El municipio de Teror, que continúa con sus fiestas en honor a la Virgen del Pino, celebró ayer el Día de las Marías, una fecha singular para muchos devotos de la imagen y también para las familias asentadas en la villa mariana al ser considerada como una jornada «más familiar», según comentan los visitantes cada edición.

Gracias al fin de las restricciones sanitarias, este año pudo volver a celebrarse la procesión de la talla por las calles del pueblo, como es costumbre en este día. Sin embargo, la jornada comenzó primero con la eucaristía homenaje que organiza cada año el Colegio de Abogados a la patrona de la Isla, que estuvo oficiada por el obispo de Canarias, José Mazuelos.

Durante el mediodía, cientos de personas se acercaron hasta el casco de la localidad para disfrutar de las atracciones y puestos instalados por el Ayuntamiento de Teror en las inmediaciones de la Basílica con motivo de sus fiestas. No sorprendió la presencia de peregrinos, pues aunque las caminatas hasta la villa mariana están asociadas a la víspera y al Día del Pino, desde hace algunos años muchos caminantes aprovechan este día para huir de las masificaciones que se forman los días más señalados. Además, cabe destacar que durante el mediodía (aproximadamente a las dos de la tarde) dio comienzo la Verbena del Solajero, en la Plaza de la Alameda Pío XII, donde Dj Promaster y Star Music se encargaron de poner la nota musical en el pueblo. Por otro lado, los más devotos tuvieron la oportunidad de asistir a varias misas en el templo, pues la parroquia organizó eucaristías a las 8 de la mañana, a las 10.00, 11.00 y 12.00 del mediodía.

Finalmente, tras la misa de las 19.00 horas, la Virgen del Pino volvio a salir en procesión (por segunda vez esta semana) por las calles aledañas al templo. Durante la procesión, cuando el trono de la Virgen realizó su parada a la altura del Muro Nuevo, se lanzaron voladores, a cargo de la pirotecnia El Pilar, con el fueguista Benjamín Dávila al frente, dando fin al evento.