El Cabildo de Gran Canaria, a través del Consejo Insular de la Energía (Ciegc), ha elegido la zona residencial Siete Palmas para desarrollar el proyecto piloto de autoconsumos colectivos mediante la instalación de paneles fotovoltaicos en las azoteas de los edificios. Esta será la primera experiencia en la isla de las llamadas comunidades energéticas ciudadanas -también se impulsa una comunidad industrial en el Polígono de Arinaga- y se espera que beneficie a más de 3.400 viviendas de esa urbanización de la capital grancanaria.  

El Proyecto Piloto Zona Residencial 7 Palmas consiste en «realizar una o varias instalaciones fotovoltaicas en conjunto con aquellos vecinos pertenecientes a la misma agrupación de edificios y que estén interesados en participar en esta iniciativa», según ha explicado este miércoles el vicepresidente de ese organismo insular de la energía, Raúl García Brink, quien detalló que los ciudadanos podrán optar a las diferentes líneas de subvenciones existentes para estas instalaciones de renovables, de manera que cada propietario aportará su parte recibida de la subvención para la ejecución de la planta fotovoltaica.

Desde el Ciegc, apuntó García Brink, se han estado realizando trabajos de campo, entre ellos contactar con los presidentes y administradores de fincas de la zona residencial de Siete Palmas para informarles sobre el proyecto y las líneas de actuaciones a llevar a cabo para su ejecución. 

En total se ha hablado con 14 administradores de fincas, para un total de 40 comunidades de propietarios y seis agrupaciones de edificios, en las cuales se pretende llevar a cabo el proyecto piloto. Las agrupaciones previstas la conforman un total de 3.411 viviendas, con 53.706 metros cuadrados de superficie de cubiertas para colocar las placas. 

Raúl García Brink: «El reto de la transición energética en la Isla lo tenemos ahora en los edificios»

Tras la ejecución del proyecto se obtendría una instalación de 15.624 módulos fotovoltaicos, con 7,9 megavatios de potencia pico y 12,4 gigavatios hora al año de energía producida, según los estudios previos realizados por el Consejo de la Energía.  

También se están estudiando diversas ubicaciones de instalaciones fotovoltaicas en edificios públicos de esta zona para la incorporación a los autoconsumos colectivos y futuras comunidades energéticas. 

El próximo jueves 29 de septiembre, a las 18.00 horas en Infecar, tendrá lugar una reunión con los administradores de fincas y los presidentes de dichas comunidades de propietarios para trazar la hoja de ruta del proyecto. Entre los temas a tratar se incluyen las líneas de actuaciones de cada comunidad, el estado actual del proyecto y la visión de convertirse en una comunidad energética a futuro, así como la preparación de una asamblea informativa con todos los vecinos prevista para el mes de octubre.  

«En las comunidades energéticas ciudadanas vamos a trabajar el autoconsumo compartido dentro de las viviendas; antes la ley solo permitía que las plantas fotovoltaicas de los edificios alimentaran las zonas comunes, pero ahora esa energía también pueden ir a los contadores de los vecinos», resaltó García Brink, quien subrayó que el Cabildo no solo asesora a Siete Palmas, sino a otros edificios que lo están solicitando, pues la experiencia piloto se replicará en el resto de urbanizaciones de la capital y de los otros municipios de isla. 

«Ahora mismo», opinó, «el gran reto de la transición energética en Canarias, y en buena parte del mundo, está en los edificios; hemos visto que el uso de la fotovoltaica en las viviendas unifamiliares, como casas terreras y chalet, están bastante bien enfocado». Como ejemplo señaló que el año pasado se concedieron más de 300 subvenciones a viviendas y casi todas fueron a casas particulares, «muy pocas» a edificios de varias plantas, lo que achacó a que la toma de decisiones por parte de las comunidades de propietarios es más compleja.