Canarias vivió ayer domingo la máxima temperatura de este episodio de calor del mes de julio con Agüimes como epicentro de una olla que hervía a 42.8 grados centígrados, a las dos y media de la tarde, en un empate técnico con Lomos de Pedro Afonso, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, seguido del pago de Tasarte, en La Aldea de San Nicolás, con 42,4 grados también a primeras horas de la tarde. El otro punto de las islas donde se superaban los 40 grados se ubicaba en el centro forestal Doramas, Telde.
En el resto de estaciones del archipiélago bajaban de estas cifras de los 40 grados, pero también con valores muy altos, destacando de entre todos ellos la localidad de Pájara, en la isla de Fuerteventura, donde los termómetros tocaron techo, con 39,5 grados centígrados, a las cuatro de la mañana.
Una noche tropical con creces, que también soportaban en San Bartolomé de Tirajana, con unas primeras luces del día a 37 grados; Agüimes, con 35,4 grados centígrados a las seis de la mañana; o en el aeropuerto de Fuerteventura, con 34,6, a la misma hora.
También se salían del cuadro en Tasarte a las tres de la mañana, con valores superiores a los 34 grados; en el Valle de Agaete, a las cinco y media de la mañana, con casi 34 grados también, o en las cumbres viradas al sur, como en Lomo de Pedro Afonso, rayando esos mismos valores a las dos y media de la madrugada.
Con todo, esos 42,8 grados de máxima en Canarias este domingo aún quedan a cinco grados de distancia del récord histórico de las islas, que se localiza en el barranco de Masca, en Tenerife, en el año 1997, cuando se alcanzaron 47,5 grados, y algo más de tres grados por debajo del también potentísimo episodio de calor vivido el pasado año a mitad de agosto, cuando en La Aldea de San Nicolás se anotaron unos contundentes 45,6 grados centígrados.
Todo esto ayer, en un día que también destacaba por la activación del aviso rojo en la isla de Gran Canaria por estos mismos motivos por parte de la Agencia Estatal de Meteorología, algo que ocurría por segunda vez desde la implantación del dispositivo Meteoalert.
En cualquier caso, la situación, según la previsión de la agencia estatal, comenzará a revertir a partir de este lunes, si bien continúan en vigor los avisos naranja y amarillo por temperaturas máximas en torno a los 34 y 37 grados en la isla de Fuerteventura, así como en las vertientes, este, oeste y sur de Gran Canaria y Tenerife, mientras que en el resto las temperaturas experimentarán un descenso entre moderado a notable.
En los cielos continuará la presencia de calima, y en las islas de Lanzarote y Fuerteventura predominarán los cielos despejados, salvo intervalos de nubes altas a primeras horas del día. En los demás puntos del archipiélago se esperan también cielos despejados, si bien se irán cubriendo en el norte, en sus cotas más bajas, para finalizar nubosos al final del día. En cuanto al viento, que ayer registraron rachas de 75 kilómetros por hora en Tejeda, de 71 en la capital grancanaria y de 68 kilómetros por hora en Agüimes, el pronóstico establece intervalos de fuerte y rachas ocasionales muy fuertes en el este y oeste de Gran Canaria y las islas de mayor relieve de componente norte, mientras que en las cumbres soplará del noreste.
Este viento también afectará a la mar, donde soplará viento en el canal Anaga-Agaete con puntas de fuerza 7, con fuerte marejada e incluso áreas de mar gruesa en el sur. También en las aguas costeras de Gran Canaria hay que mantener la precaución, sobre todo en la primera mitad del día con fuerza 7 en las costas del sureste y el oeste, donde habrá fuerte marejada, y gruesa mar adentro, con un mar de fondo de hasta dos metros, al igual que ocurre en el canal de Jandía-La Isleta.
Ya para mañana martes, la Aemet, de momento, mantiene desactivados los avisos, en una jornada en la que espera un descenso generalizado de las temperaturas, «que será notable en los valores de las máximas en amplias zonas de las islas centrales», según subraya.
Volverá la panza de burro en la franja norte de Gran Canaria, con intervalos nubosos durante la mitad del día, y también las nubes en las costas viradas al oeste de Lanzarote y Fuerteventura.
Ante el riesgo de incendios
Pero hasta esas altas temperaturas comiencen a descender hay que extremar los cuidados en el interior insular, ante el evidente riesgos de incendios forestales.
En este sentido el Cabildo de Gran Canaria hace hincapié en la necesidad de tomar medidas preventivas, con la limpieza de la vegetación en las viviendas ubicadas en zonas expuestas en un perímetro de entre 15 y 20 metros alrededor de las casas, cortando las hierba y los arbustos secos, y retirando material inflamable como pinocha, hojas o leña apilada.
Además recomienda realizar una poda de las ramas bajas de los árboles cercanos y retirar elementos que estén muy próximos a puertas o ventanas. También insiste en limpiar los techos y los canalones de recogida de agua, y recuerda que los terrenos cultivados son una de las mejores defensa contra los incendios.
