«Cuando se llena la cachimba, se llena». El alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, agotó ayer su paciencia con la representación sindical de la Policía Local, que el lunes por la tarde anunció su intención de no reforzar eventos extraordinarios como el Pride, que arranca este jueves, al considerar que el consistorio no ha cumplido lo acordado en la negociación colectiva. El regidor negó este extremo y aseguró que «el pueblo ha notado una presión» por parte del cuerpo.

Rodeado por su equipo de concejales en una poco habitual rueda de prensa, Sosa indicó que lleva un tiempo recibiendo «presiones duras, incomprensibles, que están pagando los ciudadanos» mientras tiene lugar la negociación entre los representantes y la administración. Al respecto, mencionó sanciones impuestas en barrios a altas horas de la madrugada, o delante de establecimientos a personas con algún tipo de diversidad funcional que no podían bajarse del vehículo. «Esas multas no estaban avaladas por ningún caso concreto, por inseguridad, por un problema que tuviéramos que actuar de inmediato», recalcó.

En el comunicado que hizo las veces de espita del conflicto, la representación sindical aseguraba que la plantilla se veía escasa de medios para poder atender las festividades con garantías de seguridad. El texto señalaba que los agentes se han costeado su propia uniformidad y que tienen que usar dispositivos –en concreto, las emisoras– que no funcionan correctamente mientras el consistorio compra nuevas unidades sin llegar a distribuirlas.

Sosa negó que la pugna tenga origen en problemas con el equipamiento –llevó las nuevas emisoras y unas tablets al salón donde tuvo lugar la rueda de prensa– y la achacó a un conflicto económico en el que, según afirmó, los sindicatos no han querido negociar. «Las imposiciones son malas si las hacer el político, pero también si las hace un colectivo», recalcó.

El alcalde galdense afirmó estar viviendo un chantaje: «Se llama así, en Gáldar y en cualquier pueblo». En cualquier caso, avanzó que se sentará con la Delegación del Gobierno o buscará seguridad privada para cubrir tanto los actos del Pride como otros eventos especiales en el calendario festivo estival.