Abierto en 2017, el bazar El Molino, del barrio galdense de Marmolejos, ha distribuido más de 1.800.000 euros en premios, el último el millón de euros que repartió el Euromillón este fin de semana dejando al pueblo mosca sobre quién es el afortunado ganador. De momento ni falta nadie, ni nadie se da por aludido, mientras la clientela entra, entre papas de freír y aguacates, a buscar la suerte para el siguiente sorteo.

Gabriel Gutiérrez compró como todas las semanas su Euromillón en el bazar El Molino de Marmolejos, una suerte de tienda de aceite y vinagre 2.0 de los hermanos Oliver y Ricardo Godoy, en la que se despachan plátanos sueltos a 0,50 euros; papayos a 2,50; mangos a 3,50; y aguacates a 7,50; pero donde también sueltan de vez en cuando premios bomba.

Como el millón de euros que despacharon este fin de semana y que hizo soñar a Gutiérrez durante el sábado y el domingo que era unimillonario. «Como había comprado la apuesta aquí, una vez me entero de que habían dado el premio lo que hago es no mirar el boleto, y así me hacía la ilusión...», cuenta Gabriel una vez comprobado ayer lunes y a su pesar que solo había acertado en la fecha.

Si hubiera sido el feliz caso, Gabriel no estaba por comprarse nada, gastos los mínimos, solo se hubiera hecho un bonito «plan de jubilación», pero por el momento tendrá que intentarlo de nuevo.

En Marmolejos, que según los Godoy debe tener un censo de algo más de mil personas, ayer ni faltaba nadie, ni nadie se daba el pisto por tener un millón de euros extra en su cuenta corriente, e incluso alguna de las decenas de clientes que trasiegan en el bazar-supermercado-administración de lotería apuntaba la posibilidad de que el premiado aún ni siquiera se hubiera enterado.

En cualquier caso, Oliver asevera que si él supiera quién fue el afortunado no diría ni papa por puro secreto profesional, y entre otras cosas «porque se te pegan hasta las moscas».

37.000 euros en diciembre de 2018; 67.000 en julio de ese mismo año; 96.000 euros en octubre de 2020; 630.600 en abril de 2021; y un millón de euros antier, el caso es que El Molino, inaugurado en 2017, lleva estos últimos cinco años despachando mangos y premios a partes iguales.

El señor Marcelino Rivero Falcón entra al establecimiento a su ritual de compra de apuestas, que repite cada semana. Las dos veces que ha rascado algo era cuando en este país se transaccionaba en pura peseta.

Primero se ganó con los boletos de la Once 25.000 pesetas, al que siguió otro sorteo en los que rascó 50.000. Rivero le desea al que ganó el millón de euros de Marmolejos «que lo disfrute con mucha salud». «A mí si sale el premio bien, y si no al viaje, porque la lotería no es esto, la lotería es estar bueno», ilustra para señalar a continuación que en su caso concreto, con el de la Once, colaboró «con la gente que lo necesita». «Al fin y al cabo la vida es una cadena en la que tenemos que ayudarnos todos», sentencia.

Justo detrás de él, un cartel anuncia ‘Clases básicas de metafísica’ que, obvio, a Marcelino Rivero Falcón, ni falta que le hacen.