La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ingenio

De cine Morales en Carrizal, a garaje

El inmueble se transforma para que su sala almacene vehículos de un taller mecánico

El inmueble, recién pintado y con su cartel de cine Morales, que pasa a ser un almacén de coches, el pasado miércoles . | | M. Á. M.

Numerosos recuerdos, vivencias y anécdotas tendrán muchos vecinos, con edades superiores a los cincuenta o sesenta años, de Carrizal, como del resto de la villa de Ingenio y de otros municipios, y que habrán pasado muchas tardes y noches durante las proyecciones de películas en el cine Morales, sito en la calle República Argentina, en Carrizal.

El citado cine carrizelero, que ha sido propiedad de una misma familia y pasando a distintos herederos, tuvo varias décadas de existencia, ya que se inauguró como tal en 1946, cerró sobre los años 80 y el local de forma definitiva en 2003. En una última etapa, también fue un vídeo club.

Ahora, la sala tiene vehículos de cuatro ruedas almacenados en vez de butacas, aunque algunas de madera quedan en un rincón del edificio. El edificio fue alquilado a los responsables de un taller mecánico, el cual se encuentra en una vía próxima y en la parte trasera del antiguo cine, exactamente en la calle Núñez de Balboa.

Antes, el encargado del taller dejaba aparcados en esa misma calle los vehículos que no estaban terminados de arreglar o a los que le faltaba una pieza. Entonces, algunos vecinos de Núñez de Balboa se habían quejado por esa situación. Incluso, la Policía Local ya había informado en varias ocasiones al mecánico que la calle no era el lugar para «almacenar coches».

Al final, las diferentes circunstancias y necesidades de cada parte empujaron al acuerdo y a un contrato de alquiler. El gerente y responsable del uso del edificio, Santiago Ramírez Jiménez, quien es el hijo mayor de Santiago Ramírez Fabelo y María del Carmen Jiménez Álamo, propietarios del inmueble, aceptó la propuesta de darle una nueva utilidad al edificio. Los otros dos hijos del citado matrimonio son Rafael y María del Pino Ramírez Jiménez.

Eso sí, antes de ser entregado para ser utilizado como almacén automovilístico, al edificio se le dio una nueva mano de pintura de colores blanco y gris. También se respetó y conserva en la fachada el cartel del nombre del cine, como también se acondicionó el interior del inmueble para su nueva finalidad. También se instaló un portón eléctrico de garaje.

Santiago Ramírez Jiménez destaca que «se trata de un uso temporal» que se ha dado al edificio. «A ellos les hacía falta un almacén cercano y a nosotros no tenerlo cerrado y sin uso durante más tiempo, como ha pasado en los últimos veinte años», agrega el gerente.

Idea de futuro

El responsable del inmueble aclara que «tengo una idea en relación a su uso en un futuro, pero no soy especialista en la materia y sería para que otros profesionales la desarrollaran, si finalmente la llevamos a cabo esa idea. Se trata de aprovechar el escenario que aún cuenta la sala para que actuasen grupos emergentes y otros consolidados, y al mismo tiempo que haya instaladas en el interior cinco o seis cocinas con comidas diferentes (china, italiana, canaria y otras), y con mesas comunes».

«De esta manera, los clientes pueden elegir y comer de las cocinas que elijan cada vez, al tiempo que disfrutan de la música de un grupo o de ver la retransmisión en directo de un partido de fútbol. Ya se verá en un futuro», concluye.

Orígenes

El mencionado edificio, que se halla en la calle llamada ahora República Argentina, se construyó a principios del siglo XX para ser una nave de empaquetado de tomates, siendo el propietario Antonio Morales, y a su fallecimiento, sus herederos. La familia Morales Muñoz decidió habilitar y equipar el inmueble como cine en 1946, según señala un informe de Patrimonio Etnográfico del Cabildo de Gran Canaria.

Estaba claro que las necesidades y demandas habían cambiado en la década de los años 40 del pasado siglo que a principios del XX, como las de la actualidad.

Según esta misma fuente, la primera película que se proyectó fue Capitán Blood, protagonizada por Errol Flynn y Olivia de Havilland, dirigida por Michael Curtiz en 1935. Este inmueble que fue cine Morales, que fue proyectado por Antonio Cardona y Aragón, y con aforo previsto de 400 butacas, tiene una planta rectangular y una sala de 600 metros cuadrados de superficie. La fachada contaba con cuatro puertas de madera, dos más anchas. y dos ventanas, una que era la taquilla y la otra estaba la sala de proyección. Aún existen los aleros con tejas.

Desde los inicios del cine había un pasillo como preámbulo a la sala, y al fondo de ésta el escenario y la pantalla. La techumbre es plana en la parte inicial y a dos aguas en la zona de proyección. Entre su equipo de proyección y sonido, contó con un equipo de Proyección O.S.S.A. En 1965 se montó Vaarimex y en los 80 se instaló otro O.S.S.A. 425 con Dolby Digital. Los dos proyectores que existían en su interior fueron desmontados y uno de ellos fue donado.

Otras salas

El cine Morales no fue el único existente en Carrizal. El cine Iberia se encontraba en la calle Carlos V, justo en frente del actual centro cívico de Carrizal. Ahora hay diferentes locales. Fue inaugurado en los años 60 y cerró sus puertas en la década de los 80. Antonio Valerón había abierto el primer cine de Carrizal entre 1920 y 1925 con cine mudo, para cerrarlo en 1944.

En el casco de Ingenio, el cine Plaza, ubicado en la confluencia de las calles Juan XXIII y Pío XXII, por arriba de la plaza de la Candelaria, fue otro de los grandes establecimientos cinematográficos que se erigieron en el municipio junto a los cines Iberia, Moderno, Morales y Universal. El cine Plaza, con 600 butacas, fue inaugurado por la familia Díaz el 1 de julio de 1967 con la proyección de la película alemana La cabaña del tío Tom, dirigida por Géza von Radványi. En la actualidad, el edificio sigue en pie y alberga la Escuela de Música de Ingenio.

Sobre el cine Moderno estaba en la esquina de la calle Los Palmeros y, la ahora llamada, avenida Valencia, en El Ejido, en Ingenio. El edificio tiene la misma fachada, y el local es un salón de recreativo. El Universal estaba frente a la farmacia Limiñana, algo más al sur, y existe aún la fachada. El Plaza y el Universal eran de Maximino Díaz.

Compartir el artículo

stats