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Los carroceros protestan por las normas para la cabalgata del Carnaval de Maspalomas

El Ayuntamiento exige dos guardas jurados por vehículo y no hay profesionales para cubrir ese servicio

Carrozas por las calles de Playa del Inglés en la cabalgata del Sur del año 2018. JOSE CARLOS GUERRA

Las asociaciones de carroceros de Gran Canaria han expresado sus quejas a los organizadores del Carnaval Internacional de Maspalomas por la «imposibilidad material» de cumplir alguno de los requisitos impuestos para participar en la cabalgata del próximo 18 de junio por las calles de la zona turística de Playa del Inglés, así como por la limitación del número de carrozas después de que éstas hayan estado esperando dos años para volver a disfrutar de las carnestolendas del Sur. 

El principal rechazo mostrado por estas agrupaciones del Carnaval es la obligación de llevar dos vigilantes jurados de empresas privadas de seguridad en cada carroza participante, una condición «imposible» de cumplir porque en la isla no hay profesionales suficientes para cubrir ese servicio, según asegura Julián Sánchez, presidente de la Asociación Cultural de Carroceros Telcarroza. 

Sánchez también reprocha la «falta de sensibilidad» del Ayuntamiento al reducir a 90 el número de carrozas que podrán participar en el desfile de Maspalomas, la primera gran cabalgata del Carnaval tras dos años de pandemia. La fiesta del Sur se celebra del 9 al 19 del próximo junio, antes que la de Las Palmas de Gran Canaria, por lo que será la primera oportunidad de asistir a uno de estos desfiles multitudinarios. 

Inscritos

En la cabalgata del año 2020, que se tuvo que suspender un día antes por los primeros casos de coronavirus, se habían inscrito 117 carrozas, mientras que en los Carnavales de la capital participan unas 140. Por tanto, alegan los carroceros, medio centenar de vehículos se pueden quedar fuera después de realizar la inversión en el decorado de la carroza y en el resto de los gastos que conlleva asistir a ese desfile, como seguros e informes de seguridad. 

Después de que estos colectivos hayan solicitado a los organizadores una reunión para exponerles estos problemas, sin que hasta ahora -aseguran- hayan recibido respuesta alguna, el presidente de Telcarroza ha dirigido una instancia a la alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, Conchi Narváez, para mostrarle la preocupación de los carnavaleros de la Isla. 

«En el citado evento -señala el escrito a la alcaldesa- se nos plantea a gran parte de los carroceros el siguiente inconveniente: En el punto 1.2 letra K, de las bases con las cuales se dispone la participación de las carrozas en la cabalgata, se exige la contratación de dos vigilantes de seguridad por medio de una empresa de seguridad privada acorde a la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana».

 Dicho requisito, puntualiza Telcarroza en su instancia, «es al día de la fecha de imposible cumplimiento por gran cantidad de carroceros, por la falta de vigilantes de seguridad para cubrir el servicio extraordinario de las carrozas del Carnaval. No hay ninguna empresa en la isla que disponga de personal para cubrir dicho servicio. Siendo esta cláusula de imposible cumplimiento, no por capricho de los carroceros, si no por una mera cuestión de disponibilidad de personal de las empresas de seguridad ubicadas en la isla».

Ante este problema, solicita una reunión con la propia alcaldesa y con el técnico responsable de seguridad y cabalgata del Carnaval, «al objeto de tratar y poder solucionar el punto conflictivo de las bases».

Sánchez explica que ese requisito se incluyó por primera vez en las bases de la cabalgata de 2020 y ya generó dificultades, pero entonces las empresas privadas de seguridad sí tenían personal suficiente para cubrir esos servicios. Con la pandemia, la mayoría de esas compañías de seguridad privada se han visto obligadas a reducir el número de agentes titulados o a incluirlos en ERTE, por lo que ahora no tienen capacidad para prestar esas labores. Si se inscriben el mismo número de agrupaciones que en el año 2020, se necesitaría un mínimo de 230 vigilantes jurados.  

Respecto a la limitación de carrozas, advierte que se puede dar la paradoja de que decenas de carrozas se queden fuera de la gran cabalgata después de gastar los alrededor de 1.000 euros que cuesta acondicionar el vehículo y de organizar todo el dispositivo de seguridad.  

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