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Mogán

El coctelero que revoluciona Veneguera con una línea de refrescos de sabores tropicales

Dalmai Hernández lanzó las bebidas refrescantes en diciembre bajo la marca Mixtures IQ y produce 4.800 botellas al mes

El coctelero y chef Dalmai Hernández muestra cuatro de los nueve sabores de los refrescos que elabora en Veneguera. José Carlos Guerra

Es campeón de Coctelería de Canarias, campeón nacional de Técnica y Destreza y representó a España en el mundial de Praga en 2017, y ahora Dalmai Hernández elabora su propia bebida refrescante en Industria Qulinaria, su restaurante en Veneguera. Allí produce 4.800 botellines cada mes.

Un sirope de alta calidad con azúcar de caña, unos centilitros de agua carbonatada, ácidos cítricos estabilizantes y casi la mitad de azúcar que un refresco al uso. De coco, pepino, fresa, maracuyá, sandía, manzana verde, mojito, pomelo y mandarina. El coctelero y chef Dalmai Hernández elabora en su restaurante de Veneguera, en las medianías del municipio de Mogán, hasta nueve sabores de una bebida gaseosa refrescante que lanzó al mercado hace tan solo seis meses bajo la marca Mixtures IQ. Y la mezcla de los productos la hace de forma artesanal, al igual que el embotellado y sellado de los botellines. «Aquí no hay ningún proceso mecánico, está todo hecho a mano y eso lo noto porque acabo agotado», relata. Dalmai es campeón de Coctelería de Canarias en 2016, campeón nacional de Técnica y Destreza y tercero en la modalidad de Digestivo, y representó a España en el mundial de Praga en 2017, en el que quedó noveno de los 65 países participantes.

Dalmai Hernández elabora bebidas refrescantes de sandía, manzana verde, fresa, pomelo, fruta de la pasión, coco, mandarina, mojito y pepino. José Carlos Guerra

En el restaurante de Veneguera denominado Industria Qulinaria, que Dalmai abrió de la mano de su pareja, Xiomara Rodríguez, producen unas 1.200 botellas de refresco a la semana, casi 5.000 al mes. Y en tan solo seis meses ha logrado colocarlos en hasta una treintena de negocios de restauración, productos de kilómetro cero y ocio nocturno en Gran Canaria, tiene un punto de venta en Fuerteventura y Tenerife y ya está abriendo una línea de negocio para conquistar el mercado gomero y palmero.

«Todo se hace de forma artesanal: después de pasar un protocolo sanitario llenamos un depósito de acero inoxidable, realizamos las mezclas, llenamos las botellas, les ponemos las chapas y las etiquetamos a mano una por una». Tan personal es el producto que comercializa que el propio Dalmai es su imagen de marca, pues la etiqueta de las botellas está serigrafiada con una fotografía suya elaborando un cóctel.

El coctelero produce 4.800 botellines al mes, que vende en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura

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La idea de este coctelero y chef de lanzar su propia bebida nació de dos inquietudes: las propuestas que vio en una feria gastronómica para crear sodas unida a la alta demanda de los clientes de su restaurante de bebidas como zumos y batidos de frutas. «Soy reacio a los batidos, así que mezclé las dos ideas y me salió una bebida que aparte de tomarse sola facilita la elaboración de recetas en las coctelerías», cuenta el empresario. El sirope del cual parten sus bebidas es proveniente del extracto de frutas naturales y no de aromas artificiales.

Dalmai señala que «no se le puede llamar refresco sino bebida refrescante porque no tiene la potencia de gas de un refresco normal y el nivel de azúcar es más bajo, algo que además lo hace más sano», pues una bebida tradicional puede alcanzar los 14 gramos de azúcar por cada 100 mililitros mientras que los que él elabora tienen entre 6 y 8,9 gramos por la misma cantidad de líquido. «La diferencia es considerable».

El coctelero moganero y su pareja están «muy contentos» con la acogida que ha tenido un producto que vende a través de pequeños negocios. «Mis aspiraciones son chiquititas porque quiero dar pasos en firme; al ser un producto 100% artesanal quiero estar en pequeños puntos de venta y nos en los grandes supermercados», cuenta, aunque no descarta esa posibilidad en un futuro. Tampoco descarta el salto al mercado nacional, pero lo frenan los altos costes. «Es una bebida artesanal de producción limitada, para cuando llegue a Península su precio se habrá multiplicado por cuatro, así que no salen las cuentas». Ahora, la producción de estas bebidas supone un 25% de la facturación mensual del empresario.

Cuatro de los sabores que elabora Dalmai Hernández. José Carlos Guerra

El nacimiento de estas bebidas no es fruto de la casualidad, sino de años de trabajo y formación, pues Dalmai tiene a sus espaldas 11 años en el mundo de la coctelería, que inició en el hotel Cordial Mogán Playa, primero como camarero de discoteca y luego como coctelero en barra. La experiencia laboral lo llevó a acercarse a la Asociación de Barman y a las competiciones de coctelería.

De ahí se lanzó junto a otros socios a la apertura de un restaurante de cocina moderna en Playa del Inglés y de allí marchó a otro restaurante en Mogán, donde se formó como sumiller. Ahí se dio cuenta de que por su cabeza llevaba tiempo rondando la idea de montar un negocio propio así que se lanzó a ello junto a su pareja. 

Era principios de marzo de 2020 y empezaron a reformar un local en el casco de Mogán que llevaba tiempo cerrado, pero el confinamiento los cogió de lleno. Sus propósitos empresariales, sin embargo, no flaquearon y la idea se trasladó a Veneguera, donde alquilar un local que estaba cerrado para montar su gran proyecto, Industria Qulinaria.

Y como quien no arriesga no gana, Dalmai y Xiomara se tiraron a la piscina y abrieron el negocio el 4 de junio de 2020, menos de un mes después de que los españoles pudiéramos salir a la calle de forma generalizada. «Al principio la sensación era de incertidumbre y miedo porque no sabíamos qué iba a pasar o si volvería el turismo, pero la gente tenía ganas de salir a la calle, respondió y nos fue muy bien».

El refresco lleva entre 6 y 8,9 gramos de azúcar por 100 mililitros frente a los 14 gramos de una bebida tradicional

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En ese restaurante, que ya camina solo, Dalmai y Xiomara elaboran recetas modernas con productos locales, como por ejemplo costillas de cochino negro canario cocinadas a baja temperatura confitadas con cola y una salsa de especias, o una carne de cabra garam masala macerada con especias indias, yogur y leche de coco. «Es cocina moderna con recetas humildes», apunta Dalmai.

El emprendedor se ha lanzado al mercado con un restaurante el plena crisis sanitaria y económica y ahora con una línea de bebidas refrescantes que pueden encontrarse, entre otros locales, en el bar El Monasterio de La Aldea, la tienda de licores La Petaca en Las Palmas de Gran Canaria, la Casa del Queso de Guía, el restaurante Mr. Búho de Telde o la Quesería La Gloria en El Tablero. Dalmai y Xiomara representan una generación de emprendedores jóvenes que ponen toda la carne en el asado para sacar adelante una empresa yendo contra viento y marea en plena crisis económica y que, con esfuerzo y dedicación, colocan poco a poco a Gran Canaria en el podio gastronómico nacional.

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