanco, ni Agua Latente, ni El Sequero”, añadió. También había un ambiente gélido para la zona. “Si los extranjeros te dicen que tienen frío, es que hace frío”, apostilló. Y es que la temperatura no superó los 11 grados en todo el día, según informó la Aemet. Más arriba, en Ayacata, se situó en torno a los 6, como apuntó Roberto Sardiña, del restaurante Casa Melo. «Allá arriba», contaba ya de vuelta a Santa Lucía, «lleva todo el día lloviendo». En el camino que hay desde la Cumbre vio correr los barrancos de La Silla y El Negro, «que lleva las tres cascadas muy llenas».
Por Ayacata sólo vieron a un ciclista: «Como era escocés, estaba habituado al clima», dice Sardiña
Por Ayacata ayer no aparecieron ni los habituales ciclo-turistas. Sardiña precisó que sólo vio a uno. «Como era de Escocia, estaba habituado al clima», agregó. El dueño del Restaurante D’Romería, por su parte, aseguró que en los últimos días ha apreciado una disminución de su clientela extranjera. Sobre todo, “después que pegó esto de la guerra [de Ucrania]”. Ayer despachó entre ocho y diez mesas. “Estamos trabajando bien”, reconoció. Y se prepara, porque con el agua caída estos días el paisaje que rodea Tunte se ha puesto para hacer una excursión.
La previsión también ayudará. Para hoy se espera que las precipitaciones aparezcan únicamente a primera hora de la mañana en la mitad sur de la Isla, trasladándose a partir de la media tarde al norte con los habituales vientos alisios. Esta situación también permitirá una menor presencia de nubes en los cielos sureños, que permitirá que se aprecie mejor el verdor que queda después del paso de las tan ansiadas precipitaciones.
El paso del frente frío procedente del oeste también dejó importantes registros de lluvias en el resto de islas occidentales, sobre todo en La Palma. Los 64,2 litros por metro cuadrado que habían caído hasta las siete de la tarde en el municipio de El Paso hicieron que el agua naciera de la Caldera de Taburiente para crear un efímero río por el barranco de Las Angustias que moría en el puerto de Tazacorte. En Puntagorda, también en la cara noroeste la Isla Bonita, se acumularon 36 litros y en Tijarafe, 31. La borrasca dejó, asimismo, 30 litros en Arure (La Gomera) y 25 en San Andrés, Valverde (El Hierro).
El frente hizo, además, que el viento soplara con fuerza en las islas más montañosas, sobre todo en zonas de cumbre como Izaña (Tenerife, 2.321 metros sobre el nivel del mar) con rachas de hasta 120 kilómetros por hora, Alto Igualero (La Gomera, 1.475 metros) con 100 o Cruz de Tejeda (1.514 metros) con 95 kilómetros por hora a las 15.40 horas.