El interés y la dedicación por los huertos ecológicos, municipales y privados, han registrado un crecimiento «espectacular», un auténtico «boom» en una parte de Gran Canaria después de 2020 y de la etapa más grave e incierta de la pandemia del covid. Eso sí, los aumentos de usuarios han sido de forma distinta, dependiendo de la zona de la Isla y del tipo de parcela, pero los porcentajes han sido altos y han variado del 20, al 30 y hasta el 60 por ciento.
El huerto ecológico, que no es fórmula nueva, es muy distinto a la finca convencional, que tiene como fin lograr la máxima producción. La otra diferencia, a parte del tamaño, es que en el primero no se emplean productos químicos, que sí se usan en el convencional. El intercambio de productos, como de conocimientos y experiencias, son principios que se practican en los ecológicos.
Sobre los motivos por los que la ciudadanía se ha interesado por esta reconversión son distintos: necesidad de salir del domicilio; buscar un espacio más próximo a la naturaleza; manera de desconectar; y forma de conseguir alimentos naturales. Este tipo de superficie agrícola tiene distintos nombres según el lugar y su carácter: huerto ecológico, urbano, comunitario, municipal, parcela o cercado.
Sobre el perfil del usuario, es más difícil de concretar porque tiene características muy variadas. Eso sí, la mujer es la mayoritaria. No sólo los isleños se han interesado por la agricultura sin productos químicos, ya que lo han hecho aquellos de nacionalidades muy distintas (argentinos, húngaros, venezolanos, franceses, filipinos y uruguayos, entre otros); como de profesiones muy dispares (cocineros, masajistas, deportistas, profesores, periodistas, aparceras retiradas, amas de casa y periodistas, entre otros).
Eso sí, el desarrollo de un tipo u otro de huertos no ha sido igual en cada comarca y distintos municipios de la Isla. En el norte, hay poca presencia de parcelas ecológicas para alquilar. Las huertas urbanas reinan en la capital grancanaria y en el Sureste. En Agüimes, por ejemplo, existen huertas municipales en el casco, al tiempo que en poblaciones como Los Corralillos reinan las pequeñas propiedades agrícolas privadas.
Ingenio
Huertos Familiares Ecológicos, que están en El Burrero, los gestiona Aitor Ruano, que es capataz agrícola y que estudió numerosos cursos de agricultura y avicultura ecológicas. «Después del periodo duro de la pandemia y hasta la mitad de este año 2022 el número de parcelas y de usuarios ha aumentado al 60 por ciento. No es sólo que de las 60 hemos pasado a 90 huertos, sino también la gran movilidad. Unos usuarios que se han ido, otros que han empezado y otros que vuelven. Hablamos de una superficie total de tres hectáreas», explica Aitor Ruano. «La mayoría son mujeres y la edad media está entre los 50 y 55 años. Y vienen de muchos municipios y nacionalidades, como de profesiones muy distintas. Mucho aprendemos de los que vienen de fuera y de sus cultivos. Entre los usuarios, está un grupo de chicos y chicas de la Asociación Síndrome de Down, Asdownsur, de Vecindario», agrega.
Ingenio
Dispone de un huerto municipal en Cuesta Caballero, con 24 parcelas, con una superficie de 100 metros cuadrados cada uno. También en El Burrero existe otro huerto con cuatro parcelas, de 25 metros cuadrados. Los beneficiarios tienen un contrato de dos años. Catalina Sánchez, concejala de Agricultura y Ganadería, declara que «los huertos son muy necesarios por su carácter social y por las economías familiares. Hay lista de espera de los solicitantes».
Las Palmas de Gran Canaria
En la capital grancanaria es donde los huertos urbanos más se han desarrollado y extendido. Existen once, con una superficie total de más de 28.000 metros cuadrados y más de 300 parcelas. Están gestionados por la concejalía de Sostenibilidad Ambiental, que se coordina con las áreas de Servicios Sociales e Inclusión Social. Se encuentran en: Siete Palmas; El Lasso; El Polvorín; La Mayordomía (Lomo los Frailes); Jinámar; El Amanecer (Casablanca III), gestionado por la asociación de vecinos Xácara ; El Pambaso (barranco Guiniguada) y que recibe 2.500 niños y jóvenes en el Proyecto Huertos Escolares; Pino Apolinario; La Chimenea (Los Arenales), por la asociación cultural Arenando; Luchana (Guanarteme); y Nueva Isleta. Cada uno tiene su almacén, invernaderos, zona de compostaje, aseos y vestuarios, entre otros.
Agüimes
Dispone de 27 parcelas, de 125 metros cuadrados cada una, de los huertos municipales, que se hallan en La Hoya de los Cercadillos, con una superficie de 5.500 metros cuadrados. «Comenzamos en 2014 y la adjudicación es de un año. Hablamos de 27 familias, de personas mayores, jóvenes o otras con alguna discapacidad, derivados de Servicios Sociales. El número de solicitantes aumentó un 20 por ciento y estamos buscando otro lugar para nuevas parcelas», afirma Jessica Santana, edil de Desarrollo Rural.
Santa Lucía de Tirajana
Cuenta con 50 huertos municipales, que se encuentran en la bajada de Vecindario a Pozo Izquierdo, paralelos y junto a la autovía GC-1, y que suponen unos 30.000 metros cuadrados, y que benefician a 50 familias. El proyecto social nació en 2013 y enlaza a Servicios Sociales, Sector Primario y Sostenibilidad. Francisco Guedes, responsable de Sector Primario y Sostenibilidad, manifiesta que «pretendemos aumentar en el mismo lugar veinte parcelas más porque aumenta la demanda y la necesidad. La existencia de los huertos va ligada a evitar la exclusión social, fomentar una vejez activa y apoyar a las familias con muchas cargas. Vamos a redactar unas nuevas bases».
Santa Lucía de Tirajana
En Sardina existe desde hace poco más de un año Huertos Romeros. Se trata de una propiedad de 16.000 metros cuadradados que destina más de 3.000 en 21 huertos ecológicos. Ángel González Melián, vecino de Sardina, es quien gestiona este proyecto, además de «defensor de la agricultura ecológica y de los remedios naturales contra los virus», apunta. Vende preparados y abonos naturales, además de servicios como talleres, asesor y atender el huerto en tiempo de vacaciones. También recomienda el manual Parades en Crestall, de Gaspar Caballero de Segovia. «Hay una gran demanda de huertos ecológicos en la Isla y poca oferta. No sólo tengo usuarios del municipio, sino también de Moya, Telde, de San Bartolomé de Tirajana y de la capital», comenta.
Santa Brígida.
Juan Luis Sánchez Doreste es el responsable de los Huertos El Farmero, que se encuentran en la carretera de Los Olivos. Se trata de abancales elevados, cada uno con una superficie de unos 20 metros cuadrados, de los que 13 metros cuadrados son cultivables. «Tenemos alquilados 94 cajones de madera elevados. En el último año, hubo veinte nuevos. La superficie cultivada es de una hectárea aproximadamente», explica. Sánchez señala que «se trata de unas 120 personas que cultivan en estos bancales. No sólo hay canarios, sino también estadounidenses, austriacos, alemanes y chinos. Me encargo del asesoramiento y mantenimiento».
Santa María de Guía
También es cierto que a todos no les va igual. Un empresario que alquilaba huertos en sus instalaciones por 20 y 40 euros por parcela decidió parar temporalmente la iniciativa desde hace un año. En cambio, continúa con la agricultura ecológica, ha apostado por centrarse en su negocio principal: la fabricación de fertilizantes y distribución de productos.
